
El 29 de diciembre de 2024, el municipio de Aguachica , al sur del Cesar, fue sacudido por una atroz masacre. El pastor Marlon Lora, su esposa Yurlay Rincón y sus dos hijos, Santiago y Ángela Natalia, fueron asesinados en un restaurante. Lo que parecía un día cualquiera terminó en una tragedia para una familia inocente producto de una confusión. El verdadero objetivo del ataque era una mujer conocida como alias La Diabla , vinculada al narcotráfico. La Nena Arrázola de Los Informantes conoció el doloroso relato de la madre del pastor Lora tres meses después del crimen.
Según las investigaciones de la Dijín y la Fiscalía, los sicarios habían seguido a Zaida Andrea Sánchez, alias La Diabla, hasta Aguachica. Ella, al verlos llegar, logró escapar del restaurante donde se encontraba. Vestía de blanco y negro, los mismos colores que llevaba Ángela Natalia, la hija del pastor. Esa coincidencia fue la que causó la confusión .
Los homicidas dispararon contra los Lora. En segundos, la familia fue asesinada. La escena fue grabada y difundida en redes sociales, lo que aumentó el dolor de los familiares y la indignación de la comunidad.
La historia detrás de La Diabla
Zaida Andrea Sánchez, de 27 años, tenía un historial delictivo que incluía hurto calificado, lesiones personales, injuria y calumnia. En redes sociales mostraba una vida de lujos: autos de alta gama, joyas, viajes. Pero detrás de esa fachada estaba una mujer involucrada en el narcotráfico.
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Su pareja, Alexander González, alias El Calvo , era un narcotraficante del Catatumbo, responsable de toneladas de cocaína que salían de la región. Vivían un romance peligroso, pero la ambición de Zaida cambió el rumbo de esa historia. Se dice que ella ordenó el homicidio de El Calvo para quedarse con el control del negocio.
El cuerpo de El Calvo fue hallado el 26 de diciembre de 2024 en El Banco, Magdalena. Tres días después, los sicarios llegaron a Aguachica buscando venganza, pero se equivocaron de objetivo.

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El dolor de la madre del pastor Lora
Ángela Barrera, madre del pastor Lora, compartió su testimonio con Los Informantes. Aquel domingo, algo le impidió salir de casa. “Ese domingo no sé, me dio un dolor y no pude ir a montarme la moto. Yo le dije, ‘No, ¿cómo voy a ir así?’”, recordó. “Fui a la habitación y me fui a cambiar y algo me detuvo y dije ‘no, no voy’ y no fui. Y mira lo que pasó”.
Conoció la noticia de forma inesperada, pues su cuñada recibió una llamada: “Hubo una llamada que recibió mi cuñada Clara y yo la veía ella como un poco incómoda. ‘¿Cómo así?’ No, que sufrieron un accidente los cuatro, por no decir que estaba muerto, porque yo estaba acá”.
Pensando que no se trataba de un grave accidente decidió pedir una oración a un vecino cristiano. “Hermano, vamos a orar que mi hijo Marlon tuvo un accidente con la esposa”, dijo. Pero pronto se enteró que la realidad era otra. “Yo me arrodillé y levanté las manos al cielo y le pedí al Señor que lo guardara y ya estaba muerto”.
La confirmación de la tragedia llegó a través de un video en redes sociales. “Yo el celular lo tenía encima de la máquina y miré y entonces ahí decía un sicariato de unos pastores”, relató. En un video en Facebook vio a su hijo ensangrentado.

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Así era el pastor Lora de Aguachica
“Él me llamaba todos los días, pero venía cada dos días, a veces todos los días. Me llamaba en la mañana, me llamaba en la noche para desearme las buenas noches, que cómo estaba, cómo me sentía. Ese era mi hijo”.
Doña Ángela defendió la memoria de su hijo: “Yo le digo, mi hijo no debe nada ¿por qué lo iban a matar? No, eso fue lo que yo pensé. Mi hijo nunca tuvo nexos con ninguna de esas personas, jamás. El nexo que tenía era con el Padre Celestial”, aseguró.
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Las autoridades señalaron que la familia Lora no tenía ningún vínculo con el narcotráfico. Al principio se especuló con varias teorías: una persecución religiosa, una extorsión no pagada, incluso que los pastores eran depositarios del dinero de un narco local, pero todas estas hipótesis fueron descartadas.
La Fiscalía y la Policía concluyeron que se trató de una confusión. Los sicarios habían sido contratados para asesinar a La Diabla, en venganza por la muerte de El Calvo. Compraron las motos en Aguachica y siguieron su rastro, pero la coincidencia en la vestimenta de Ángela Natalia los llevó al fatal error.

El final de alias La Diabla
Zaida Andrea Sánchez logró escapar del ataque en Aguachica, pero no por mucho tiempo. Sabía que su vida estaba en peligro. El 22 de enero de 2025, menos de un mes después de la masacre, fue acribillada en el barrio Laureles de Medellín, frente al hotel donde se hospedaba con su hijo de 9 años.
La justicia ha comenzado a actuar en este caso. Cuatro personas han sido capturadas por su participación en los hechos y la investigación continúa.
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Los cuerpos del pastor Lora, su esposa y sus hijos fueron enterrados en el cementerio de Aguachica. Doña Ángela y otros familiares los visitan con frecuencia. Paradójicamente, la tumba de alias El Calvo se encuentra a solo un metro de distancia de la familia.