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Capítulo 216 completo Expediente Final: Rafael Ricardo, un genio musical que casi fue cura

Rafael Ricardo fue un artista vallenato inigualable, así lo recuerdan sus fanáticos y colegas. Demostró su genialidad musical desde niño y, anticipando que eran sus últimos días, se despidió de todos.

Rafael Ricardo fue un compositor y acordeonero vallenato que marcó este género musical con su genialidad. Su talento sobrepasó barreras y conquistó corazones, convirtiéndolo en todo un referente al que muchos extrañan. Aunque en su camino tuvo la oportunidad de ser sacerdote, el destino lo llevó a triunfar en las parrandas vallenatas.

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La grandeza de Rafael Ricardo, nacido en San Juan Nepomuceno, Bolívar, se debió a que sin tener ninguna formación musical, a los 12 años sorprendió a todos con su talento para tocar el acordeón de piano. "Ya no está y será nuestro ídolo de por vida porque él era un genio musical", aseguró el músico Nelson Espinosa, su gran amigo.

Rafael Ricardo pudo haber sido cura, pero su amor por el vallenato fue más fuerte

El talento musical lo heredó de su madre, quien además de ser la alcaldesa de su pueblo natal, también era soprano. Rafael Ricardo dio sus primeros pasos en la música al lado de su madre en la iglesia de San Juan Nepomuceno, en donde los fines de semana ella cantaba los coros y él tocaba el órgano.

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Su familia era muy creyente, por lo que su papá y tíos manifestaban tener un fuerte llamado espiritual, el cual en algún momento él también sintió; sin embargo, prefirió atender las llamadas de las fiestas vallenatas y serenatas que le pedían. Junto a su hermano, cumplieron con realizar el seminario que los encaminaría hacia el ministerio, pero el acordeonero solo alcanzó a ser monaguillo.

"No, no, no. Rafa no tuvo ni esto de vocación. Yo entré al seminario pensando en ser cura, pero Rafa entró sabiendo que no. Él tocaba el acordeón piano allá en el seminario, se lo prestaba el padre Sarabia, eso le dio para manejar después el órgano y el sintetizador", recuerda con risas Ramiro Ricardo, hermano del fallecido acordeonero.

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Su primer trío musical fue muy exitoso en su pueblo natal y otros lugares de Bolívar y el Caribe a los que fue a dar serenatas. Pero muchos lo recuerdan especialmente por la dupla que formó junto al cantante Otto Serge , con quien conformó el dúo más romántico y exitoso del vallenato en la historia.

La pasión por la música lo llevó a radicarse en Cartagena, donde también tuvo un exitoso grupo musical y logró trabajar con Alfredo Gutiérrez y Adolfo Pacheco. Sin embargo, quienes lo conocieron recuerdan que no solo podía interpretar vallenato, sino todo tipo de géneros en el acordeón piano y hasta cantaba boleros y rancheras.

La gastronomía: otra de las pasiones de Rafael Ricardo

Su gran reconocimiento musical llegó de la mano de otra de sus pasiones: la gastronomía. Después de un intento fallido por lanzar su primer trabajo musical con Sonolux en 1981, Rafael Ricardo abrió un bar en Cartagena que se convirtió en la sensación.

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"Empezaron a vender comida costeña y siempre se llenaba, el restaurante abría de lunes a viernes y pasaba lleno", señala Rafael Ricardo, hijo del acordeonero. Dario Bustillo, excongresista y amigo del artista asegura que "llegó el momento en el que para tú ir donde Rafael Ricardo necesitabas reserva".

De hecho, logró replicar el éxito de este negocio con un local en Bogotá. Felipe Peláez, cantante vallenato, recuerda cómo era ir a ese local, atendido por el mismo Rafael Ricardo: "Ese sitio era una cosa espectacular, el mismo Rafa cantaba con el teclado, mariachi, había conjuntos vallenatos. Era de locos".

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Los últimos días de Rafael Ricardo: tuvo una emotiva despedida

A lo largo de su vida Rafael Ricardo fue reconocido no solo por su talento musical, sino también por ser un hombre enamoradizo, defensor de los derechos de los artistas y hasta actor, pasando por producciones como Oye Bonita y Rafael Orozco, el ídolo, de Caracol Televisión. Además, escribió un libro con sus grandes anécdotas llamado Mis sentimientos.

Cuando los años ya se notaban en su cuerpo el vértigo empezó a jugarle una mala pasada y una caída le dejó una lesión de por vida, desde entonces su salud comenzó a ir en picada. Su marcada obesidad fue desgastándolo cada vez más, pero a pesar de las sugerencias médicas y de sus seres queridos, Rafael Ricardo no estaba dispuesto a bajar de peso.

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"Nunca dejó de comer y para una persona con una lesión ósea el peso es lo primero que se debe cuidar. No se cuidó nunca", aseguró su hermano Ramiro Ricardo.

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Finalmente, Rafael Ricardo decidió regresar a vivir a su pueblo natal, algo que muchos consideran como la anticipación de sus últimos momentos. Pero estando allá la soledad se apropió de él, porque extrañaba los escenarios y la vida de artista, gozando del privilegio de que lo reconocieran en las calles.

Con la llegada del covid-19 se le desarrolló una serie de enfermedades que comenzaron con cálculos en la vesícula y que terminaron de la manera menos esperada. "Una semana antes de morirse me dijo: 'mis días están contados, no voy a durar mucho'", recordó Laura Silgado, su prima.

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Se estaba preparando para un importante evento en el que se le rendiría homenaje a su trayectoria musical, pero este festival terminó siendo una despedida del acordeonero, quien falleció el 21 de junio de 2023 tras sufrir un accidente cerebrovascular.

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