Édinson Mina González tiene 37 años, una hija de 5 y su padre de 91 que, así como el resto de su familia y también amigos, llevan casi un mes sin saber nada de él. La última vez que lo vieron fue en la Comuna 22, cuando visitó a su hija y luego regresó a su casa en el barrio Mélendez, sur de Cali.
“Nosotros suponíamos que él estaba con amigos. Al pasar las horas, el celular estaba apagado y nadie sabía de él”, aseguró Natalia Quintero, madre de la hija de Édinson.
La madre de su hija y su hermana lideraron el pasado lunes 24 de agosto de 2020 un plantón en las afueras de las Gobernación del Valle del Cauca, centro de Cali, con el objetivo de pedir igualdad en la investigación del caso de su familiar.
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“Así como la gobernadora dispuso tanta gente tanto disposición para la desaparecida exigimos que pongan lo mismo para la búsqueda de mi hermano”, dijo Marta Mina, hermana de Édinson.
Marta hacía referencia a Natalia Salazar , la joven de 23 años que fue secuestrada el lunes 17 de agosto de 2020 y fue liberada el pasado fin de semana. Por información que permitiera encontrarla, la Gobernación del Valle del Cauca había ofrecido $100 millones .
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Ahora, para el caso de Édinson, los familiares lograron reunir, entre todos, un millón de pesos para entregárselo como recompensa a quien brinde datos que ayuden a dar con su paradero.
Sus parientes aseguran que la denuncia fue interpuesta ante la Fiscalía el pasado 29 de julio, justo el día en que se produjo la desaparición.
En lo corrido del 2020, un total de 243 personas han sido reportadas como desaparecidas en Cali y 104 de ellas aún están siendo buscadas. Édinson Mina González es una de ellas, pero su familia denuncia que, por cada 20 casos, solo hay un investigador a cargo.
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“La Fiscalía y la Sijín han estado pendientes del caso, pero como solo asignan a uno o dos por tanto desaparecido no ha sido eficaz la búsqueda”, afirmó Marta.
El mismo día en que se realizó el plantón, pero en horas de la noche, los seres queridos llevaron a cabo un bloqueo en la vía Cali-Jamundí hasta donde llegó un oficial de la Policía, quien les colaboró citando a una reunión con Gaula y Sijín para agilizar la investigación.
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Por lo pronto, piden celeridad en el caso del mensajero que un día salió a ver a su hija, llegó a su casa, se reportó con sus allegados y desde allí no se volvió a saber nada.