La Gorda Fabiola, reconocida por su humor y fortaleza, compartió en 2018 su conmovedora historia en el programa Entérate de Caracol Internacional. En una charla íntima con el conductor Darío Arizmendi, la comediante relató su batalla contra problemas de salud graves que la llevaron a someterse a varias cirugías y a enfrentar momentos críticos en su vida.
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Fabiola comenzó su relato hablando de su peso, que llegó a ser de 126 kilogramos. En el año 2000, tras un primer quebranto de salud, decidió someterse a una cirugía para mejorar su calidad de vida. Aunque logró bajar 45 kilogramos, su lucha no terminó ahí. En 2016, enfrentó un segundo episodio crítico y, para 2018, pasó por una tercera crisis de salud que la dejó al borde de la muerte.
"Dura de matar," bromeó Darío Arizmendi durante la entrevista, a lo que La Gorda Fabiola respondió con una sonrisa: "Duro de Matar 3". Esta interacción no solo destacó su sentido del humor, sino también su resiliencia ante la adversidad.
La Gorda Fabiola reflexionó sobre cómo ha enfrentado su vida: "El humor es la mejor actitud para asumir la vida, que es dura, y a mí me ayuda a sobrellevar todo". Estas palabras resonaron con fuerza, mostrando que el humor ha sido una herramienta esencial en su proceso de recuperación.
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Tras permanecer en coma durante más de 20 días, Fabiola recordó su experiencia: "Como estuve en un coma de veintipico de días, yo no me di cuenta de nada, pero cuando ya salí a la habitación, procuro hacerme un mejor ambiente en medio de tanta adversidad, porque déjeme decirle, Darío, que fue una prueba muy dura". Su salud había sufrido múltiples complicaciones: "Fueron 4 infartos de corazón, gastroenteritis que se complicó y me tocó internarme en cuidados intensivos y hacer diálisis, porque los riñones se afectaron un poco y la desnutrición aguda y anemia".
"Yo soy aferrada a la vida, no he hecho lo suficiente"
A pesar de estos desafíos, La Gorda Fabiola se describe como "aferrada a la vida" y afirma: "No he hecho lo suficiente." Estas declaraciones reflejan su determinación de seguir adelante y superar las dificultades. Recordó que su médico le recomendó consumir proteínas, pero tras su segunda cirugía bariátrica, se encontraba incapaz de comer. Durante unas vacaciones en Brasil, se desmayó y su salud continuó deteriorándose al regresar a Colombia.
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Se desmayó en una grabación de Sábados Felices
En una de sus grabaciones, La Gorda Fabiola se desmayó en dos ocasiones. "Y yo decía lo mismo, se me bajó el azúcar y seguía", recordó. Sin embargo, el 19 de febrero, mientras grababa con su compañero Polilla, se sintió extremadamente débil: "Me tiemblan las piernas, no me vayas a soltar". A pesar de su estado, continuaron grabando, pero después de la rutina, le confesó: "Cuando me bajé le dije 'estoy mal'". Esta confesión muestra la gravedad de su situación en ese momento.
Se aferraba a la vida
En una fase crítica de su enfermedad, La Gorda Fabiola admitió que "todos mis órganos se me estaban debilitando y no funcionaban". Su memoria de esos días es borrosa: "No recuerdo nada, en mi vida faltan 23 días". Sin embargo, su fe se mantuvo inquebrantable. "Soy una mujer de fe, porque aún no he terminado mi misión, porque necesito ver a mis nietos", compartió, enfatizando su deseo de estar presente para su familia. Uno de sus mayores sueños es ver a su hijo David convertirse en profesional.
Decía que Polilla no podía estar sin ella
La Gorda Fabiola también reflexionó sobre su relación con Polilla, quien se mostraba muy preocupado por su salud. "¿Usted se imagina a Polilla sin Paola?", preguntó Darío, a lo que ella respondió: "No, él llegaba a la casa y era muy triste". Polilla solía abrazar a su hijo Davidsito y llorar, mostrando la profunda conexión que tienen. "Todo el mundo me extrañaba, él decía 'si la gorda se muere', porque cada día lo llamaban de cuidados intensivos y le decían que yo tenía vida artificial, conectada a máquinas". Esta preocupación constante reflejaba la incertidumbre que todos sentían sobre su salud.
Dijo encontrarse en el cielo y el infierno
Durante su coma, La Gorda Fabiola tuvo visiones inquietantes: "Recuerdo el cielo y el infierno", comentó. Relató que en medio de la oscuridad, sentía que caminaba sin rumbo, rodeada de risas horribles y gemidos. "Yo le decía a Dios '¿por qué me mandas acá?'". En esos momentos, su sufrimiento se hacía insoportable: "Le dije a Dios que me lleve, pero que no quería más ese sufrimiento". Sin embargo, al despertar, experimentó un momento de revelación: "Cuando desperté del coma vi el cielo". Esta afirmación simboliza su renacimiento y la esperanza que encontró en medio de su batalla.
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Finalmente, La Gorda Fabiola compartió su encuentro con seres espirituales durante su experiencia en el coma: "Vi un reflejo que silueteaba, como de plata, que me habló", En ese momento, percibió la presencia de ángeles que le brindaron consuelo: "Yo soy San Miguel, portador de buenas noticias", y otro que le aseguró: "Yo soy San Rafael, y todo va a estar bien." Estas palabras fortalecieron su fe y su determinación de seguir luchando: "No me voy a morir".
La historia de La Gorda Fabiola es un poderoso testimonio de resiliencia, fe y humor ante las adversidades. Su viaje no solo resalta la importancia de mantener una actitud positiva, sino que también muestra cómo el amor y el apoyo familiar pueden ser vitales en los momentos más difíciles. Con su historia, La Gorda Fabiola inspira a muchos a aferrarse a la vida y a nunca perder la esperanza.
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