La artista sufre “dolores intensos” por una fibromialgia y anunció su retiro transitorio de los escenarios.
El famoso festival musical de Brasil se quedó así sin su principal atracción.
"Brasil, estoy devastada por no estar suficientemente bien para ir al Rock in Rio. Haría lo que fuera por ustedes, pero tengo que cuidar de mi cuerpo ahora mismo", escribió en Twitter la cantante, que ya había cancelado un concierto en Montreal el pasado día 4.
Gaga, de 31 años, reveló el martes que sufre esta enfermedad crónica y ya había anunciado que se tomará una pausa por tiempo indefinido cuando termine su gira mundial "Joanne" en diciembre.
"Fui al hospital. No es un simple dolor de cadera o cansancio normal del camino. Estoy con dolores intensos, pero en buenas manos", añadió la artista, que compartió fotografías donde parece que está tumbada en una cama de hospital con una vía en su brazo.
La diva también mostró un tatuaje en su cuello con la palabra "Rio", hecho por niños de las favelas, y recordó que la ciudad tiene un "lugar especial" en su corazón y que volverá "pronto" a ella.
La organización del mayor festival del mundo se disculpó por los inconvenientes de esta cancelación de última hora y anunció que en su lugar tocará la banda Maroon 5, que mantendrá también su show del sábado.
La noticia cayó como un balde de agua fría para las decenas de fans llegados de todas partes de Brasil que ya la esperaban en las puertas de un famoso hotel de Ipanema.
Rock en el Parque Olímpico
Dos años después de su última edición en Brasil, el Rock in Rio vuelve a su casa y lo hace en un nuevo lugar, el Parque Olímpico -a 40 km del centro de la ciudad- que estuvo prácticamente abandonado desde los Juegos de 2016.
La séptima edición brasileña se extenderá por siete días (viernes, sábado y domingo y del próximo jueves 21 al domingo 24) y tendrá más de 150 presentaciones, como las de de los legendarios The Who, Guns N’Roses o Aerosmith.
El cartel, como siempre lleno de grandes nombres cada vez más eclécticos, quiere dar un respiro a la crisis económica y de violencia que ahoga al Rio de Janeiro postolímpico.
Las 700.000 entradas del megaevento están agotadas desde hace meses y la asociación de hoteles de la ciudad espera una ocupación del 90%.
"Es duro ver una ciudad capaz de hacer las Olimpíadas, el Carnaval y el Rock in Rio y que la gente esté triste, sufriendo. Podemos y vamos a levantarnos", dijo la vicepresidenta del festival, Roberta Medina.
Dúos inesperados
Distribuidos principalmente en cuatro escenarios, por el Rock in Rio pasarán cabezas de cartel como Bon Jovi, Pet Shop Boys o Red Hot Chili Peppers, pero también la reina del R&B Alicia Keys, la exBlack Eyed Peas Fergie o la diva bahiana Ivete Sangalo que, a sus 45 años, anunció esta semana que está embarazada de gemelos.
También tendrán su lugar el pop de Justin Timberlake o el punk de The Offspring, con espacio incluso para grupos más alternativos como Incubus, The Kills o los colombianos Bomba Estéreo.
Para los amantes de la música brasileña, el Rock in Rio propone cruces inesperados de artistas como el de la gran diva octogenaria Elza Soares con el rapero Rael, la delicada Céu con el grupo de rock psicodélico Boogarins o el siempre transgresor Ney Matogrosso, que estuvo en la edición inaugural del festival en 1985, reunido con los más jóvenes Nação Zumbi.
Y la electrónica sacará la cabeza con la presentación de DJs internacionales como The Black Madonna y Maye Jane Coles o el brasileño Vintage Culture.
No solo música
Pero Rock in Rio es más que música.
Lo demuestra la apuesta de inauguración reivindicativa del primer día que, paradójicamente, no estará a cargo de un músico.
La despampanante modelo Gisele Bundchen, aguerrida defensora ambientalista, desfilará por el escenario principal con una bandera del proyecto 'Amazonia Live', en medio de las polémicas en Brasil por un decreto presidencial para abrir una reserva del 'pulmón del mundo' a la minería privada.
En la mayor 'Ciudad del Rock' de sus 32 años de historia, el festival tendrá parque de atracciones, una 'Rock Street' dedicada a África, un inédito espectáculo de luces hecho con drones e incluso siete bodas.
Obviamente, parte del show estará también fuera de los escenarios, con diversión asegurada en la "Ciudad Maravillosa" para las celebridades y los paparazzi.
Todo, auspiciado por un festival que nació en 1985 cuando Brasil salía de la dictadura militar (1964-1985) y que se ha ido reinventando desde entonces con ediciones en Lisboa, Madrid y Las Vegas.