Sus víctimas llaman al teléfono que aparece en el documento y efectivamente le contestan la mamá y el hermano, quienes dicen estar cansados de sus fechorías.
Según la Policía, está plenamente identificado y ha robado en por lo menos 10 establecimientos de Bogotá.
Quedó en evidencia gracias a la cámara de seguridad de un bar, ubicado en la localidad de Teusaquillo, donde se presentó por una vacante.