
Nelson Polanía 'Polilla' conmueve a sus más de 900 mil seguidores en redes sociales con cada una de las publicaciones que hace recordando a La Gorda Fabiola . El humorista de Sábados Felices ha revelado en videos y fotos detalles de su duelo, recuerdos y, por supuesto, su historia de amor con la mujer que falleció el pasado 19 de septiembre al sufrir un infarto.
Ahora el humorista, que estuvo casado con La Gorda Fabiola casi 30 años , ha decidido narrar a través de textos escritos por él, la manera en la que nació su amor en medio de las grabaciones de Sábados Felices . 'Polilla' ha sacado de su archivo personal imágenes de sus primeros momentos con Fabiola Posada y se ha inspirado para escribir un relato que cautiva a sus seguidores en redes sociales.
El primer beso de La Gorda Fabiola y Polilla
"Esa noche me despedí como nunca", así empezó Polilla su historia. En varias ocasiones, los humoristas contaron que el inicio de su romance fue complicado por algunas críticas que tenía la sociedad por la diferencia de edad entre ellos y por tener que fingir que no pasaba nada ante sus compañeros de trabajo. Sin embargo, Polilla y La Gorda Fabiola lograron vencer los prejuicios y ganarse el apoyo de quienes los acompañaban en el set de Caracol Televisión.
En su relato Polilla confesó que él tomó la iniciativa de robarle un beso a La Gorda Fabiola cuando se encontraban en el carro de ella, luego de una jornada de grabación. "No sé si fue un mensaje subliminal del bolero 'Algo Contigo' que sonó en el pasacintas, en la 100 con Suba se detuvo el carro, una fuerza me atrajo a ella y me llevó a su boca, hice que nuestros labios se juntaran y sentí una magia inimaginable".
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Aseguró que no sabe cuánto duró besando a Fabiola Posada , pero sí recuerda haber sujetado el rostro de la humorista, como pidiendo que ese momento nunca terminara. "Una profunda respiración sentíamos mutuamente como si fuera una sola, los corazones golpeaban nuestros pechos como caballos al galope. Cuando nuestros rostros se iban separando y al abrir mutuamente los ojos, las pupilas no dejaban de observarse".
Sin decir una sola palabras, Polilla recordó que se bajó del carro en ese momento y se fue a su casa, donde el insomnio no lo dejó dormir más de una hora. Al día siguiente, desesperado por no haber recibido un mensaje de su enamorada, tomó una vez más la iniciativa para escribirle por Beeper.
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"No me aguanté, le envié un 'Buenos días ¿como estás? hoy tenemos ensayo en Caracol ¿vas a ir?', 'Claro', respondió. Su monosílabo me aterró, pensé de todo, después de 1 hora de silencio tomé la iniciativa: 'El ensayo es a las 3, ¿nos vemos a la 1 en el Anca 19 para almorzar juntos?', 'Ok', respondió. Fueron 4 horas de incertidumbre hasta que llegó supremanente hermosa, una blusa naranja y su jean roto le daba un toque juvenil, al sentarse frente a mi y querer darme la mano torpemente hicimos caer un vaso, estábamos nerviosos, entendí. Almorzamos y no tocamos el tema".

Finalmente, el humorista reunió valor para mencionar el beso de la noche anterior. "Cuando nos íbamos a levantar le tomé su antebrazo fuertemente y mirándola a los ojos le dije: 'no te ofreceré disculpas por lo de anoche, quería hacerlo y me gustó', y ella mirando hacia los lados me dijo en voz baja: 'a mí me fascinó, vamos que a Lizarazo no le gusta que lleguemos tarde, ¿a la salida me invitas un café?'. Esta historia continuará".
MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL
CORREO: mpgonzal@caracoltv.com.co