El Concejo de Bogotá, órgano legislativo de la capital colombiana, aprobó hoy preguntar en consulta popular a los ciudadanos si están de acuerdo con que se realicen corridas de toros y novilladas en la ciudad, informaron fuentes oficiales.
La propuesta, que parte del alcalde Gustavo Petro, ahora deberá pasar un último trámite en el Tribunal Superior de Bogotá antes de que finalmente reciba luz verde y la Alcaldía fije una fecha para realizar la consulta.
Horas antes de la votación de hoy, protaurinos y animalistas volvieron a exhibir sus diferencias, desatadas desde junio de 2012 cuando Petro revocó el contrato de arrendamiento de la plaza La Santamaría con la Corporación Taurina de Bogotá para convertir el coso en un centro cultural alrededor de la vida "y no de muerte".
La controversia fue resuelta por la Corte Constitucional de Colombia en septiembre de 2014, cuando sentenció que la tauromaquia debía regresar a La Santamaría argumentando "la preservación de la cultura taurina", un fallo que en febrero ratificó.
El alto tribunal ordenó además a la Alcaldía de Bogotá entregar en septiembre de 2016, con mejoras estructurales, la plaza de toros para que la tauromaquia regrese al escenario.
Ahora, la consulta aprobada hoy pretende averiguar si es cierto que las corridas de toros son parte de la cultura de los bogotanos, preguntando a sus ciudadanos si están "de acuerdo, sí o no, con que se realicen corridas de toros y novilladas en Bogotá".
Muy bien que el Concejo Distrital abra el camino de la participación ciudadana para decidir si o no a las corridas de toros en Bogotá
— Gustavo Petro (@petrogustavo) July 28, 2015
Para los protaurinos, la pregunta les sitúa en un "marco de indefensión" y se realiza solo por intereses políticos, como aseguró a Efe Humberto Martínez, de la Unión de Toreros de Colombia.
Martínez está convencido de que una iniciativa de estas características "aplastaría" a los que son aficionados a la tauromaquia.
"Es como si preguntaran a los bogotanos si están de acuerdo con los metaleros, los rockeros o adopción gay, porque somos minoría", consideró este aficionado, que recordó que solo puede abolir la tauromaquia el Congreso de Colombia y advirtió que, en caso de ser necesario, se movilizarán para defender sus intereses.
"Si tenemos que cosernos la boca, ponernos en huelga de hambre y que se muera cualquier compañero lo vamos a hacer, porque lo único que sabemos es que el animalismo en Bogotá es más negocio y más política que cualquier otra cosa", aseguró.
Mientras, los animalistas responden que la consulta es absolutamente legal, que no va en contra del fallo del Constitucional y que, además, el argumento de las minorías no tiene base jurídica en este caso.
"Ellos no son minoría constitucional. Aquí no hay minoría étnica, ni por un tema indígena o pertenencia sexual. Esto es una minoría en términos de gusto. No hay que confundir el gusto con la minoría", aclaró a Efe Albeiro Ulloa, miembro del colectivo "Bogotá sin toreo".
Ulloa matizó que la pregunta busca comprobar si los bogotanos realmente están de acuerdo con la tauromaquia para, en caso de que salga el "no", tener una base jurídica para continuar su lucha por la abolición demostrando que los bogotanos no sienten esta práctica como parte de su cultura.
Algo que no quiere decir que, en caso de que gane el "sí", el movimiento para erradicar las corridas se apague, matizó.