Javier Giraldo Neira
es reconocido en el gremio del periodismo deportivo por llevar a otro nivel la profesión, dándole un estatus respetado dentro del panorama nacional. Pasión, rigor y compromiso, los pilares de su trabajo.
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La radio, la televisión y los impresos disfrutaron del talento de Javier Giraldo Neira, pero aunque fue admirado por muchos, llevó consigo la tristeza de la falta de apoyo de su padre. "Cuando mi papá era gerente de La Patria, a Javier a veces lo contrataba como corrector de pruebas. Javier empezó ahí a hacer eso de noche patrocinado, por mi papá", explicó Bernardo Giraldo, hermano del manizaleño.
Liliana Serna, viuda de Javier Giraldo Neira, recordó que cuando a su esposo le surgió la oportunidad de hacer la columna deportiva del diario le contó con orgullo a su padre, sin embargo, este le dijo que, mientras él estuviera en la gerencia, nunca se ganaría algo más que el salario mínimo.
Aunque para complacer a sus padres estudió derecho, su verdadera pasión estaba en el periodismo deportivo.
"Él dijo: 'Sí yo quiero ser penalista, pero el que habla del tiro penalti, del cobro desde los 11 pasos'. Creo que con eso resumió todo y no siguió los pasos que le indicaba el papá. Él quería ser periodista", detalló Mario César Otálvaro.
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Javier Hernández Bonnet destaca que, antes de Javier Giraldo Neira, el periodismo deportivo no tenía mucho estatus, pero el manizaleño subió el nivel del gremio, haciéndose un icono del mismo.
"Mi papá dignificó mucho la profesión que el periodismo deportivo. En años anteriores no era tan bien visto como en la sociedad, que era un problema que les arrendaran un apartamento, tenían fama de mujeriegos, de borrachos. Entiendo que entre mi papá y Hernán Peláez fueron como los que le pudieron dar un estatus mayor y lograron que muchas personas quisieran asemejarse a ellos", aseveró Javier Andrés Giraldo.
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Radio Luz, Todelar y Caracol, algunas de las cadenas donde derrochó su potencial periodístico. En su extensa carrera cubrió eventos de primer nivel como Mundiales de Fútbol, campeonatos mundiales, Juegos Panamericanos y Juegos Olímpicos.
Así mismo, fue el dueño de un reconocido semanario llamado Nuevo Estadio, en el cual tuvo talentos como Iván Mejía, Mario César Otálvaro, Carlos Antonio Vélez y Esteban Jaramillo. Pronto la publicación se convertiría en un infaltable para los amantes del deporte, que consiguió reconocimiento a nivel nacional.
"Javier editorializaba y lo que él decía ahí se convertía en noticia en todos los medios nacionales la semana que seguía. Él establecía realmente una opinión desde Manizales", comentó Otálvaro.