Juan Diego Alvira recorrió algunas zonas de Bogotá y encontró a varios ciudadanos que, sin tener por qué estar fuera de casa, siguien desafiando al coronavirus.
Largas filas en los supermercados sin guardar la distancia mínima para evitar contagios del COVID-19 , menores de edad caminando sin ninguna razón por la calle, jóvenes bebiendo licor fuera de sus casas y parejas amorosas en los parques se pueden ver en la ciudad.
Mientras tanto, el comercio está cerrado y los dueños de los locales hacen hasta lo imposible para que los ahorros alcancen para comer.
La buena noticia es que la mayoría de la población cumple con la cuarentena y se inventa actividades dentro de sus casas para pasar los días de aislamiento.
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