El 7 de agosto de 2009 fue hallado, en avanzado estado de descomposición, el cuerpo de Angie Tatiana Cuervo, una joven de 17 años, en un río cercano a Ibagué, Tolima. La causa de muerte fue un trauma causado por un objeto contundente. El Rastro investigó quién estaría detrás del asesinato de la adolescente.Angie Tatiana creció junto a su medio hermano, John Andrés Cuervo. Ambos eran hijos de Julio Hermes Cuervo, un hombre trabajador y reconocido en el municipio de Venadillo. No obstante, John se fue a vivir con su madre biológica a los 12 años.La familia aseguraba que la relación entre los medios hermanos siempre fue buena; nunca se les oyó pelear ni tener discusiones fuertes. En 2006, tras pasar un par de años alejado, John decidió regresar a vivir con su padre y sus medias hermanas, motivado por su deseo de convertirse en policía.Al tiempo que la carrera de Jhon Andrés iba en ascenso, la relación con su familia, y en especial con su hermana Angie Tatiana, se fue fortaleciendo. No obstante, en las últimas visitas, Dayanna, la hermana menor de Tatiana, descubrió que algo extraño ocurría con sus hermanos.“Él se quedó en la misma habitación, él en una cama y yo en otra con mi hermana. Esa noche sentí a otra persona ahí. Mi hermana cogió a Jhon y lo empujó y le dijo que no la molestara, que se fuera para su cama”, contó Dayanna a El Rastro.Familia guardaba un secretoUn tío de la familia también notó actitudes extrañas entre los dos jóvenes. Sin embargo, los rumores sobre un posible noviazgo cesaron en 2008, cuando Angie Tatiana inició una relación sentimental con Otoniel Hernández, de quien quedó embarazada pocos meses después.Angie Tatiana le confesó a su madre que el hijo que esperaba no era de Otoniel, sino de su medio hermano John, algo que él siempre negó. “Eran hermanos, cómo se iba él a meter con su hermana. Les dije ‘miren necesito que solucionen este problema, me hice afuera esperando que ellos hablaran, no los oí gritar, tampoco alterarse”, mencionó Julio Hermes Cuervo, padre de los jóvenes.Al sentir que nadie le creía, Angie decidió hacerse una prueba de ADN tras el nacimiento de su bebé. El 4 de agosto de 2009, Angie se dirigió a una cita con John Andrés supuestamente para discutir una prueba de paternidad.Ese día, Angie y su bebé de 11 meses fueron vistos por última vez en un parque del barrio El Salado, en Ibagué.Tras tres días de búsqueda, campesinos alertaron a las autoridades sobre un cuerpo que era arrastrado por una quebrada. Al llegar al lugar, los agentes confirmaron que se trataba de Angie Tatiana. Desde entonces, el principal sospechoso fue su medio hermano, Jhon Andrés.Pruebas contundentesMedicina Legal determinó que la causa de muerte fue asfixia por sumersión y que el cuerpo presentaba múltiples golpes en el rostro y el abdomen. Meses después, la familia de Angie Tatiana entregó a las autoridades una muestra de ADN extraída del cordón umbilical del bebé que tenían guardado. El resultado fue contundente: 99,99% de compatibilidad con Jhon.Por estos hechos, a Jhon Andrés le imputaron los delitos de desaparición forzada agravada en conjunto heterogéneo con las conductas de homicidio agravado e incesto.“Hay un margen de error, nada es exacto. Esos peritos no tuvieron en cuenta o no se les informó que yo era el tío de la bebé, que Angie Tatiana era mi hermana. Si lo hubieran tomado en cuenta, sabrían que somos familia, y que por familia compartíamos genes”, dijo Jhon Andrés, desde prisión.“En ningún momento pensé matar a mi hermana ni lo hice. Nunca hubo algo que ameritara eso y aunque lo hubiera, era algo imposible de creer de matar a una hermana, por muy mala relación que haya”, comentó el señalado, quien alegó su inocencia.El acusado no aceptó los cargos, pero fue condenado a 50 años de prisión debido a las pruebas contundentes en su contra. Cuando El Rastro conoció el caso, el paradero de la bebé aún era un misterio.
Gladys y Nelson González emigraron a EE. UU. hace 35 años cruzando la frontera por Tijuana en busca del sueño americano. Lograron establecerse, trabajaron con esfuerzo, pagaron impuestos y formaron una familia. Sin embargo, nunca lograron regularizar su estatus migratorio. En Los Informantes relataron cómo fue su deportación y el profundo dolor de haber sido separados de sus hijas y de la vida que construyeron durante más de tres décadas.“Yo tenía en ese tiempo 18 años. Nelson tenía 22 años y estuvimos unos días en la Ciudad de México y después nosotros viajamos a Tijuana. O sea, nosotros cruzamos por Tijuana. En la frontera era que había un cambio de guardia a la media noche. Mientras salían los oficiales y entraban eran un lapso de que unos 15, 30 minutos y en ese momento era cuando la gente cruzaba. En ese tiempo no existía el muro”, reveló Gladys.Así llegaron ambos en 1989 a Estado Unidos, pasaron caminando por la playa de Tijuana, México, a San Diego, en California. Soñaban con alcanzar el anhelado sueño americano.“Trabajamos en muchas cosas, desde lavar platos, limpieza, pintar apartamentos, en una temporada de nuestra vida que tiramos 7 días a la semana periódico a partir de las 2 de la mañana hasta las 6 de la mañana. Ya nació a los 2 años nuestra primera hija”, contó Gladys.Se casaron, se convirtieron al cristianismo y, con mucho esfuerzo, lograron establecerse en Estados Unidos, pese a las barreras del idioma y las diferencias culturales. Llegaron con muchas ilusiones y metas, incluyendo la intención de legalizar su situación migratoria.En ese nuevo país nacieron sus tres hijas: Jessica de 33, Stephanie de 28 y Gabriela de 23, todas ciudadanas estadounidenses. Nelson obtuvo su permiso de trabajo, lo que le permitió sacar adelante a su familia.Complicaciones en su situación migratoriaEn 1994, su solicitud de asilo fue rechazada debido a inconsistencias en la fecha de ingreso al país presentadas ante la corte migratoria. A partir de entonces, comenzaron un largo proceso de apelaciones. Mientras esperaban una decisión definitiva, continuaron renovando su permiso de trabajo año tras año."Nos dio orden de deportación por eso. Entonces, desde ese tiempo nosotros empezamos a apelar nuestro caso. Hicimos de todo lo que fue posible, apelar al circuito, apelar a la Cámara”, dijo Gladys.Durante 13 años se reportaban regularmente ante inmigración. “Primero era cada 2 meses, cada 3 meses, cada 6 meses, después fue cada año”, contó Gladys. Aunque les renovaban los permisos, seguían siendo ilegales.“Siempre fuimos conscientes de que íbamos a salir. Lo único que nunca de la manera como nos sacaron, ese 21 de febrero fue drástico, fue cruel”, señaló Gladys.Así fue la deportaciónEl 21 de febrero de 2025 asistieron, como de costumbre, a su cita migratoria, sin imaginar que esta vez todo sería distinto. Fueron esposados y trasladados sin previo aviso, con apenas lo que llevaban puesto. Sus hijas permanecieron en Estados Unidos, junto a su nieto, a quien no podrán ver crecer.“Ese día sentí que dejaba mi familia atrás. Hasta ese momento estaba todo como perfecto, bonito, o sea, yo iba a trabajar, llegaba y disfrutaba de nuestros nietos porque yo podía hacer mi propio horario y sí, en ese momento cuando nos arrestaron, eso me dolió muchísimo de la manera como a mi esposa la esposaron. Yo solo le podía decir a ella perdóname”, relató Nelson.Pagaron más de seis abogados distintos durante estos años hasta que les llegó la mala hora. Las autoridades migratorias los separaron. Gladys y Nelson González pasaron a engrosar la lista de los colombianos ilegales detenidos para embarcarlos desde Estados Unidos de regreso a nuestro país. Para el primer trimestre del año iban 13 vuelos y 1359 connacionales deportados.La familia que había construido con tanto amor y esfuerzo se rompió en dos. El camino de vuelta a Colombia no fue nada fácil. Vivieron un proceso de detención doloroso: esposas, traslados nocturnos, revisiones corporales, y largas horas en centros de detención, separados y sin información clara.“Nos encierran en un cuarto y ya nos empapelaron. Ahí nos esposas en las manos, en el abdomen y en los pies. Yo llevaba medias cortas y les digo ‘Me está cortando’ y me dijeron ‘No hay afán’”, recordó Gladys.“Me sacaron de ese lugar a medianoche y me dijeron: ‘No tenemos por qué darle ninguna explicación’. Me trasladaron de Los Ángeles a San Diego. Ingresé al centro de detención a las tres de la mañana. Me tomaron fotos, huellas, todo el proceso de ingreso, como un preso. Me dieron uniforme. La primera semana fue muy dura, no paraba de llorar”, agregó.En una de las escalas, tuvo la fortuna de ver a sus hijas durante 45 minutos. Fue un encuentro breve, pero un bálsamo en medio del desconsuelo. “Luego de la visita, te sacan a un cuarto y básicamente te tienes que quitar toda la ropa. Te revisan por completo, yo no me esperaba eso”, dijo Gladys.Tras pasar por varios estados recogiendo otros inmigrantes que serían deportados, Gladys fue la primera en abordar el avión de regreso a Colombia y al rato vio a su esposo subirse. Van a regresar como salieron. “Para volver a empezar como extranjeros. Somos de aquí, pero Bogotá está grande, está cambiado totalmente”, afirmó Nelson.En medio de lágrimas, la pareja intenta vivir un día a la vez, aunque el dolor de estar lejos de sus hijas y de su nieto es una herida abierta que no deja de doler. La incertidumbre sobre el futuro y la sensación de haber sido arrancados de su vida en EE. UU. los acompaña cada día.Por otro lado, sus hijas solo sienten orgullo por el esfuerzo y sacrificio que hicieron sus padres para darles un mejor futuro. Según la política migratoria, una persona deportada no puede solicitar ningún tipo de visa durante 10 años. Aun así, los González están dispuestos a intentarlo todo nuevamente.
La deportación de la pareja colombiana Gladys y Nelson González después de 35 años en Estados Unidos marcó profundamente a sus tres hijas: Jessica, Stephanie y Gabriela. Los Informantes conoció el testimonio de las jóvenes que se quedaron en EE. UU., enfrentando la separación de sus padres y el impacto emocional de esta tragedia familiar, pues ellas son ciudadanas americanas y permanecerán en el país en el que nacieron. La noticia de la deportación de sus padres llegó de manera abrupta y devastadora para las hijas de Gladys y Nelson González. Jessica, la mayor, recuerda que pese a estar ilegales era un tema que no se tocaba en la familia: "Mis papás no hablaban de eso mucho porque no nos querían asustar".La familia había vivido en una especie de burbuja, tratando de mantener la normalidad a pesar de la incertidumbre legal que siempre los acompañó por más de tres décadas.El día de la deportación, Gabriela estaba en el trabajo cuando recibió un mensaje de su hermana Jessica: "Yo estaba en el trabajo y Jessica escribió que mis papás estaban detenidos. No les dijeron nada, solo les dieron una llamada". La noticia fue un golpe inesperado y doloroso, que dejó a las hermanas en un estado de shock y confusión.La lucha por mantener la unidad familiarA pesar de la distancia y la separación, las hijas de Gladys y Nelson han tratado de mantenerse unidas y fuertes. "Que se preocupen por ellos, que nosotros vamos a estar bien, que estén unidos y que se preocupen por ellos", contó Jessica. La familia ha intentado apoyarse mutuamente, aunque la ausencia de sus padres es una carga emocional difícil de sobrellevar.Las tres hermanas han tenido que adaptarse a una nueva realidad sin la presencia de sus padres. Jessica, Stephanie y Gabriela han encontrado consuelo en su fe y en la comunidad que las rodea. La iglesia, donde sus padres dedicaron tanto tiempo y esfuerzo, ha sido un pilar de apoyo durante este difícil proceso. "Necesitan sentirse orgullosos por el trabajo que ellos hicieron de mis hermanas y yo y pues también el trabajo que hicieron en la iglesia", afirmó una de las hijas.El orgullo por el esfuerzo de sus padresLas hijas de Gladys y Nelson sienten un profundo orgullo por el esfuerzo y sacrificio que sus padres hicieron durante sus años en Estados Unidos. La dedicación de sus padres a la familia y a la comunidad es un legado que ellas valoran y respetan.La historia de trabajo duro y perseverancia de Gladys y Nelson es una fuente de inspiración para sus hijas. Desde lavar platos y limpiar apartamentos hasta trabajar en exámenes médicos, sus padres hicieron todo lo posible para darles una vida mejor y cumplir el anhelado sueño americano."Trabajamos en muchas cosas, desde lavar platos, limpieza, pintar apartamentos, en una temporada de nuestra vida que tiramos 7 días a la semana periódicos a partir de las 2 de la mañana hasta las 6 de la mañana. Ya nació a los 2 años nuestra primera hija", afirmó Gladys.La incertidumbre del futuroLa deportación de sus padres ha dejado a las hijas González en una situación de incertidumbre. Aunque ellas pueden continuar con sus vidas en Estados Unidos, la separación de sus padres y la imposibilidad de reunirse con ellos en sueño estadounidense durante los próximos 10 años es una realidad difícil de aceptar."Ahorita viviendo un día a la vez, las hijas están allá, pero sabemos que tenemos un castigo de 10 años de no regresar al país, no podemos, pero vamos a intentar", afirmó Gladys.Sin embargo, la familia mantiene la esperanza de encontrar una manera de reunirse nuevamente. "Vamos a intentar", afirmó Gladys, reflejando el espíritu de lucha que siempre ha caracterizado a esta familia."Que se preocupen por ellos, que nosotros vamos a estar bien, que estén unidos y que se preocupen por ellos", reiteró Jessica, mostrando la fortaleza de la familia González.El día de la entrevista con Los Informantes a sus hijas les quedaban pocas horas en Colombia y regresarían a Estados Unidos, pues habían llegado a visitarlos y a acompañarlos mientras se acomodaban en Bogotá en un apartamento arrendado por algunas noches en la capital del país. La familia González, separada por las políticas migratorias, sigue unida en espíritu y en la lucha por superar esta difícil etapa de sus vidas.
Familias denuncian que pacientes con discapacidad cognitiva fueron sometidos a castigos extremos, como inmovilizaciones prolongadas, en una IPS llamada Elogios, ubicada en Piedecuesta, Santander. Imágenes reveladas por el equipo de Séptimo Día muestran los presuntos actos de tortura, acompañadas de crudos testimonios de los familiares.María Luz Rodríguez, madre de Jaime Ricardo Carrasquilla, un joven de 30 años, denunció que su hijo fue víctima de maltratos durante los meses que permaneció en la IPS Elogios. “La cara de angustia que tiene él en los videos, es rogándoles que le den comida. Eso para nosotros fue terrible”, afirmó María Luz.Desde muy pequeño, Jaime Ricardo empezó a mostrar señales diferentes en su desarrollo. “Era muy hiperactivo, no hablaba, todo me lo pedía con señas. Lo llevé al pediatra y, después de varias citas, me confirmaron que mi hijo tenía autismo”, relató su madre.Jaime logró cursar hasta séptimo grado en una institución, pero luego tuvo que ser trasladado a centros educativos con programas adaptados a su discapacidad cognitiva. "Él empezó a tener episodios de agresividad, y estuvimos así durante un tiempo, hasta que un día, en una cita con el psiquiatra, me recomendó la IPS Elogios", afirmó.En 2022, María Luz acudió a la sede de atención de la IPS Elogios, donde le informaron que su hijo recibiría terapia psicológica, de lenguaje y otros tratamientos acordes con su condición y necesidades. “’¿Cuánto le costaba a usted mantener allá a su hijo?’ La electrificadora, que es donde mi esposo trabaja, pagaba 7 millones de pesos mensuales”, aseguró.Reveladoras imágenesEse mismo año, Jaime ingresó a la IPS, pero tras varios meses su madre notó escasos avances en su condición. Fue entonces cuando él le confesó que estaba siendo torturado, maltratado y amarrado. Sin embargo, María Luz no contaba con pruebas concretas que respaldaran las denuncias de su hijo.En septiembre de 2024, una persona anónima se puso en contacto con María Luz y le envió fotografías y videos que evidenciarían el presunto maltrato que estaba recibiendo su hijo. “Esa no es la manera de tratar a una persona con discapacidad; ellos son seres humanos, son como niños. Para mí, eso es agresión, maltrato y tortura. En todas las fotos se ve claramente a unos muchachos que los están torturando”, denunció.Luego de recibir esas contundentes pruebas, María Luz decidió retirar de inmediato a su hijo Jaime y aseguró que se arrepiente profundamente de haberlo ingresado a ese lugar.Denuncias de exempleadosLa entidad estaba representada legalmente por Amparo Durán, quien, junto con su equipo, prometía avances significativos en el tratamiento de pacientes con discapacidad cognitiva.Así como el caso de Jaime, hay otras familias que denuncian haber sido víctimas de una situación similar: aseguran que sus hijos, con discapacidad cognitiva, fueron sometidos a maltratos físicos y psicológicos durante su permanencia en la IPS Elogios.Una exempleada de la IPS Elogios, cuya identidad se mantiene en reserva por motivos de seguridad, habló con el equipo de Séptimo Día. Durante tres años trabajó en esa institución y aseguró que recibía instrucciones directas de Amparo Durán sobre cómo tratar a los pacientes.“Lo que ellos reciben allí son golpes, maltrato, humillaciones y un dolor constante. Yo tuve que ver eso por mucho tiempo y aunque traté, con los recursos que tenía, de salvarlos, no se pudo”, dijo la mujer, y agregó, que “los encontraba con hematomas, ojos morados, pies heridos, y cuando preguntaba qué había pasado, nadie decía nada”.La Fiscalía ha recibido varias denuncias formales contra Elogios, su directora y algunos funcionarios. La Policía de Bucaramanga, en coordinación con la Fiscalía, llevó a cabo una investigación que resultó en la captura de siete personas, incluyendo a Amparo Durán, por el presunto delito de tortura agravada.El general Henry Yesid Bello, comandante de la policía de Bucaramanga, declaró: "La investigación evidenció que en este centro se practicaban tratos crueles, degradantes y castigos físicos a los pacientes como inmovilizaciones indebidas y uso de agua a presión. Las denuncias fueron realizadas por familiares y extrabajadores".Sin embargo, en la audiencia de legalización de las capturas, el juez determinó que había errores en los procedimientos, por lo cual las declaró ilegales y las siete personas quedaron en libertad. A pesar de esto, el proceso en su contra continúa y serán las autoridades quienes determinen si cometieron algún delito.¿Qué dijo la entidad señalada?Aunque el equipo de Séptimo Día intentó comunicarse con las personas señaladas por los presuntos maltratos y torturas a pacientes con discapacidad cognitiva, ninguna de ellas respondió a los requerimientos ni ofreció declaraciones.No obstante, el abogado de Amparo Durán, Rodrigo Parada, se pronunció sobre las denuncias en contra de la IPS Elogios. “¿Para usted esto está bien? Es que no tiene que parecerme bien a mí; quien debe considerarlo apropiado es el personal médico. No es un tema de percepción”, afirmó.El secretario de Salud de Santander reveló que, hace menos de tres años, las autoridades detectaron irregularidades en la IPS Elogios. “Se le realizó una visita de inspección, vigilancia y control, en la que este prestador no cumplía con algunos estándares relacionados con las hojas de vida del personal. En este momento, la institución se encuentra en un proceso que debe seguir su curso”, señaló.Las autoridades serán las encargadas de determinar si se cometió o no un delito. Mientras tanto, para los padres que compartieron sus testimonios, es evidente que hubo un presunto abuso de los derechos de sus hijos, y esperan que se haga justicia en cada uno de los casos.
A la cárcel fue enviado Gabriel Escobar, de 32 años y que aceptó ser el responsable del feminicidio de su expareja, Angie Paola Rodríguez, una joven de 26 que era madre de dos pequeñas menores de edad y que fueron testigos del crimen cometido el 8 de abril de 2025 en el municipio de Trujillo, en Valle del Cauca.El hombre intentó ocultarse en otra población del departamento vallecaucano, pero tras casi un mes de investigaciones las autoridades lograron ubicarlo y darle captura.Enterró el arma y la ropa que usóEn la madrugada del 8 de abril de 2025, Escobar ingresó violentamente a la casa de su expareja, ubicada en el municipio de Trujillo, y allí se abalanzó sobre Angie, quien, según el reporte de la Fiscalía General de la Nación, “se encontraba en condición de vulnerabilidad e indefensión en el momento que sucedieron los hechos”.Sus dos niñas fueron testigos del cruel acto que les arrebató a su mamá. El hombre, detalló la coronel Sandra Liliana Rodríguez, comandante de la Policía del Valle, usó un arma cortopunzante y le causó 72 heridas a la mujer, “las más graves a la altura del cuello, las cuales fueron las que finalmente causaron su deceso”“Desafortunadamente este crimen fue presenciado por sus dos hijas, menores de edad, de 4 y 8 años”, agregó la oficial.Según la Policía Nacional, tras cometer el feminicidio, Escobar “intentó ocultar las pruebas enterrando el arma y la ropa utilizada. Posteriormente, huyó a una zona rural del municipio de Bolívar, Valle del Cauca”.La coronel Rodríguez indicó que tras más de 20 días de búsqueda del sujeto y luego de recolectar “el material probatorio”, se capturó y presentó ante la justicia Escobar. “Las pruebas recabadas durante la investigación fueron fundamentales para la emisión de la orden de arresto”, que se hizo efectiva el pasado 1 de mayo, destacó la institución policial.El señalado feminicida fue imputado por el delito de feminicidio agravado, cargo que aceptó. Un juez de control de garantías ordenó que el hombre cumpla medida de aseguramiento en un establecimiento carcelario.Feminicida de Sofía Delgado fue condenado a más de 58 años de cárcelEl caso del feminicidio de Angie Paola Rodríguez cobra vigencia luego de que en el mismo departamento del Valle del Cauca, hace solo unos días, fuera sentenciado Brayan Campo, confeso asesino de la niña de 12 años Sofía Delgado. “En la historia judicial de Colombia no se había dado una pena de esa magnitud”, destacó el abogado de la familia de la víctima, Mario Iguarán.Lady Zúñiga, mamá de la menor de edad, dijo que “cuando yo recibí la noticia de la condena de él son dos sentimientos que se encuentran ahí, no felicidad, pero sí el saber que este hombre ya no va a dañar más niñas ni va a salir a destruir más familias”.Por su parte, Iguarán dijo que personas Brayan Campo, “estos monstruos, se merecen incluso mucho más. Algunos somos correligionarios de la cadena perpetua porque estos sujetos no deberían tener la posibilidad ni la expectativa de estar un día en libertad”.Líneas para denunciar abuso sexual y violencia intrafamiliar en ColombiaLas víctimas en Colombia pueden buscar ayuda en las siguientes instituciones: ICBF, EPS, Fiscalía, Policía, instituciones educativas, Personería, Defensoría del Pueblo o Procuraduría.Línea Púrpura en Bogotá 018000 112137, WhatsApp 3007551846 o escribiendo al correo electrónico lpurpura@sdmujer.gov.coLínea 123 Mujer Antioquia o escribiendo al correo electrónico linea123ma@antioquia.gov.coPatrulla morada: 155Policía Nacional: 123Línea Fiscalía General de la Nación: 122Instituto Colombiano de Bienestar Familiar: 018000 918080Línea de Protección para niños, niñas y adolescentes: 141Línea especializada para la prevención y atención de la Violencia Sexual del ICBF: 018000112440
Un grave accidente de tránsito se acaba de registrar en La Guajira, luego de que un vehículo que transportaba personal de salud cayera a un arrollo crecido. La tragedia ocurrió en la vereda La Montañita, del municipio de Dibulla. Según las autoridades, todo un equipo de atención en salud extramural adscrito al Ministerio de Salud que atendía población vulnerable y dispersa falleció luego de que el vehículo en el que se transportaban cayera en una cuneta y terminara volcada en un arroyo crecido. Las personas no pudieron salir y fallecieron ahogadas. En el vehículo se transportaban cuatro mujeres profesionales y el conductor, las cinco personas perdieron la vida. Por el momento se espera que el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía haga la inspección técnica de las autoridades para determinar las circunstancias de los hechos.Noticia en desarrollo...
Los sueños de muchos niños se hacen realidad gracias al esfuerzo y sacrificio de sus padres. El sueño de Sebastián Osorio Carmona era ser piloto de avión y así lo cumplió luego de muchos años de lucha de sus papás, por lo que no había mejor manera de agradecerles que siendo él el capitán que manejara el avión a su destino soñado.El video del momento de la sorpresa le da la vuelta a las redes sociales, siendo compartido por miles de usuarios que terminan con el ojo aguado o llorando después de ver la historia. La historia de Osorio Carmona es la de muchos profesionales colombianos que agradecen a sus familias por todos los sacrificios que hicieron para verlos cumplir sus sueños y ahora quieren retribuirles.Piloto sorprendió a sus papás en vuelo a San AndrésLa historia de este piloto colombiano se conoció a través del perfil del creador de contenido turístico Nelson Suárez, quien compartió el video y reveló los detalles detrás de este emotivo momento. "Hoy no es un vuelo cualquiera… En la cabina de mando está sentado un joven que un día soñó con volar y hoy ese sueño es una realidad; y en la primera fila del avión, sus padres, sin saber la sorpresa que les espera", se lee en la publicación.Efectivamente, en el video se observa que los pasajeros de este avión están a la espera del despegue y, como es costumbre, antes de salir reciben unas palabras del capitán. En cuanto se escucha la voz del piloto, la pareja que está ubicada en la primera fila se mira confundida y empieza a mirar a todos lados. "Desde la cabina de mando les habla su primer oficial, mi nombre es Sebastián Osorio Carmona". Esas primera frase fue suficiente para emocionar a los padres que, en medio de su confusión, celebraban el poder estar con su hijo en el mismo avión.El piloto dio algunos detalles de rutina sobre el vuelo que estaba a punto de despegar y, cuando terminó, decidió revelar a los demás pasajeros presentes que este no era un vuelo como cualquier otro, sino que tenía un componente personal que lo hacía el más especial de todos. En ese momento el profesional reveló que tenía el honor de llevar a sus padres por primera vez a un destino soñado."Quiero compartir algo muy personal que hace de este, el vuelo más importante de mi vida. Hoy tengo el inmenso honor de llevar a bordo por primera vez a las personas que más amo en el mundo, mis padres: William Osorio y Luz Marina Carmona, sentados en la primera fila", expresó el profesional a través de las bocinas del avión.Los papás de el piloto empezaron a abrazarse y se sujetaban la cabeza, sin poder creer lo que estaba pasando. En ese momento, Osorio les dedicó un mensaje especial: "Papás, sé que esto los toma completamente por sorpresa, pero con el corazón lleno de gratitud, quiero decirles que este momento, es la cosecha de tantos años de esfuerzo, sacrificios y amor incondicional que ustedes sembraron". Osorio insistió en que el apoyo de sus padres fue indispensable para cumplir su sueño de ser un piloto profesional.Según el profesional, fueron muchos los sacrificios que sus papás hicieron para que él se convirtiera en un piloto profesional y es por eso que había decidido agradecerles de esta manera. Uno de esos sacrificios, seguramente, fue no viajar a San Andrés, un destino que ellos soñaban visitar desde que Sebastián era un niño y que lo mencionaban siempre que podían. "Ustedes me enseñaron a soñar en grande y qué mejor manera de agradecerles que siendo yo el que los lleve, como su piloto, a cumplir uno de sus sueños. Este vuelo no es solo un viaje, es un homenaje a ustedes, a todo lo que han hecho por mi. Gracias por ser mi motor, mi brújula y mis alas".Tras este emotivo mensaje, los demás pasajeros empezaron a aplaudir bastante conmovidos por lo que estaban presenciando en lo que parecía ser un vuelo normal a San Andrés. Sebastián salió de la cabina con flores y regalos para sus padres, quienes inmediatamente se levantaron de sus asientos y lo recibieron entre abrazos, lágrimas y mucho orgullo por el esfuerzo familiar realizado.MARÍA PAULA GONZÁLEZPERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOLCORREO: mpgonzal@caracoltv.com.co
A los 54 minutos, Eric García devolvió a la vida al Barcelona tras anotar el descuento en el Giuseppe Meazza. Sin embargo, dos minutos después, el mismo protagonista estuvo cerca del doblete con un remate de pierna izquierda, pero Yann Sommer tuvo una gran intervención y evitó la caída de su arco.La alegría llegaría a los 60 minutos de juego, gracias a Dani Olmo, quien igualó la serie, que por ahora mantiene la llave de la semifinal en suspenso luego de que Inter se adelantará en el marcador por dos goles. Vea la atajada de Yan Sommer en el Inter vs. Barcelona
En los primeros minuto del segundo tiempo, Barcelona encontró el gol de descuento contra Inter de Milán por intermedio de Eric García.A los 54 minutos, el lateral izquierdo Gerard Martín asistió al lateral español que entró al área, remató y puso el balón en el ángulo.Vea el gol de Eric García acá:
Hay quienes harían de todo con tal de tomarse una buena fotografía, incluso poner en riesgo su vida para obtener cientos de me gusta en sus selfis.Decapitó a su hermana, con ayuda de su mamá, y se tomó una selfi con la cabezaEn esta ocasión, habitantes de la afueras de Ottawa, Canadá, pusieron en riesgo sus vidas para rescatar a una joven que condujo sobre un río congelado y terminó hundiendo su auto luego de que la capa de hielo se rompiera.La joven manejó por varios metros, pero en uno de los tramos la capa de hielo era muy delgada y su vehículo empezó a sumergirse.Lo lógico, comentan en redes sociales, era que la conductora saliera del carro y se pusiera a salvo. Sin embargo, ella tenía otros planes.Con completa calma, la joven se puso de pie sobre la cajuela del vehículo y se empezó a tomar decenas de selfis sin siquiera mostrar afán por salvarse.Momentos después de que el carro empezara a hundirse, un grupo de personas llegó al lugar y la rescataron arrastrándola en un Kayak.Gracias a los videos grabados por la comunidad, las autoridades canadienses presentaron cargos contra la joven por conducción y maniobras peligrosas.
La víctima, que quedó en coma, se encontraba en una estación y quiso salir a fumarse un cigarrillo. Uniformado alegó que el detenido lo agredió primero. El forcejeo y la detonación quedaron grabados en un video que se ha viralizado en las últimas horas. La tragedia se registró en Maniwaki, localidad ubicada al norte de la ciudad canadiense de Ottawa. Las fuertes imágenes muestran cuando tres agentes intentan someter al joven de 18 años, quien se aprecia exaltado y forcejea. En un primer momento, la madre del adolescente se acerca y pide a los agentes serenarse. Después, la mujer abandona la escena momentáneamente. La refriega prosiguió y se salió de control. En el momento de mayor tensión, la madre reaparece y ruega desespeada a los uniformados para que no disparen. Sin embargo, la petición de la mujer no fue atendida y el joven resultó con una grave herida en la cabeza. Las autoridades canadienses anunciaron la apertura de una investigación por el incidente. El fatal incidente se produjo el pasado 31 de enero.
En videos aficionados quedó registrado el momento en que la Policía y las fuerzas especiales ingresan en búsqueda del agresor, que fue abatido.