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Cuando Nacional pierde perdemos todos, pierde desde el mensajero que trabaja en el equipo pasando por los jugadores, el cuerpo técnico y ni qué decir de nosotros los hinchas que llevamos a cuesta el peso de la amargura. Pero si nos ponemos en la moda que vivimos en el país de buscar responsables por perder cosas (remítase al caso: perder miles de kilómetros con Nicaragua), la derrota en el primer clásico de los cuadrangulares ante el DIM tiene un responsable, en mi opinión: el director técnico, Juan Carlos Osorio. Mucho se ha hablado del tema, que son los jugadores los que corren el campo, que el técnico no tiene la culpa que dilapiden opciones de gol increíbles, que el DT no suda, que el profe trabaja en la semana y ya lo que pasa en el partido es del que se viste de cortos. Pero no, los entrenadores también pierden partidos y ayer fue un ejemplo perfecto de esa situación. Osorio sabe, no tengo dudas. Pero a veces sabe tanto que sabe mal. Nadie duda de su decencia y honradez, como lo dije hace un buen tiempo con el caso Sachi Escobar: “muy caballero y querido pero se le paga un sueldo para que lidere una empresa llamada Atlético Nacional, que tiene como objetivo ganar”. Con el profe es igual. Acá no estoy pidiendo su cabeza, ni más faltaba, aún queda trecho por recomponer. Simplemente, reitero, es que ese clásico se perdió por su culpa. Yo defiendo la tesis de que el fútbol es claro y me atrevo a decir que sencillo. Yo con lo poco que he visto de fútbol y con lo que logro entender, no necesito hacer un sinnúmero de cursos de dirección técnica o llenar 20 libretas de apuntes, para dilucidar que en un equipo de fútbol competitivo deben jugar los jugadores que tienen mejor nivel y, más aún, los que tienen ritmo de competencia. La cosa se debe aplicar con más rigor cuando se va a jugar un partido importante y ni que decir de un clásico. John Pajoy venía de una para de un poco más de un mes. Ayer fue titular y se le notó esa falta de ritmo. Centros erráticos e intrascendentes, remates al arco sin potencia y/o desviados y poca efectividad para ganar en el uno contra uno. El partido ideal para que Pajoy cogiera ritmo hubiera sido un Nacional vs Cúcuta o Huila de la fecha 6 o 13 del Todos contra Todos, en la banca, e ingresando al minuto 70. Y así, de a poco, hasta ganarse la titular a punta de minutos. Pero no, en la cabeza de Osorio la lógica es otra. Entre tanto, Avilés Hurtado, que venía de anotar goles, con ritmo, con un nivel ascendente, se quedaba en la banca de suplentes e ingresaba para el segundo tiempo cuando la lógica que sí tiene el fútbol, le mostró al DT que lo que había hecho era un error. Por ese lado va una equivocación. La otra la ubico en la conformación del banco de suplentes. A pesar de la poca producción goleadora de Fernando Uribe, creo que venía de menos a más y para un partido contra un equipo como el DIM, que se sabe que llena de gente la mitad del campo y se mete con 11 en su propio terreno, pues un hombre de área, un nueve neto, no sobraba para buscar otra alternativa para llegar al gol. Eso fue lo que pasó. Por más fea que nos pueda parecer la propuesta del DIM, “Bolillo” Gómez le dio una lección a Osorio: el fútbol se lee fácil, no hay que sobreactuarse y hay que apuntarle al recurso más óptimo. Nacional tuvo un primer tiempo timorato y lleno de lagunas, para el segundo tiempo fue más dominante y atacó y atacó ¿Cómo? Con un bombardeo de centros digno de Hiroshima pero que hacía el daño de una pluma…No había un 9, los balones eran un manjar para los dos centrales del equipo rojo. La solución de Osorio fue meter a Valencia para rematar (¿Rescatar?) el juego ¿Es Juan David Valencia un rematador de partidos? Lo anterior se suma al recurso repetido de querer salir siempre arriesgando el balón con posesión. Ayer se perdieron unos diez esféricos cuando el DIM presionaba a Medina, Bonilla y Henríquez. Son cuatro errores de planteamiento y decisión del Director Técnico. A eso súmele el flojo partido de Macnelly (sí, él también tiene malos partidos), la flojera de Mosquera, la pasividad de Córdoba, la soledad de Micolta y el error individual de Bonilla (sí, él también se equivoca). Valoro que Juan Carlos Osorio reconoció sus errores. Gallardo es. No estamos hundidos y queda mucho por pelear y hay desquite en pocos días contra los rivales de plaza. Pero ayer sí que dolió perder así… *Este post también aparece en www.blogverdolaga.com Seguir a @poterios
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Volvemos hoy a una semifinal de un torneo continental luego de 5 años de espera. 8 veces Millonarios ha estado en la ronda previa a la gran final de títulos sudamericanos y dos veces hemos conseguido el triunfo en la serie, ambas en Copa Merconorte. Tigre, el rival de hoy, no es más que Palmeiras o Gremio. Los partidos hay que jugarlos con seriedad y nadie gana de camiseta en la víspera de un juego, pero es una llave accesible para nosotros los embajadores. Seguramente esa camiseta hoy será la dorada que tanta polémica ha causado. Para este servidor, el segundo equipamiento de Millos siempre será y deberá ser la histórica camiseta de color blanco. No me gusta el color dorado, aunque entiendo lo que se quiso transmitir usando esos distintivos en la camiseta azul. Particularmente y como muchos otros, me genera siempre una cabala negativa cuando veo que Millonarios salta al terreno y el dorado remplaza al azul de mi corazón. HOY ES EL DIA QUE TODOS CAMBIEMOS ESA MALA VIBRA¡¡¡¡. Confiando en que Millos logre clasificarse, será la última vez que veamos esa camiseta puesta en nuestros jugadores. En el momento que pisen nuestros muchachos la cancha del estadio José Dellagiovanna, olvidemos los sentimientos hacia ese color de camiseta. Pensemos que el escudo que esta bordado en ella, nos está representando y es el símbolo de nuestra ilusión. Entreguémosle por esta ultima vez toda la buena vibra del caso a la camiseta dorada, que repito a mí no me gusta. Pero hoy ese color dorado, será el color que nuestros rivales trataran de vencer y es nuestro deber como buenos hinchas de Millonarios que somos enviar las mejores energías, desde temprano, para que con esa camiseta traigamos un buen resultado. No hay que “madrear” la camiseta desde el minuto 0. Todo lo contrario: hoy es el día en que esa camiseta puede ser parte de la historia de Millonarios. Esa camiseta podría estar presente en nuestro segundo título internacional y en la estrella 14. Mucha gente considera que el cuento de las energías positivas es un carretazo. No creo que esto sea así en lo más mínimo. He visto como aquí en Millonarios cuando todos jalamos para el mismo lado los resultados se dan. He visto como toda la hinchada se une en un fervoroso aliento y ánimo y el equipo funciona. He visto cómo este equipo está comprometido con llevar a Millos a los dos títulos. He visto hinchas de Millonarios por el mundo como nunca en mi vida y siempre colocándole a los partidos esa energía positiva para que Millonarios les de la alegría en medio de la melancolía de la distancia. Esa energía positiva todos los hinchas de nuestro embajador la debemos colocar hoy y pedir que los muchachos suden esos colores dorado y azul. Hoy la camiseta va pasar a la historia. Hoy comienza el sueño de la final y el título de la Copa Sudamericana. VAMOS MILLONARIOS CARAJO!!!!. MINUTO FINAL: Losmillonarios.net, la página oficial del hincha de Millonarios, siempre ha buscado ser el medio de información y expresión de los sentimientos de nosotros los embajadores. Agradezco mucho a la vida por permitirme ser parte de esa familia en su programa de radio y eventualmente escribiendo también. La cuenta de twitter de la página, @losmillonarios, esta nominada en los premios twitter Colombia, en la categoría mejor contenido deportivo del año 2012. El ganador se escoge por la votación de los twitteros. Es muy fácil, solo hay que colocar un tweet con esto: #MiVoto en @PremiosTWCo es para @losmillonarios en #MejorContenidoDeportivo. Agradecemos y contamos con su voto para conseguir el premio, Millos es una familia. MAURICIO GORDILLO @MAUGOR
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Hoy comienza el camino que nos llevará a disputar el título del Fútbol Profesional Colombiano. El deseo de sumar la estrella número 14, que es el máximo anhelo de los hinchas de Millonarios, nos llena los corazones de nuevo. El rival es difícil por el calor sofocante de Barranquilla, jugadores con experiencia y desequilibrio y como volvió a ocurrir esta temporada: cuando el rival ve la camiseta azul al frente se crece como nunca. Todos quieren ganarle al más grande de Colombia. El director técnico, Hernán Torres, ha confirmado que va a pelear con todo lo que tenemos los dos torneos. Buen viento en esta, que no será tarea fácil. Hoy los dirigidos por el desagradecido más grande que ha parido mi bella ciudad de Bogotá, José Hernandez, buscaran sacar diferencia en la primera fecha de los cuadrangulares semifinales. Vamos con dos bajas, Román Torres y Mayer Candelo. Oswaldo Henríquez lució bien frente al Gremio lo cual da tranquilidad en la parte posterior. En la mitad habrá que esperar que busca Hernán Torres. Mantener la misma idea de los últimos partido con tenencia de balón y ataque rápido, para lo cual sería Omar Vásquez el remplazo de Mayer o más marca, para lo cual serian Robayo o Elkin Blanco. Las lágrimas del jueves pasado confirman cuan ilusionados estamos los hinchas de millonarios. La emoción de la clasificación en la última jugada del partido, es el reflejo del convencimiento de la hinchada de Millonarios con su equipo. Es la comunión de energías entre todos los que hacemos parte de la familia Millonarios F.C. y la sinergia de los actos de cada quien, para que las metas propuestas sean conseguidas. Quiero que Millonarios me de la estrella 14. Quiero ser campeón de Colombia otra vez. Quiero romper esta racha negativa de conquistas que nos han costado decepciones año tras año. Es hora de ganar. Hemos soñado con un buen equipo los últimos 24 años. Hoy lo tenemos. Sigamos unidos en apoyar a los jugadores, que siguen demostrando que están con nosotros en la ilusión de ser campeones con Millonarios. Se vale soñar con la sudamericana, se vale soñar con el título catorce, se vale soñar con las dos vueltas olímpicas. Hoy les digo a ustedes que llego el momento en que los jugadores nos dicen basta de sueños e ilusiones…llego el momento de GANAR. Vamos Millos Carajo¡¡¡¡ Minuto Final: Del jueves solo puedo decir: esas lágrimas valen cualquier esfuerzo. Te Amo Millos. MAURICIO GORDILLO @MAUGOR
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Cada inicio de temporada en el fútbol profesional colombiano, significa el nacimiento de un nuevo sueño para los 18 equipos que en él participan. La ilusión del título a esas alturas está al alcance de todos y empiezan a trabajar para cumplir ese sueño. Algunos porque el peso de su historia así se los exige, otros, porque apegados al trabajo y a un proceso, entienden que tienen las armas suficientes para poder pelear por ese objetivo. Y otros, que se apegan a ese sueño movidos más por el deseo y la ilusión que por sus reales posibilidades y capacidades, cosa que no está mal en esta paridad que para algunos es mediocridad (personalmente no lo comparto) en la que se desarrolla la liga colombiana, en la que cualquiera le gana a cualquiera. Transcurridas 18 fechas y cuando el sueño del título ha quedado simplemente en eso para 10 equipos, empieza otra etapa para los que aún mantienen vivas las esperanzas. Y Junior, afortunadamente, y digo afortunadamente porque es el equipo del que soy hincha y por el cual escribo este blog, hace parte de esos que lucharán para alcanzar la anhelada estrella. Este domingo 18 de noviembre a las 3:30 P.M, Junior abrirá fuegos en el grupo A, enfrentando en casa al favorito Millonarios. Partido duro, difícil, con tinte de final, de revancha, a “cara de perro” como dirían en el sur. Este partido para Junior no solo será difícil porque enfrenta a un gran equipo como Millonarios, equipo que con creces se ganó el rótulo de favorito por haber sido el primero en la fase del todos contra todos donde cabalgó prácticamente el torneo, si no porque además viene con aire en la camiseta después de haber alcanzado la clasificación a la semifinal de la copa Suramericana al eliminar al Gremio de Brasil en emotivo partido. Junior se enfrentará a un equipo sólido, un equipo que de la mano de Hernán Torres logró darle continuidad a un proceso iniciado por Richard Paez y en el que Torres, supo ajustar las falencias que tenía en su parte posterior, y con la inclusión de elementos importantes en su zona ofensiva como Wason Rentería, potenció todo lo bueno que ya tenía en esa parte el equipo azul. Pero cuidado Millonarios! El embajador se encontrará un equipo en frente absolutamente calificado y con las armas suficientes para pensar en llegar a la final. Junior posee una nómina envidiable y temible para cualquier equipo, sobre todo mirando de la mitad hacia arriba. El tiburón tiene entre sus filas a 3 goleadores que suman entre ellos 6 botines de oro (5 del FPC y uno de la liga Argentina), tiene a un 10 de jerarquía cono Giovanni Hernández y a un jugador desequilibrante que fue fundamental para el último título del equipo como Vladimir Hernández, entre otros. Lo cual lleva a pensar que, este equipo con la sola capacidad de sus jugadores, te puede generar peligro en cualquier momento, como efectivamente ha venido sucediendo con este equipo que, a pesar de no haber mostrado un gran fútbol de conjunto a lo largo del torneo, terminó la fase regular como la mejor delantera del torneo al lado del Tolima con 27 goles. Datos no menores y que a cualquier técnico y equipo rival, haría preocupar. No nos olvidemos además que,Junior terminó tercero en la fase regular y que solo perdió 2 partidos a lo largo del torneo, y que su zona defensiva quien fue blanco de críticas por mucho tiempo, terminó como la cuarta (4) mejor defensa del torneo. Tal vez su punto negativo, hablando del funcionamiento línea por línea, fue su zona de recuperación, quien el técnico espera con la inclusión muy seguramente de Leonardo Lopez, darle un poco más de agresividad y conseguir el equilibrio necesario en la mitad de la cancha. Otro aspecto importante y que se debe tener en cuenta a la hora de hacer el análisis previo de esta clase de partidos, es la experiencia de los jugadores y equipos en estas instancias definitivas. Y en este punto Junior le saca ventaja a Millonarios. Junior ha disputado la final del FPC por tres (3) años consecutivos (2009, 2010 y 2011), Donde consiguió ganar dos de ellas. Y desde esa primera final del 2009, hay 8 jugadores que aún hacen parte del equipo, y es prácticamente la misma nómina que consiguió ganar el año pasado el séptimo título para el equipo currambero, al que se le sumaron jugadores curtidos en esta materia como Dayro Moreno, Carlos Renteria y no nos olvidemos de Teóofilo Gutiérrez, quien disputó con el equipo la final del 2009. Además de lo anterior y haciendo un poco de historia, Junior es el equipo detrás de Nacional, que más veces ha disputado la final del FPC desde que existen los torneos cortos, con 5 finales disputadas detrás de los de Antioquia con 7. Lo anterior demuestra que Junior es un equipo de finales, y que sabe afrontar esta etapa del campeonato. Estos datos para muchos no tendrán relevancia y efectivamente cuando ruede la pelota nada de eso contará. Pero personalmente creo que ese tipo de aspectos pesan a la hora de esta clase de partidos. Otro punto a favor con el que contará Junior, será el apoyo de su público. La hinchada de Barranquilla apoyará y empujará constantemente a su equipo durante los 90 minutos. El resultado del partido hasta las 5:30 P.M será una incógnita, pero desde ya, lo único seguro es que los embajadores se encontrarán con una auténtica caldera, y no lo digo por la temperatura que seguramente estará muy alta a la hora del partido, si no por las 44.000 personas que estarán en el Metropolitano apoyando al Tiburón. Pensarán que es excesiva la trascendencia que le doy a este partido, teniendo en cuenta que es el primero de 6 partidos que se disputarán en los cuadrangulares, y que aún, pase lo que pase, nada estará definido. Pero a los que piensen eso voy a repetirles lo mismo que escribí en unos de mis tweets recientes cuando se conoció el calendario: “Creo que Junior se juega el 50% del pase a la final este domingo”, un par de días después, Sebastian Viera, arquero de Junior, coincidió conmigo en esa apreciación. Con lo anterior no estoy excluyendo de la lucha a Tolima y a Pasto, pero creo que Millonarios es el rival más fuerte que tiene Junior en esta fase. Incluso creo que entre esos dos (2) está el finalista del grupo. El tiempo dirá si me equivoqué o no en tal afirmación. Los ingredientes están sobre la mesa, hay dos muy buenos equipos con ansias de gloria, un picante especial por lo acontecido el año anterior en semifinales y un marco escénico inmejorable. Esperemos degustar un buen plato futbolero, pero sobre todo, que sea cual sea el resultado, podamos ver y vivir un partido en paz y todos regresen tranquilos a sus hogares a continuar su rutina diaria de vida al día siguiente. Elkin De La hoz Twitter: @tiburoncanival
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Gremio de Porto alegre viene con ventaja de un gol, en la serie que define el último semifinalista de la Copa Bridgestone Sudamericana 2012. Millonarios deberá remontar para lograr el pase a los cuatro mejores de la competición internacional. Esta es la forma, como quienes no son hinchas de Millos ven el partido de hoy. Nosotros lo vemos muy diferente. Al iniciar el campeonato hasta los más optimistas veían comprometida la participación en la Copa Sudamericana, por factores como pocos refuerzos, llegada tarde de estos mismos y bandazos administrativos del comienzo. Luego, la amenaza de retirar estrellas sumado al terrible marcador frente al Real Madrid, hacía pensar que este equipo iba a terminar sucumbiendo es sus propios fantasmas. Hasta en el sueño más hermoso hay momentos de tensión. Hasta en los deseos más profundos del corazón, existen miedos que hacen dudar y pensar si es posible algo tan único, perfecto e irrepetible. Los titulares de Millonarios hacen que esos miedos y esos tropiezos no existan y que estemos soñando con la clasificación. Más que sueños, Millonarios ha demostrado realidades. Seguridad en el arco, centrales serios, recuperación rápida, magia en la creación y delanteros con potencia y goles. Quien nos ha enseñado el camino en esta ilusión, Hernán Torres, se ha mostrado convencido el lograr en paso a la semifinal y porque no ser campeones. La realidad dice que nuestros sueños están cerca de cumplirse. Que las adversidades han hecho crecer más la esperanza de los millones de hinchas de Millonarios. Que el sueño de un título internacional no es empresa imposible y sí un hecho factible. Que los sueños de Millonarios están por convertirse en las alegrías de toda su gloriosa hinchada. En el Campín todo nuestro aliento y muchísima paciencia. En las casas con la familia azul las mejores vibras para que Millonarios logre encontrar los goles rápido. En el exterior con la camiseta de Millos desde el comienzo del día y con la certeza que a la distancia Millonarios esta noche los hará emocionar y hasta llorar de alegría. No es fácil, pero de las tareas colosales se consiguen la jerarquía necesaria para afrontar las finales. Esos nervios y esa ansiedad que nos han acompañado estos días hoy se calmaran, mas no acabaran. Esa extraña sensación al comenzar el día, de dejar que Millonarios nos envuelva nuestra vida y sentir el cosquilleo azul por nuestro cuerpo son los sueños que este equipo nos está dando. Es la ilusión más grande que hemos tenido en años. Es la gran posibilidad de llorar junto a nuestros hermanos azules…es que gracias a Millonarios hoy estamos SOÑANDO DESPIERTOS. MINUTO FINAL: Sr Alcalde Mayor de Bogotá Gustavo Petro: Que le hemos hecho los hinchas de Millonarios, para que usted ahora no solo se dedique por medio del PMU a atacar a la hinchada, sino que también, por incompetencia de sus colaboradores tengamos que ver como se dañó la gramilla del Campín luego del último concierto. Trabaje por los símbolos de Bogotá Dr Petro. Sabe cuáles son? MAURICIO GORDILLO @MAUGOR
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Aparecen las estadísticas, las figuras, las plazas, el calendario y las nóminas de los semifinalistas para argumentar posiciones, sin embargo, el aspecto mental puede ser el que defina al finalista este semestre. Es así porque hablar de favoritos es casi una tontería. Los equipos colombianos son a la larga del mismo nivel y los que se aprecian superiores por sus nóminas no lo han demostrado en la cancha. Nacional, que hace apenas días fue campeón de la Copa Postobón, sólo ganó dos partidos de la Liga en casa. En cambio, Millonarios, con aparentes nombres inferiores a los pagados por Ardilla Lulle o a los que tiene Junior, dominó a su antojo el campeonato y se superó a sí mismo para representar dignamente al país en la Sudamericana. La mejor prueba del vaivén local es que Santa Fe, el campeón, no fue capaz de clasificar. Además, el juego de todos es generalmente muy similar, timorato y poco agresivo. Por si fuera poco, gracias al sistema del torneo, el trabajo de todo un semestre se puede ir a la borda en un partido. Ese lugar común toca repetirlo, al igual que la frase de Valdano que dice que “el fútbol es un estado de ánimo”. Perder el primer juego en casa en los cuadrangulares podría resultar definitivo porque se nos hace muy difícil renacer desde la adversidad. Por eso es que la capacidad mental se hace determinante para aspirar a la final y al título. La fortaleza para asumir retos y superarlos es el quid, contando por supuesto con la vocación de los técnicos y la calidad de los jugadores. Conociendo las naturales diferencias que existen entre unos y otros, no existe ningún equipo todopoderoso en Colombia. Hay muchas pruebas de ello. Tolima, otra vez, se presenta como el mejor conjunto del año y no es “favorito” porque su capacidad mental para superar instancias definitivas es inferior a la de sus rivales. Millonarios, al contrario, se ve mucho mejor porque fue capaz de pasar la página del 8-0 ante Real Madrid, aunque también hay que decir que el técnico Hernán Torres ha ganado cinco fases de “Todos contra todos” y nunca fue campeón. Junior, más allá de Teo, Dayro y Giovanni, cree en el apoyo de su gente en Barranquilla para disimular lo tanto que le cuesta jugar fuera de casa. Y Pasto, por si acaso, se ve cansado. Será su cabeza la que le posibilite resucitar anímicamente después de perder dos finales (valoradas) en poco tiempo con una nómina menor a la de los otro siete semifinalistas. Neuronas En el otro cuadrangular, el renacer de Medellín y no su juego es lo que hace ver al conjunto del “Bolillo” Gómez como candidato. El DIM, con siete puntos conseguidos en las tres últimas fechas, llega con pie fuerte a las semifinales y en un estado de ánimo envidiable. Lo mismo pasa con Nacional, que poco convence en el Atanasio pero está en ascenso. De hecho, es uno de los equipos que solo ha perdido dos juegos en este torneo (junto con Junior e Itagüí). Les ayuda a estos equipos que jugarán casi siempre en Antioquia. Itagüí, que hace parte del grupo paisa, parece distraído por la posible marcha de Leonel Álvarez al Cali y La Equidad, que viene de menos a más, como siempre, tendrá que sacudirse desde su entrenador Alexis García de las caídas que ha lamentado en finales. El conjunto capitalino deberá trabajar mentalmente para no sucumbir ante la jerarquía de sus contrincantes. Equidad, Tolima, Itagüí y Pasto están en completa capacidad de ganar. Es nuestro fútbol. De ellos depende creer que son mejores que el resto. A partir de esa posición mental pueden comenzar a labrar su propio camino, de lo contrario, saldrán inmisericordemente eliminados. Son válidos los números, las estadísticas y los datos. No hay objeción ante tal realidad. Hay mejores nóminas que otras y técnicos más calificados, pero el fútbol se juega con los pies y también con la cabeza. El problema es que a veces el ADN colombiano muestra que el talento se desperdicia o se pierde porque simplemente pensamos mal lo que debemos hacer. Al margen: Nos quedamos sin goleadores en el rentado local. Henry Hernández, del eliminado Cúcuta, lidera la tabla con 9 tantos y le sigue Germán Cano, del DIM, con apenas 7. Será difícil superar los 13 de Robin Ramírez el semestre pasado e imposible igualar la marca de 18 de Jackson Martínez con el Medellín en 2009 II. Seguir a @javieraborda
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Ya son 18 títulos. 18 vueltas olímpicas. Ser hincha de Atlético Nacional es un privilegio que va más allá de amar al equipo más ganador de país. Pensar que hay equipos, y lo digo como mucho respeto, que han luchado toda su existencia y no saben lo que es dar la ronda del campeón. El hincha de Nacional es un privilegiado y el título de la Copa Colombia es otra alegría más, una que estaba pendiente, el problema es que para el cuadro verde siempre habrá algo “pendiente”. Es el precio de la grandeza. Analizar el partido de la final sobra. La superioridad del campeón fue notoria y la justificación de este título no merece ni un margen de duda. Hay que mirar más allá, hay que escudriñar lo que costó obtenerlo y el plus que genera. No en vano, no hay que olvidar, aún con el tufo de la victoria encima, que el equipo de Juan Carlos Osorio está ad portas de enfrentar la fase semifinal del torneo que da estrella. Del más importante. Soy de la siguiente tesis: Nacional por historia y grandeza debe ganar todo lo que se le ponga enfrente. Pero hay que tener sensatez en las evaluaciones. Yo, por ejemplo, gano la Superliga y aplaudo, gano la Copa Colombia y celebro, gano la Liga, una estrella más, y me enloquezco, gano la Suramericana o la Libertadores y no sé en cuántos días regrese a la casa. Ni hablar de ganar un Mundial de Clubes… Pero con la Copa Colombia la cosa es curiosa. Salvo Equidad, todos los hinchas de los equipos que la han ganado han renegado de ella antes de tener en sus manos el trofeo. La ganó Cali, Santa Fe y Millonarios y todos la menospreciaron cuando no la tenían. Nosotros, los verdolagas, fuimos iguales. Pero llámela Copa Colombia o Trofeo de San Bonifacio, lo que sea, para Nacional este “oasis” de victoria cae como anillo al dedo. Este equipo no llenaba la retina, el técnico era incomprendido, los hinchas no entendíamos la tal rotación, las lesiones eran pan de cada día, en casa se jugaba pésimo, en fin, razones en contra sobraron. Pero poco a poco, confiando en la fortaleza de su trabajo, el conocimiento del grupo y con mucha paciencia, el técnico Juan Carlos Osorio se mantuvo firme y hoy celebra dos títulos desde que llegó a Nacional. Ahora se vienen los cuadrangulares y el candidato es el cuadro verde. Viene de ser campeón, su nómina está intacta (salvo la lesión de Duque y Armani), la hinchada está en comunión con el equipo y el nivel de juego es muy bueno. Todo a favor, poco o nada en contra. Ojo, repito, Nacional es firme candidato para ser campeón de la Liga Postobón y colgar la estrella 12 en el escudo. Somos unos privilegiados, somos del verde, somos felices. Seguir a @poterios
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Otro paso importante para la consecución del objetivo final se dio el pasado fin de semana en el estadio de Techo al derrotar 2-0 al Envigado. Se consiguió una cifra record de puntos en torneos cortos para Millonarios (y pueden ser más porque aún falta un partido) pero sobre todo el equipo está dando señas que vuelve al nivel superlativo con el que empezamos el torneo. Aquí en el FPC, la mediocridad abunda y un equipo regular puede conseguir estrella. Jugando mejor que la pobreza futbolística que tenemos en el país la estrella estará más cercana. Los últimos 3 partidos que el equipo titular de Millonarios ha jugado, Palmeiras – Gremio – Envigado, hemos vuelto a ver ese equipo arrollador del comienzo de temporada. Delgado aparece cuando se le necesita y sigue seguro en las salidas. Los centrales siguen consolidándose como garantía y respaldo en el juego aéreo, los cierres y los relevos. “La Roca” Martinez cada vez se ve más firme en defensa y sus excursiones ofensivas con mejor resultado. La marca que se perdió por momentos la ha sabido equilibrar “Ganicita” Ortiz junto a Jhony Ramirez. Los delanteros volvieron a anotar en el último partido, además de la buena movilidad para estar libre de recibir los pases. Otalvaro sigue siendo el socio ideal para Candelo. En cuanto a Mayer solo podemos decir una cosa: CRACK¡. Revisemos el nivel de Gremio y notamos que está por encima de nuestros rivales locales. Incluso un alicaído Palmeiras o un Guarani tienen más presencia física y de conjunto que muchos de los clasificados a las finales. En un sistema de torneo que premia la mediocridad Millonarios tiene todo para que se premie el trabajo, el orden, la entrega y la categoría de sus jugadores y cuerpo técnico. No es agrande: es lo que vemos en el estadio cada 8 días. Este semestre hemos visto como otra vez a Millonarios salen a esperarlo en los patios ajenos, hemos visto como han caído paternidades nada acordes a la historia del azul, hemos visto 17 fechas de líder al equipo que nunca merece estar en posición diferente. Hemos visto de nuevo como en Millonarios hay un equipo de futbol. Como siempre este trabajo y capacidad debe seguir y agrandarse en las finales por nuestros jugadores. Hernán Torres deberá mantenerlos centrados para el reto principal que tiene la plantilla albiazul: mantener los pies en la tierra para levantar la estrella 14. Mostrar que la jerarquía que ha tenido Millonarios en este torneo y que nos tiene líderes del futbol profesional no ha sido cuestión de casualidades, como los medios de comunicación envidiosos han querido que se vea, sino que es el producto de saber que la camiseta que llevan puesta es la del equipo más grande de Colombia, y hay que respetarla y sudarla. Las ilusiones y los sueños son para nosotros los hinchas. Miramos a lo más alto tranquilos, estamos 34 puntos más cerca de las estrellas… MINUTO FINAL: La administración local debería estar con el hincha de Millonarios en las finales y tomar una decisión sobre el tema de las barras visitantes. Hemos demostrado que llenamos el estadio y observamos buen comportamiento. Así como es vetado nuestro ingreso a otras ciudades (a veces con falsas pruebas), el Campín debería vestirse de azul 100%. Menos cálculo político y más apoyo a lo que representa a Bogotá Sr Alcalde Mayor. MAURICIO GORDILLO @MAUGOR
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No es un chiste ni una ironía el título de este post. Pero hoy, a pocas horas de disputar la final de la Copa Colombia ante Pasto, Atlético Nacional goza de buena salud física y mental. Algo de lo que no ha gozado en los últimos meses. Todo está dado para que el cuadro verde sume otra copa en su amplia galería de trofeos. No me monto en el bus de la victoria con antelación, ni me nubla la pasión y el hinchismo, es una cuestión de simplismo. La cosa no es una ecuación compleja, es sencilla, tal cual: Nacional es más que Pasto. Lo que no justifica que en el partido de vuelta en el Atanasio el cuadro verdolaga no tenga que corroborarlo en la cancha. Más allá del poder económico del club, de su historia, de la capacidad de cada jugador, sus pergaminos y de su técnico, Nacional llega en un mejor momento. El verde solo ha perdido dos partidos, sus números avalan una campaña buena que no ha dejado de ser dura. Mal que bien a la actual nómina y especialmente al profe Osorio, les ha costado “sudar sangre” para ganarse el corazón de la hinchada. Solo hay que ver cómo ha jugado el equipo en condición de local. De ahí se desprende el único miedo que me asalta para esta final: la presión que siente Nacional jugando en casa y sus flojas presentaciones. Pasto no es cualquier perla pero complica, y mucho. Si el verdolaga cae en esas presentaciones de local llenas de letargo y mediocridad, la situación se podría poner difícil. Pero llenémonos de positivismo. Nacional llega sin jugadores lesionados, algo que curiosamente hay que celebrar en la nómina a la que se le llegó a bautizar con el nombre de: “EPS, Verdolaga”. Todos los jugadores están disponibles, menos Nájera, que se pierde el juego por acumulación de amarillas. Fuera de eso, ya en lo futbolístico, Nacional viene jugando bien. Clasificó por anticipado a los cuadrangulares de la Liga y logró lo más importante: se reconcilió con el gol. Pero el factor importante es la hinchada. El apoyo de 40 mil personas en el Atanasio es fundamental. A Nacional su historia lo obliga a ganar todo lo que se le atraviese, por eso el empuje del hincha es vital. Allá estaremos, con lluvia o sin ella, alentando, apoyando y siendo positivos. Este título sería fundamental para el impulso que ya tiene el equipo para ser favorito al título que da una nueva estrella en diciembre ¡Vamos los verdes! ¡Nacional dále campeón! Seguir a @poterios
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Gol Caracol
Estamos tan obsesionados con alimentarnos del éxito que ni siquiera nos percatamos de lo maleducados que somos cuando calificamos a los demás, creyéndonos jueces de vidas ajenas. Es lo que pasa con Falcao, a quien andamos evaluando tanto como si él nos debiera explicaciones. Cada vez más la prensa colombiana se está pareciendo a la argentina, a los periodistas que relinchan al tiempo que exprimen hasta la última gota de los deportistas que les dan de comer. Y no es para menos. Por culpa de los de aquí y los de allá, ya conocemos los carros de Falcao, su casa-mansión en Madrid, los gustos de su esposa, cómo son ambos en el hogar, qué comen, qué les gusta, qué hacen… Oímos el reencauche de la primera entrevista que dio cuando era un niño (cuando ni siquiera sabía lo que era en realidad una entrevista). Preguntamos por sus sacrificios en Bogotá (no salir de rumba, por ejemplo, o subirse por la parte trasera de un bus para ahorrarse algo del pasaje); nos interesamos en Ludueña y toda la historia del apodo que le puso al “Tigre”; averiguamos por las necesidades del delantero cuando vivió en Buenos Aires, chismoseamos sobre su amor a la Iglesia y hasta indagamos cómo hacía para aguantarse las ganas de hacer el amor en las concentraciones (pregunta que le hicieron en Bogotá, si mal no recuerdo, antes de jugar el esperpento amistoso ante Guyana). Nos faltó recomendarle un acondicionador para el pelo. Fastidia que se hable a toda hora de Falcao, de la tal “Falcaomanía”, y que lo anden comparando con lo que se plazca. Igualarlo con Messi y Cristiano Ronaldo está de moda. Todo eso molesta porque el mismo protagonista ha dicho hasta la saciedad que no le gusta, mejor, que no le importa. Segundo, porque Messi también se ha apartado tantas veces como puede de estas insoportables mediciones y, tercero, porque Cristiano Ronaldo se sirve de su talento para acrecentar su ego, por lo que compararlo con Falcao es un simple desencanto. ¡Esto es excesivo! Hicimos encuestas a periodistas sobre si Falcao es el mejor jugador colombiano de toda la historia, cuando ni siquiera ha jugado un Mundial, y le hablamos incluso a estas alturas de la vida del retiro, de si quería despedir su carrera en Millonarios. Falcao es una verdadera proeza del fútbol colombiano que se formó así en el exterior. Callar ante sus condiciones actuales es imposible; un crack en absoluta dimensión merece despliegue en los medios. Recientemente, contra Osasuna, el samario ajustó 11 juegos seguidos anotando, “algo que no han logrado ni Lionel Messi, con Barcelona, ni Cristiano Ronaldo, con Real Madrid”. Todo es válido de reconocimiento, aunque no para poner siempre al artillero en la palestra. Las constantes evaluaciones a su rendimiento solo indican que somos personas incapaces de ver sin calificar. ¿Por qué esa costumbre de andar midiéndonos, de obligarnos al “éxito” para estar satisfechos? Somos victimarios desde la prensa, claro, pero también víctimas de nuestro propio invento. Estamos jugando el partido que les interesa a los clubes ávidos de dinero, a los apoderados de los jugadores y a las firmas patrocinadoras que ganan cada vez más con los ídolos de la gente. “(…) Uno no debe pensar en el éxito. Es un error de educación”, dijo el escritor colombiano Mario Mendoza, que toca un punto de reflexión pertinente: “Es lo que llamo la cultura de centro, que te dice: 'sé bello, sé exitoso, tienes que triunfar en la vida'. Son cargas que uno se echa encima. Si te tragas ese discurso, te vuelves esclavo de una orden que te dan”. Falcao es Falcao. No tiene por qué ser el mejor de todo el planeta como la mayoría impulsa. No necesita serlo para afirmar que es una persona ejemplar y, a la vez, el mejor goleador del momento en todo el mundo. Él no necesita ganar el Balón de Oro para revalidar su talento. ¡Su gesta así no más es admirable! Hace poco, el ex lateral brasileño Roberto Carlos decía que “Si uno no tiene la cabeza en su sitio y gente de confianza al lado, como tuve yo, o como Ronaldo o Kaká, a veces la calidad sola no basta”. A Falcao, por fortuna, le sobran la calidad y el buen juicio entre tantos desenfrenados que hoy lo alaban y mañana, cuando baje la marea, se atreverán a juzgarlo. Seguir a @javieraborda