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Noticias Caracol El rastro El hallazgo forense que desmontó la versión de robo en un feminicidio en Ocaña: “Un tiro de gracia”

El hallazgo forense que desmontó la versión de robo en un feminicidio en Ocaña: “Un tiro de gracia”

Un contundente disparo reveló que el crimen de Karen Granados en Ocaña, Norte de Santander, en 2023, no fue un robo como se creía inicialmente, sino un feminicidio planeado por una persona cercana.

Un disparo cambió el rumbo de la investigación por el asesinato de una mujer en Ocaña
Un disparo cambió el rumbo de la investigación por el asesinato de una mujer en Ocaña
Foto: El Rastro

El 24 de febrero de 2023, Karen Lorena Granados, madre de tres hijos, fue brutalmente asesinada en una calle de Ocaña, Norte de Santander. Lo que en un principio parecía un robo, pronto se convirtió en un caso de feminicidio que estremeció a toda la ciudad. Un hallazgo forense clave dio un giro completo a la rigurosa investigación que logró revelar la verdad detrás de su homicidio. El Rastro investigó este caso en el 2024.

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Karen Lorena Granados, de 35 años, salió como de costumbre hacia el gimnasio antes de iniciar su jornada laboral como recepcionista en un hotel del municipio. Nunca llegó. En el camino fue interceptada por dos hombres en motocicleta que, según los primeros reportes, le dispararon y le robaron sus pertenencias.

Su prima y mejor amiga, Marly Pérez, fue quien encendió las alarmas. Al recibir una llamada donde le informaban que Karen no llegaba al trabajo, fue a buscarla a su casa, pero no la encontró. Poco después, la noticia de un aparente robo que terminó en homicidio comenzó a circular en la ciudad. Nadie imaginaba que la víctima era Karen.

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La familia de la mujer se dirigió al hospital con la esperanza de que no fuera ella, pero allí Marly tuvo que hacer el reconocimiento del cuerpo. Un tatuaje de una luna confirmó lo que los seres queridos de la madre no querían escuchar: Karen había sido asesinada.

El hallazgo forense que cambió la investigación

En la morgue se hizo la inspección técnica al cuerpo de Karen Granados y se descubrió que tenía un disparo en la cabeza. La noticia fue muy dolorosa para su madre, María Dolores Vargas, conocida como Loli: “Que había sido un tiro de gracia, que había sido en la frente, en la cabeza”.

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El informe forense fue contundente: el disparo fue realizado en la región frontal izquierda, sin orificio de salida. Un tiro certero, directo a matar. No era el tipo de disparo que se hace en medio de un robo señalaron las autoridades, un descubrimiento que encendió las alarmas.

Este hallazgo cambió por completo el rumbo de la investigación. La Policía dejó de considerar el caso como un simple hurto y comenzó a indagar otras hipótesis. ¿Quién querría matar a Karen? ¿Y por qué?

Las cámaras y la ruta de escape de los implicados

Las autoridades revisaron las cámaras de seguridad del sector. En ellas se pudo identificar a dos hombres en motocicleta que abordaron a Karen. También se logró establecer la ruta de escape, pero no había pistas claras sobre sus identidades pues no se les podía ver el rostro.

Adicionalmente, la Policía comenzó a analizar el cercano de Karen, puesto que, en estos casos, las parejas y exparejas suelen ser los primeros en ser investigados. Wilson Vergel Gómez, expareja de Karen y padre de sus hijos, mantenía una relación aparentemente cordial con la familia, pero pronto comenzaron a surgir dudas.

Autoriadedes analizaron videos de seguridad y cámaras en caso de feminicidio en Ocaña
Autoriadedes analizaron videos de seguridad y cámaras en caso de feminicidio en Ocaña
Fotos: El Rastro

Un señalamiento inesperado

La investigación avanzó gracias a un detalle clave: la ropa que llevaban los atacantes. A través de las cámaras, se logró identificar a uno de ellos. Se trataba de Germán Manuel Camejo, de 21 años, quien fue capturado inicialmente por tráfico de estupefacientes. En su habitación se encontraron drogas, pero también indicios de su participación en el crimen de Karen.

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Durante los interrogatorios, Camejo aceptó declarar. Un mes después del asesinato, reveló el nombre del conductor de la motocicleta: Ifre Junior Castillo, pero lo más impactante a todos fue la acusación contra Wilson Vergel Gómez, el padre de los hijos de Karen, como autor intelectual del crimen.

Karen y Wilson habían mantenido una relación de más de 20 años. Se conocieron cuando ella tenía apenas 15. Sin embargo, hacía dos años que Karen había decidido terminar la relación. Según sus familiares, la decisión fue tomada debido a maltrato y agresiones físicas.

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Tiempo después, Karen inició una nueva relación sentimental, lo le causó celos a Wilson, quien no podía aceptar que ella tuviera una nueva pareja sentimental. “Él me decía que estaba desesperado por ella, que quería volver con ella, pero aun así seguía con la obsesión y todos los días me decía ‘yo tengo que volver con tu prima’. Solo le importaba verla con él o no verla con nadie”, relató Sergio Pérez, primo de Karen.

Las pruebas incriminatorias del autor intelectual

La Policía solicitó a la empresa de telefonía los registros de llamadas de los días previos y posteriores al crimen. Se descubrió que Wilson Vergel y Ifre Junior Castillo habían estado comunicándose constantemente y un mensaje de WhatsApp fue determinante para avanzar en la investigación y vincularlo al caso.

Días antes de su asesinato, Karen había acudido a la Comisaría de Familia para denunciar la situación que vivía con su expareja quien vigilaba constantemente sus pasos. Aunque la denuncia fue registrada, no hubo tiempo para que se tomaran medidas de protección.

Gracias a todas las pruebas recolectadas, Wilson Vergel Gómez fue capturado y procesado por el delito de feminicidio agravado. La sentencia fue de 31 años y 4 meses de prisión.

Por su parte, los autores materiales del crimen Germán Manuel Camejo e Ifre Junior Castillo fueron condenados a 17 años y 4 meses de cárcel por homicidio y porte ilegal de armas.

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Gracias a esta investigación se determinó que Karen no murió por un robo, fue víctima de un feminicidio planeado por su expareja.