Prácticas como no guardar dinero o no saber en qué se gasta la plata impiden que le rindan los ingresos.
No ahorrar: Es un problema cuando vienen épocas difíciles o hechos sobrevinientes que exigen dinero extra.
No llevar registro de gastos: Hay que tener anotado en qué se va el dinero, para poder evaluar y mejorar el manejo del presupuesto mensual.
Comprar de manera impulsiva: Hay que planear los gastos e inversiones con anticipación cuando se antoje de algo, tómese un tiempo para pensar si realmente lo necesita o lo puede pagar.
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Comprar todo con tarjetas de crédito: si se va a endeudar, hágalo por cosas que valgan la pena, como muebles, electrodomésticos, tecnología.
‘Aprovechar’ todos los descuentos: No todas las ofertas que usted ve en el mercado se justifican. No se deje presionar por avisos que dicen "solo por hoy", o "hasta agotar existencias”.
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Sacúdase e esas malas costumbres que impiden un buen manejo financiero y lo privan de un mayor bienestar.