“El gran temor es que puede haber muertos”: alcalde sobre corte de luz a cultivos ilícitos en Cauca

Los pesebres de marihuana en las montañas del departamento ya están comenzando a apagarse, tras orden de Fiscalía. Noticias Caracol acompañó dicho proceso.
La tarea se cumple a ritmo lento, porque la erradicación forzada de energía acarrea riesgos para los operarios que cortan la luz y para los alcaldes que deben cumplir con la disposición de la autoridad judicial. El problema de fondo es que el Estado no ha cumplido con los programas de sustitución de cultivos.
Toribío y Corinto son los dos municipios con mayor número de invernaderos de marihuana en el norte del Cauca. Les siguen Miranda y Caloto, también con este sistema de iluminación y grandes secaderos.
En estas cuatro poblaciones fue donde la Fiscalía ordenó a la Compañía Energética de Occidente (CEO) cortar la energía en los sitios puntuales, para combatir los cultivos, regular el servicio y evitar que se sigan robando la luz.
"Tenemos un 80 % de pérdidas en esos circuitos. La energía que se está perdiendo en esos cuatro municipios, en la zona rural, equivale para tener una ciudad de Popayán completa allí en las montañas del Cauca", explicó Javier Torres, técnico de la Compañía Energética de Occidente.
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La ciudad perdida de la marihuana que parecía un pesebre y ahora se está quedando sin luz La tarea comenzó en Toribío, son 66 veredas, tres de ellas resguardos indígenas Nasa, en los corregimientos de Tacueyó y San Francisco. Se han hecho 21 cortes efectivos bajo la protección de la guardia indígena, que cuida el ingreso de las brigadas a las veredas.
El segundo municipio es Miranda, de sus 32 veredas tres presentan cultivos de marihuana con 14 secaderos con alto consumo de energía. José Leonardo Valencia, alcalde de la población manifestó a Marcela Pulido su principal preocupación por dicho proceso.
"Lo que pasa es que la gente tiene que sobrevivir y mientras no les cumplan con los pagos de los acuerdos que se hicieron en La Habana la gente va a seguir cultivando, porque esa es su forma de vida. El gran temor es que pueden posiblemente haber muertos, porque allá están los GAO residuales, o sea lo es fácil subir. Inclusive a la CEO ya le asesinaron una persona", dijo Valencia.
Por su parte, Liliana Ararat, alcaldesa de Caloto rechaza la orden de la Fiscalía, pues aseguró que la medida es extrema y "aunque se debe cumplir, va a traer problemas a las comunidades", afirmó.
Igualmente, el mandatario local de Corinto, Edward Fernando García, opinó que esta es casi una erradicación forzada y sostuvo que los habitantes de su municipio están a la expectativa.
La complejidad en estas poblaciones del norte del Cauca es mayúscula, por el tono que han tomado los diálogos con la compañía. Cortar la luz en la lucha contra el narcotráfico en esta parte del país podría ser una bomba de tiempo.
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