Aprovecharon que los uniformados estaban de turno para llevarse seis televisores y hasta la ropa de sus víctimas sin levantar sospechas.
Llegaron a la vivienda, ubicada en Puente Aranda, y tuvieron tiempo de llevarse electrodomésticos sin levantar sospecha de los vecinos.
Aunque rompieron la chapa, quitaron algunos vidrios con herramienta especial para no hacer ruido.
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