Según el oftalmólogo Douglas Tawse, signos como las malas notas, la perdida de atención, ojos rojos y dolores de cabeza son los síntomas más frecuentes detectados por los padres de familia.
Ante cualquiera de estas manifestaciones, se recomienda buscar ayuda profesional para dar el tratamiento adecuado.
Los diagnósticos más frecuentes son: miopía, hipermetropía y astigmatismo. Algunos pueden pasar desapercibidos pero pueden aumentar con la edad.
Los médicos recomiendan que para que estas alteraciones no causen complicaciones como bajo rendimiento escolar, la primera recomendación es realizar un examen visual.
El examen debe repetirse cada seis meses, pues la formula que necesita el niño puede variar.
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