Se consolidó como la mejor de la temporada al conseguir una marca de 14,96 en Marruecos. El segundo lugar lo ocupó la jamaiquina Kimberly Williams. En el primer salto, Ibargüen alcanzó los 14,70 mts. En el segundo superó su marca anterior solo por 1 centímetro, mientras que en el tercer intento la colombiana hizo 14,53. No mejoraba su registro parcial, pero seguía en primer lugar. En el cuarto intento, Caterine tuvo un saltó que arrojó los 14,40; el más bajo de su serie, pero el quinto fue el de la consagración, logró con él, el mejor salto del año. Los 14,96 le avisaban que en Rabat seguiría reinando. Al final, saltó para conseguir 14,91, un nuevo gran registro, pero inferior a la marca que le adjudicó el primer lugar en la novena parada de la Liga Diamante.
La colombiana ganó con una marca de 14,51 metros en la segunda competencia de la temporada del salto triple femenino. Caterine Ibargüen vuelve a la victoria en la Liga Diamante tras ser segunda en Roma, donde fue superada por la venezolana Yulimar Rojas, quien no estuvo este domingo en Marruecos. Caterine Ibargüen, segunda en el inicio de la Liga Diamante 2017 |... A la colombiana, quien con 15 puntos lidera la Liga Diamante, la acompañaron en el podio la jamaicana Kimberly Williams (14,31) y la griega Paraskevi Papachristou (14,21). En el nuevo formato de la Liga Diamante, el salto triple femenino solo estará en cuatro (Roma, Rabat, Mónaco y Birmingham) de las 12 reuniones del año y tendrá una final (Zúrich).
Ricky Martin, que cantó ante decenas de miles de rabatíes el pasado 6 de junio, era uno de los "platos fuertes" del Festival Mawazine, el más importante de un país donde la práctica de la homosexualidad está castigada con la prisión. El cantante seguro que no desconocía este detalle, como tampoco la polémica despertada en 2010 por la participación de Elton John, al que el partido islamista Justicia y Desarrollo (PJD), hoy en el gobierno, intentó vetarlo por su abierta condición homosexual. La presencia de Ricky Martin en Rabat fue menos controvertida, y nadie quiso sacar a relucir su condición sexual hasta pasado el concierto, cuando comenzaron a circular por la red unos vídeos en los que se veía a un grupo de espectadores de Rabat agitando la bandera arcoiris del orgullo gay ante el cantante. Dijeron que el artista había cantado para aquel grupito de gays y que llegó a comentar "qué bonita bandera", pero todo eso está por demostrar. Lo que no está por demostrar es que Ricky Martin cambió uno de sus temas para cantar a un amor masculino. La canción "She's all I ever had" transcurría según los cauces normales, siendo una mujer el objeto de devoción del artista, cuando de pronto, y sin que casi se notara, Ricky Martin cambió los pronombres y cantó: "Él es mi amante, mi amigo; cuando miro a sus ojos, es la forma en que lo siendo dentro, como el hombre que quiero ser, él es todo lo que necesito". Luego regresó al pronombre femenino y nadie pareció notar nada anormal, tal vez por el ruido, o tal vez porque en Marruecos el inglés es un idioma desconocido para la mayoría de la gente. La práctica de la homosexualidad está castigada en Marruecos con penas de hasta tres años de cárcel, además de una gran reprobación social, y es impensable que alguien pueda declarar abiertamente que es homosexual.