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Han pasado 18 años desde aquel golazo de chalaca de Ricardo Lunari contra Nacional, contra el mítico René Higuita en El Campín. Desde entonces Millonarios solo consiguió una estrella en Colombia, hace apenas un año, y pocos meses después el club se desbarató. Ahora llega un nuevo entrenador con suficiente inteligencia para saber que este equipo hoy está hecho solo para milagros. No hay que decirse mentiras. Lunari suena bien para la afición porque fue un lujo como jugador, pero el reemplazo de Lillo en Millonarios no tiene un pergamino que hable por sí solo como entrenador. Sus pasos en Guabira, Santiago Morning, Deportes Valdivia o como DT interino de Newell’s pueden demostrar experiencia, aunque no grandes logros. Quien piense así no debe ser calificado de agorero. Guardiola no tenía gran pasado como técnico y marcó la historia del fútbol con su irrepetible Barcelona. El actual campeón del mundo, Joachim Löw, tampoco se preciaba de un gran cartel como entrenador antes de triunfar en Brasil 2014. Así hay muchos casos más, lo cual prueba un básico de todos los empleados del fútbol: que todos tienen vía libre para triunfar o fracasar. El problema es que las cosas como están ahora se prestan más para lo segundo. Lunari llega cuando en el equipo no hay sonrisas. Si las hubiera serían descaradas. En el cuadro azul “Brilla por su ausencia el pundonor deportivo”, tal cual describió El Espectador. Van seis fechas sin triunfos y está el pésame recibido en la Copa Suramericana y la Copa Colombia, sin contar la histórica goleada que le encaró Nacional. Millonarios no debería estar así, obligando al aficionado a un pobre debate sobre quién es mejor (o peor) entre Alex Díaz o Luis Mosquera; acerca de quién es mejor (o peor), si Andy Polo, Fernando Uribe o Javier Reina. En armar un escándalo con un refuerzo ignoto como Sebastián Pinto. No hay ilusionista que valga. A Lunari se le pueden exigir los resultados que infunde la camiseta azul en esta Nación, pero reclamarle el título puede sonar atrevido, así el fútbol colombiano sea una patética disputa carente de talento. Así cualquiera pueda ganar. “En Millonarios los futbolistas no tienen duchas y los masajes se los tienen que dar en el suelo. Además, las guerras sucias y la inestabilidad institucional se han convertido en una tradición dentro del club colombiano”, relata un artículo de El País de España sobre Lillo (en el que lo recuerdan mentirosamente como posible reemplazo de Pékerman en la Selección Colombia). Lo anterior dice mucho. Millonarios está a cien mil años luz de ganar la Copa Libertadores, lo cual debe ser el parámetro y la meta de los grandes clubes en Colombia. Y lo que del club se desprende es caos y desorden. Millonarios está en la misma anarquía de la ciudad que lo acoge. Lunari es entonces uno más, un técnico más de tantos que cambian de puesto al año, Lunari es un golpe de opinión ante las palabras de Lillo, que aunque sonoras no surtieron efecto en la cancha. "Vamos a poner nuevamente el nombre de Millonarios bien arriba", dijo el nuevo técnico de Millonarios, entusiasmado como debe ser. ¿Qué es “bien arriba”, pregunto yo? Lunari. Lunari. Lunari. Es el nuevo referente a ser trillado. Ojalá sea para bien. Seguir a @javieraborda
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Rabia e impotencia. Dolor de ver cómo se había perdido el clásico. Con solo los primeros 10 minutos buenos de Millonarios y el resto lleno de imprecisiones, desorden en el campo, jugando a reventar el balón, sin crear NINGUNA opción de gol en el segundo tiempo, cambios que terminaron de desbaratar el equipo (OTRA VEZ JAVIER REINA COMO CARRILERO POR LA IZQUIERDA!!!!!!!) y un equipo sin fondo físico para jugar 90 minutos y sin la suficiente jerarquía para remontarlo. El colofón fue el post partido. Ya poco esperamos de las cantinflescas ruedas de prensa de Lillo. Siempre con prosa rimbombante y frases que no se ven ni en un libro de Valdano, habla mucho y a la final no dice nada. Pero ayer dolió más la indiferencia y la falta de sobriedad en las declaraciones de Lillo. No contento con la falta de mano en la táctica del equipo, sale a reírse en la rueda de prensa como si estuviéramos de plácemes. Seguro la excusa es que Scolarí salió haciendo chistes en la rueda de prensa luego del 7-1. Y Mayer Candelo, a quien le guardo respeto por liderar el equipo en la estrella 14, sale con unas destempladas declaraciones. Cuestiona el apoyo de los hinchas de Millonarios. Acaso no vio las tribunas del estadio en Perú? Luego de 10 partidos sin ganar, dos eliminaciones, goleados por el rival odiado y perder el clásico espera de verdad un aplauso y palmada en la espalda? Aquí hay una responsabilidad con la camiseta e historia de Millonarios. Y una presión de ganar siempre. Si un jugador le pesa eso simplemente no pude jugar en Millonarios. El asesor de comunicaciones, Ricardo Galán @libretadeapuntes, parece seguir alejado de su labor. Ayer simplemente había que ofrecer excusas a los hinchas por lo sucedido. Los jugadores nos cuestionan y el director técnico se ríe en nuestra cara. Los directivos siguen callados dejando que la marea de malos resultados se lleven a la institución por delante. Pareciera que, hoy por hoy, para trabajar en Millonarios solo se necesita una cosa: Descaro. MINUTO FINAL: Hay que tener un revulsivo para clasificar a los ocho y pelear en reclasificación. Un nuevo técnico con nuevas ideas y motivación. Y en diciembre cerrar el ciclo de los jugadores de la estrella catorce. MAURICIO GORDILLO @MAUGOR
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El inodoro cayó desde el segundo piso del estadio, pero la mierda no se fue al piso sino que se quedó en la cabeza de aquel que se cree hincha pero es tan solo una escoria más que produce la sociedad. (Ver video) En lugar de llenar los estadios, los supuestos hinchas que desfilan encapuchados los están desocupando. Y ya estamos hastiados del hedor que expelen. ¡Lárguense ya, por favor! Consigan un trabajo. ¡Estudien! Boten los cuchillos, maleantes. Asquerosos capaces de apuñalar a un joven de otro equipo sin remordimiento. Mientras ellos creen que tienen más, la verdad es que se muestran muy pobres. Están muertos de hambre y muertos de ideas. La mendicidad que justifican estos tales barras bravas que no son capaces de dar la cara para entrar al estadio es repugnante. No se puede entrar a la tribuna sin que uno de ellos pida limosna. Uno puede ser pobre y limpio y estos tipejos no son lo segundo. Cuando están en manada es imposible no percibir el olor de la hierba que inhalan orgullosos. Y aunque la marihuana puede ser medicinal, a esta gente solo les hace daño. Los transforma en cuerpos inertes, en zombis que hablan igual, es decir, con un ritmo cansino y “gaminoso”. Son abúlicos, no tienen voluntad. También son clones. Esconden su rostro para parecerse al resto. “Nos tapamos la cara para que nos vean más”, dijo alguna vez a un indígena revoltoso en un noticiero. A ustedes, empero, ya los vimos demasiado, no hay nada que esperar de su nefasta masa, de su estúpido quehacer. Sépanlo bien. Son como un virus, son el ébola del fútbol. Suramérica los padece. Son una vergüenza del continente. Una encuesta de la compañía británica Kantar concluyó que el Manchester United tenía más de 659 millones de hinchas. Acá parece haber millones también de ustedes, parásitos, que se chupan lo mejor del fútbol. Así se vieron, una vez más, en Chile. Hace poco en realidad. Los policías quisieron retirarle una bandera a la barra de Colo Colo llamada “Garra Blanca” (de verdad son unas garras) y los uniformados increíblemente tuvieron que salir corriendo de la tribuna norte del estadio Nacional. Piedras, palos, rejas y lo que se viniera al paso fue lanzando por esta gentuza. Llegaron a lanzar una caseta ambulante. “Volaron hasta inodoros”. De ustedes se apoderó la idiotez. Porque alcanzan el límite de entrar al estadio y darle la espalda a la cancha. Eso es como pagar por entrar a un concierto de los Rolling Stones y taparse los oídos. Los encapuchados del fútbol tristemente se ven en toda Suramérica, por supuesto en Colombia, y se creen dueños de algo que no les pertenece; son unos advenedizos que los Estados han dejado crecer. Esa es la vedad. Esta semana, en Perú, en la antesala del juego entre Millonarios y César Vallejo, murió un colombiano más en una de esas grescas entre barras. Mark Twain lo dijo bonito: "la diferencia entre la palabra adecuada y la casi correcta, es la misma que entre el rayo y la luciérnaga". Esta gente encapuchada, de tenis cochinos y pantalones escurridos, se merece estas palabras y otras más fuertes. ¡Cutres! ¡Vándalos! ¡Desadaptados! Olvidémonos todos aquí de la libertad. Debería prohibirse que el hincha se tape el rostro en el estadio y sus alrededores. En Twitter: @javieraborda
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Fortaleza vs. Uniautónoma en Techo. No voy a decir que fue malo. No quiero decir que fue malo. Sólo voy a decir que se escuchaban más los gritos de los visitantes al vecino Mundo Aventura. Fue un partido contra el descenso pero que suena a B... y eso, pues en la B uno tiene hoy en día a históricos como América, Unión, Bucaramanga, Pereira o Quindío, mientras en la A están hoy por hoy diez equipos que nacieron en la segunda división. Claro, algunos representan fuertes identidades locales como Pasto y Huila (especialmente Pasto, siempre rechazado por todos al ser la plaza que queda lejos y por tanto siempre perjudicado en cualquier decisión), otros se han ganado un lugar gracias a su trabajo como Envigado, Chicó y Equidad, pero otros llegaron a primera división sin hinchas y sin plaza. Claro, una hinchada no se construye en una semana, pero es muy difícil ganarla cuando un día te llamas Itagüí Ditaires y al otro eres Águilas de Pereira. Lo mismo aplica para el campeón de 2008 que es un oxímoron en su nombre: Boyacá Chicó (y sin embargo ya tiene hinchada en Tunja), con Alianza Petrolera de Barrancabermeja que juega en Floridablanca (y ascendió jugando en Guarne), con Rionegro que juega en Bello... No sé, me disculparán si divago, pero es que este fútbol profesional colombiano lo veo tan triste, tan apático, tan alejado de los hinchas, que me preocupé. Lo estamos dejando morir, y no financieramente, a fin de cuentas ahí sigue existiendo plata y poder. Estamos dejando morir la pasión por el FPC y eso es el camino hacia el lado oscuro. Por supuesto, lo primero que dirá un dirigente es que es la crisis natural que genera un Mundial, pues siempre "tras una Copa del Mundo los aficionados quedan saturados de fútbol y por eso no van a los estadios ni ven fútbol colombiano". Por supuesto, es paja. Paja barata, además. Tras el Mundial en Gol Caracol hemos transmitido partidos de clubes internacionales con un magnífico resultado de rating, y las cifras de tráfico que generan las actuaciones de los jugadores colombianos en el exterior no duplican, quintuplican (y a veces más) los números que deja cualquier cubrimiento sobre el fútbol profesional colombianos en Golcaracol.com. Eso demuestra que la gente no está saturada de fútbol: al que le gusta el fútbol ama el fútbol, el buen fútbol. Y algo está pasando acá, porque la gente no solo se aleja de los estadios, sino que no ve el FPC: el rating de los partidos por RCN y el hecho de que WIN ni siquiera marque en Ibope (la empresa encargada de medir el consumo televisivo en Colombia) lo demuestran. El ejemplo claro es el amistoso Manchester United vs. Real Madrid del sábado 2 de agosto transmitido en Caracol: marcó 4.6 en rating... ningún partido del FPC transmitido en las seis primeras fechas ha superado el 3.5. Y ahí va el problema mayor: el bajo impacto del FPC nos está haciendo replantear los contenidos en los medios... tristemente hay que decirlo: no está vendiendo. Y esto de los medios, aunque en las universidades parece que les dijeran todo tipo de romanticismos pendejos a los estudiantes de Comunicación, es un negocio en el que debes vender. ¿Ven la dimensión del círculo vicioso? Como el FPC no vende, los medios poco lo cubren, y como poco lo cubren, vende menos... Lo peor, lo más cruel, es que hay una indiferencia generalizada, empezando por los dirigentes y continuando por nosotros los periodistas (mea culpa) que me tiene aterrado. Por eso voy a tratar de plantear ideas sueltas y puntuales sobre la situación y sus protagonistas: - El hincha: Tolima es el mejor equipo de esta Liga Postobón y, como ha pasado desde hace casi 30 años, cuando el maravilloso 'Tolimita' incluso llenaba en Bogotá, sus hinchas no lo acompañan. Es un problema endémico de Ibagué, en donde la gente se malacostumbró a no ir al Murillo Toro, un estadio decadente al que de verdad no dan ganas de ir. Pero el tema no es de estadio (aunque influye), sino de hinchada y la del Tolima no es precisamente la más fiel, así que vayamos a los ejemplos de "fidelidad". Nacional, Millonarios y América han sido los tres equipos más populares de Colombia en los últimos decenios. Tienen hinchadas grandes, organizadas, que acompañan en cualquier plaza... y aún así no están llenando. En el llamado "superclásico" entre verdes y azules, un partido que marcó época, una lucha que trascendió el fútbol y se planteó en lo regional con lamentables resultados, la asistencia oficial al Atanasio Girardot fue 21.428 espectadores. ¡Menos de la mitad del aforo para el partido con más estrellas de la primera división en Colombia! La siempre fiel hinchada del verde no lo está acompañando, y eso que es el actual tricampeón. Pero lo mismo pasa con Millonarios, que en años recientes era el líder de taquillas en Colombia a pesar de tener la boletería más costosa del país: en este semestre 7.000 almas lo acompañaron frente a Envigado, Chicó y Pasto, y claro, alguien va a decir: "¡pero es que son rivales chicos!". A ese alguien le recuerdo que por la segunda fecha del semestre pasado, frente a otro "chico" como Equidad, fueron 17.931 personas, y que luego más de 30.000 lo acompañaron frente a Nacional. Pero no, este semestre ni los numerosos hinchas verdes ni los azules acompañan. Por el lado bogotano las excusas se encuentran fácil: un equipo sin refuerzos que dejó ir a su principal estrella (Dayro Moreno) y no la reemplazó con jugadores que vendan boletas. Y si algo enseñó don Alfonso Senior con el Millonarios grande de antaño es que el show necesita estrellas. Lo extraño es que por el lado verde, el equipo con la mejor nómina del país, el que lleva tres estrellas al hilo, esa excusa no funciona. Claro, "los malos resultados" dirá otro, pero es que en su primer partido como local en este semestre, un clásico histórico frente al Cali, fueron 14.879 espectadores, una cifra miserable para un club que se precia de una hinchada gigante. Ahí, justo ahí, alguien va a salir agitando los brazos como la esposa del reverendo Alegría de Los Simpsons cuando grita "¿alguien quiere pensar en los niños?", y dirá que me estoy olvidando del factor de la violencia y las barras bravas, y sí, es cierto: los comportamientos salvajes de algunos integrantes de estas barras han alejado a mucha gente, sin duda, pero eso no explica cómo se puede caer tanto la audiencia de un semestre a otro. Es una razón del alejamiento de muchos, pero no la verdadera razón de la caída de taquillas y rating. ¿Será en serio que los hinchas colombianos no quieren más fútbol tras el Mundial? Insisto, no lo creo. La muestra está en los hinchas del América, que pacientemente han acompañado a su equipo en la B pero que esta temporada decidieron ponerle un tatequieto a lo que ellos ven como un circo. Expliquemos esto que es bien interesante: el América se fue a la B y de inmediato recibió el respaldo de su hinchada, que lo convirtió en el club más taquillero del país a pesar de estar en segunda división. En 2012 denuncié el negocio que eso representaba y cómo se iban a aprovechar de eso (y sí, estoy cobrando), y tras perder inexplicablemente los ascensos de esa temporada y de 2013, este año los hinchas por fin se dieron cuenta de que tener al América en segunda le da visibilidad al antes invisible Torneo Postobón y que cada vez que el rojo visita a uno de sus modestos rivales es Navidad para el respectivo club, que cobra por boletas lo que se le da la gana. Por eso Disturbio Rojo, una numerosa barra escarlata, decidió no ingresar al estadio de Techo en el partido frente a Bogotá. Fue hermoso ver una mancha de hinchas vestidos de rojo en las afueras del estadio cantando mientras en las tribunas no había casi nadie, así que vuelvo a preguntar: ¿los hinchas colombianos no quieren más fútbol tras el Mundial? La respuesta es NO, sí quieren fútbol, aman el fútbol, pero se los estamos vendiendo mal. El mejor ejemplo es el Medellín y su excelente campaña para que lo acompañen al estadio: en un partido frente al Huila (otro "chico") llevó 28.132 espectadores; ¡más que Nacional vs. Millonarios! Los hinchas sí quieren ver e ir a fútbol, pero no quieren este fútbol porque se mamaron (literalmente) de cómo lo están manejando. - La organización Antes de ser Itagüí Ditaires, el club se llamó Bajó Cauca y jugaba en Caucasia, una región primero asolada por la guerrilla y luego de clara influencia paramilitar bajo la égida de Carlos Mario Jiménez, alias 'Macaco'. Por esos años, los primeros de este siglo, el club de la B se dio el lujo de contratar a dos veteranos goleadores como Carlos Castro y Jhon Jairo Tréllez e incluso estuvo peleando el título de la B. En 2008 (vea usted, justo el año que extraditaron a 'Macaco') el Bajo Cauca pasó a ser Itagüí Ditaires, una de las gratas revelaciones futbolísticas de las campañas recientes, y a pesar de haber hecho todo un trabajo de base para ganar hinchada y desarrollar inferiores en la ciudad del Valle del Aburrá, este semestre vuelve a cambiar de nombre y se llama Águilas de Pereira, pues jugará en esa ciudad bajo el permiso de Dimayor y el Deportivo Pereira, dueño de la plaza. Ahora, el Pereira está en la B y en una situación financiera absolutamente insostenible. Desde que en 2006 se denunció que alias 'Macaco' estaba detrás del poder del club (mira tú, ¡qué casualidad!) el grande matecaña entró en una caída libre que lo llevó a la B y que mandó a sus dirigentes a la cárcel (el presidente Ramón Ríos fue vinculado con narcotráfico y paramilitarismo, ¡rarísimo!), y hoy está ad portas de desaparecer. ¿Se va a quedar Pereira, una ciudad futbolera, de gran hinchada, con uno de los mejores estadios del país, sin equipo de fútbol? No, Águilas, que ya juega con los colores matecañas en una muestra de ganas de ganarse a la afición hasta tierna, será el Pereira cuando el Pereira haya desaparecido. Es así de simple, así de crudo, así de fácil, y con el visto bueno de la dirigencia. ¿Cómo se espera que tenga respaldo popular un fútbol profesional en el que sus dirigentes muestran tal importaculismo bajo la mirada bizca de la ley? Porque ojo, Coldeportes ha dejado hacer y deshacer en el fútbol colombiano: acá se violan las leyes laborales y no pasa nada, los castigos administrativos se cumplen en los recesos de campeonatos, los dineros oscuros entran y salen y no pasa nada... ¿Cómo va a pasar? Es decir, aunque no estén yendo los clubes tienen cientos de miles de hinchas, en algunos casos millones, y permitir que desaparezcan Millonarios (que llegó a tener deudas que en cualquier otra empresa habrían representado quiebra y desaparición) o América (que estaba bajo Ley Clinton y aún así seguía funcionando y ganando títulos) es algo que nunca se le permitiría al gobierno. Es irónico, mientras la Federación Colombiana de Fútbol pasa por su mejor momento administrativo (y eso hay que reconocerlo, la parte gerencial que lleva años captando grandes socios y patrocinios por fin se encontró con el éxito deportivo de la mano del proyecto Pékerman), la Dimayor es un desmadre. Y claro, cómo no va a ser un desmadre si en esa supuesta "democracia" mandan los chicos a los que sólo les importa que les paguen su porcentaje de derechos de televisión para armar equipos baratos con los cuales salir a no descender. Es una apuesta por la mediocridad respaldada en la millonada que pagaron RCN y DirecTV por los derechos exclusivos del FPC. Y si la media es la mediocridad, los grandes van a entrar en ella: ¿para qué grandes contrataciones si el jugoso cheque de los derechos de TV igual va a llegar seas primero o último? Propuestas como las de Millonarios o América de manejar sus propios derechos de TV (como en cualquier liga importante) han sido recibidas como insultos en las asambleas de Dimayor por eso, porque perjudican a la masa de chicos, así que los grandes tienen que financiarse de otra forma para seguir siendo grandes, y eso ha llevado a que algunos hayan vuelto a caer en manos de otro tipo de delincuentes. Ahora, muchos dirán que la gran responsable es la organización Ardila Lule que es dueña del aviso de la liga, de la transmisión y del club más poderoso de la misma. Claro, no se ve bien, no es cómodo el 'monopolio', pero sin el dinero del Grupo Postobón el FPC habría quebrado de verdad hace rato, así que hay que reconocerle que su inversión ha sido importante y, qué pena sonar mamón, el problema no es el patrocinador, es la organización, el sistema del fútbol colombiano. En Alemania también hay un equipo más rico que todos los demás y que se sabe que siempre va a ganar a menos de que algo extraño pase, pero a pesar de la presencia todopoderosa y multimillonaria del Bayern Munich la Bundesliga es un campeonato en el que siempre hay estadios a reventar, en el que se potencian las divisiones inferiores (lo que se ve reflejado en la selección alemana y en el propio Bayern, el gran comprador de la liga) y en el que hay una estructura que convierte a la liga en un espectáculo capaz de cautivar audiencias a pesar de la existencia del Barcelona, el Real , la Premier, etc. Tanto así que ya tiene su propia audiencia internacional. El problema acá es de estructura, y en eso tenemos todos que ver. - Los medios: Este es el punto más importante, para mi, del problema. Los clubes grandes venden periódicos, prenden televisores, dan clics... son los que mueven al fútbol como negocio y por eso la importancia estratégica de que América esté en la B o de que en las finales de la A estén Nacional, Junior, Millonarios, Santa Fe, Cali... Sin embargo, por sus propios fracasos administrativos y la permisividad de la Dimayor y Coldeportes, clubes de gran peso local en sus regiones se fueron a la B y, como ya lo dije, en la A estamos llenos de equipos sin historias y por tanto sin hinchas. Por ejemplo, ¿cómo volver atractivo comercialmente un Boyacá Chicó vs. Equidad? No sé, es labor del departamento de mercadeo de Dimayor y del club local, pero lo que sí sé es que poner ese partido a la 1:45 pm no es la mejor forma de venderlo. Claro, lo dieron por TV en WIN (y no sé cuántos lo vieron porque repito: no marca en Ibope), pero al estadio de Tunja fueron 600 personas. ¿Cómo esperas que vaya gente al estadio si pones partidos a la hora del almuerzo familiar de los domingos, los viernes por la noche o los domingos a las 8 p.m cuando los colombianos culturalmente estamos acostumbrados a ya estar en familia? Alguien debe salir a decir: "pero todos los partidos van por TV", y sí, es cierto, en ese multimillonario negocio de los derechos se creó un buen canal cerrado llamado WIN, que tiene a grandes periodistas que admiro y respeto en su mayoría (varios amigos, además), pero que tiene el problema enorme de no tener penetración. Esta es la parte en la que de DirecTv y WIN llaman a mi jefe para que me regañe o me eche (si lo han hecho de clubes, ¿por qué no de los que ponen plata?), pero es que es inevitable decirlo: el sistema de difusión de WIN no tiene la suficiente clientela como para que el FPC sea un producto televisivo popular. Además, no se trata sólo de eso. Antes no teníamos transmisiones de TV de todos los partidos y el FPC era muchísimo más popular que ahora. Una razón que quiero plantear es que la exclusividad ha afectado la difusión. ¿Recuerdan cómo eran las secciones de deportes de los noticieros de los domingos en la noche? Estaban llenas de crónicas, de notas de color, de historias que acompañaban a los goles. Ahora sólo se pueden dar los goles, por derechos, y no todos (ejemplo: los goles del partido de los domingos a las 8 pm sólo se vienen a ver en los medios que no son dueños de derechos hasta el lunes al medio día). Como no se pueden meter cámaras a los estadios que no sean las de los dueños de los derechos, el color desapareció, y toca agarrarse a lo que pasa afuera del estadio, donde sí se puede grabar. No nos digamos mentiras, mientras cada vez es más fácil ver y saber todo sobre el fútbol internacional (y acá el crecimiento de la penetración de canales internacionales por cable y el mayor acceso a los dispositivos móviles han sido definitivos), al mismo tiempo es más difícil y anacrónico enterarse de cualquier cosa del fútbol local. ¿Cómo no va a tener más hinchas colombianos el Barcelona que el Huila si es más fácil ver un partido de los catalanes que uno de los opitas, si en internet hay un bombardeo de información permanente al que accede sin problemas un joven de Neiva que seguramente no escucha radio ni lee el periódico local, que son en las únicas partes en donde le hablan del Atlético? Porque eso es lo otro: la cultura futbolera necesita medios de difusión. En México no sólo hay dinero y clubes con grandes figuras (muchísimas de ellas colombianas), hay una estructura de medios sólidos que te hacen vivir el fútbol mexicano: múltiples emisoras especializadas (acá hay una), decenas de diarios deportivos (acá hay uno, es español y el 70% de la información es sobre liga española), programas de análisis y debate en todos los canales nacionales (acá tenemos La Telepolémica en Canal Uno y Cancheros en RCN) y medios digitales poderosos y de gran alcance (el portal de fútbol más grande de Colombia es Golcaracol.com y sigo en la lucha para que pueda compararse en tráfico y desarrollo de producto con un gigante como mediotiempo.com, por ejemplo). Y claro, sumemos el nivel. Si usted es un joven colombiano que ve un partido del Bayern Munich frente al Borussia Dortmund en ESPN y luego compara todo, el fútbol, la producción y demás, con un Fortaleza vs. Uniautónoma, seguramente se va a quedar viendo la Bundesliga. Y métale la falta de estrellas al paquete. Esto -ya lo dije- es un show, y en ese show se necesita brillo como el que viene con nombres como los de Messi, Cristiano, Balotelli, Pirlo, Bale... ¿dónde encuentra un colombiano un referente similar? Afortunadamente en las estrellas de la Selección. Por eso la tendencia marcada en este semestre es que la información de fútbol le da prelación a los colombianos en el exterior por encima al tema del FPC que incluso ya puede estar en un tercer nivel. ¿Qué estrella tiene el Junior para mostrar este semestre, por ejemplo? Ninguna que llame tanto la atención de las audiencias de la Costa como lo que pase con Teófilo Gutiérrez en River Plate o Carlos Bacca en Sevilla. ... Perdón si me extendí, sé que lo hice, pero necesitaba sacar este miedo que tengo entre pecho y espalda con el FPC. Se nos está muriendo la pasión por él, estamos dejando entre todos que se muera y, sin pasión, el fútbol es sólo otro programa de TV. Y en este caso uno que no da rating... Discutámoslo en Twitter: @PinoCalad
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Hoy en día, sobre todo en nuestro continente, es muy difícil que nazcan ídolos. Ni bien debuta un juvenil con algo de talento, los ojos de clubes asiáticos y/o europeos se posan inmediatamente sobre él y, al quinto partido, ya están presentando una oferta formal al equipo que lo crió. Las deudas que mantienen las instituciones de acá, más el sueño del futbolista por irse a ganar más dinero afuera, hacen que, en máximo un año, termine por emigrar.
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El chiste se convirtió en estupidez. Cuando Mariana Pajón gritó emocionada que “Era gol de Yepes”, después de ganar oro en el Mundial de BMX de Holanda, el país sonrió. Pero ahora que supimos que un abogado demandó a la FIFA por 1.000 millones de euros debido al “desastroso” arbitraje de aquel 4 de julio todo nos hace ver muy ridículos. Fue al abogado y periodista Aurelio Jiménez al que se le ocurrió demandar a la FIFA en un juzgado civil de Cali. Recriminó "La actuación del árbitro español Velasco Carvalho (…) anulando el gol de Mario Alberto Yepes el cual era legítimo y le quitó a la Selección Colombia ir a la semifinal del Campeonato Mundial. Además, ese árbitro impuso una tarjeta amarilla injustificada a James Rodríguez, con lo cual demostró y se configuró la culpa en su contra por su mala actuación arbitral". Este personaje, seguramente ávido de fama, pidió hasta la ayuda de la Cancillería de Colombia y tomar declaraciones de James Rodríguez, David Ospina, Pelé y Maradona. En calidad de demandados también aparecieron Luis Bedoya, por su “silencio cómplice”, y Joseph Blatter. Da pena ajena. Esa demanda es tan mal vista como la que marcó a Íngrid Betancourt y su familia, cuando le reclamó al Estado 15.431 millones de pesos por los perjuicios que sufrió durante su secuestro de más de seis años. Eso, sin embargo, era razonable, entendible a pesar de los prejuicios. Demandar a la FIFA por 1.000 millones de euros, en cambio, roza con la idiotez. Tal osadía sirve para reclamar que es hora de dejar atrás lo que pasó en nuestra contra en ese partido. Los colombianos debemos saber pasar la página. Nos demoramos mucho en superar el 5-0 contra Argentina, así que ahora se deben compilar los buenos recuerdos y no llorar sobre lo que nunca pasó. Colombia no le ganó a Brasil y lo de Yepes, sin desconocer el abominable arbitraje del español, ya es una anécdota más. La final del Mundial del ’66 se definió con el "gol fantasma" de Geoff Hurst. Lo de Yepes es un adminículo en la historia del fútbol. Pasa lo mismo con Pékerman,es decir, no podemos quedarnos estancados en un nombre, en una situación particular. Si va a seguir o no al frente de la Selección Colombia es muy importante pero no definitivo. Nadie, absolutamente nadie, es imprescindible. Es muy pobre pensar que solo Pékerman puede superar su propio trabajo. "Sería excelente que Pékerman siguiera", tal cual dijo Santiago Arias y han repetido miles en todo el país. Estoy de acuerdo. Pero Pékerman es el octavo técnico mejor pagado del mundo (gana tres millones de dólares por año; Fabio Capello es el primero en Rusia con US $9,6 millones) y toda Colombia le ha expresado su cariño. Si no se quiere quedar o si lo quiere hacer a costa de más dinero, que decida pronto. En Colombia podemos superar tragedias y malas noticias con un olvido que sorprende. Sin embargo, muchas veces nos quedamos recordando pequeñeces que no nos abren un nuevo panorama sino que nos atan al pasado. Siempre será bueno recordar el Mundial de Brasil, incluso para exigir justicia, pero es tiempo de pensar en la Copa América de Chile 2015. Antes de que sea demasiado tarde. Seguir a @javieraborda
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En la pasada entrada escribí que veía a Juan Manuel Lillo hablando mucho y poco se veía de trabajo en la cancha. Luego esa misma semana trato el partido contra Nacional como un partido más y que motivar demasiado era contraproducente. Anoche se notó en Medellín como Juan Manuel “Maturana” Lillo no solo no logro motivar el grupo sino que trato este partido como un partido cualquiera. Ayer, todo Millonarios le faltó al respeto y honra de esta institución y de los hinchas. No respetaron la camiseta los jugadores. Salieron nerviosos y confundidos. Reventando balones de punta para arriba sin ideas y cada quien peleando su propio partido. Ramos descontrolado se salvó de ser expulsado cosa que compensaron rápidamente. Nunca hubo una idea de juego. Ante la adversidad, incluso con dos hombres menos, en pasadas presentaciones se corrió hasta la última pelota dejándolo todo en la cancha. Ayer el alma la dejaron en Bogotá. Triste espectáculo. No respetan la institución los dueños actuales de Millonarios. Y El señor Revollo que con mucha pompa habla no hace nada por vender las acciones en poder del gobierno y buscar una salida financiera efectiva del club. Jose Serpa es un culebrero vendedor de ilusiones que solo le interesa el oro de los páramos colombianos y sacar pecho en cocteles con su injerencia en Millonarios. Y los demás? Bien gracias. Ni siquiera sabemos si son hinchas de Millonarios. No respetan a Millonarios el cuerpo técnico y administrativo de Millonarios. Portoles se esconde y no pone la cara ante una gestión paupérrima. Su prepotencia y grosería la comprobé el sábado en el aeropuerto cuando salió sin si quiera hablar con sus compañeros. El “florero” Camacho paso de ser una figura decorativa a una figura desechable. El marketing deportivo de MillosFC va para atrás. La gestión que está dejando esta junta directiva es tan nula como la de Lopez y García. No respeta a Millonarios Juan Manuel Lillo. NO LO RESPETA Y SE BURLA DE SU HINCHADA E HISTORIA. La rueda de prensa de ayer es un insulto al amor propio de nosotros que sufrimos por este equipo. La forma que planteo el partido ayer antes de la explusión y como movió el equipo al vernos con 10, es un monumento a la chambonada, desorden y estupidez. Robayo de la lateral, Ochoa de central, Henriquez por la izquierda y Leudo lateral Izquierdo. “A Brasil le metieron 7” fue la excusa del español. La era de Juan Manuel Lillo y compañía se acabó ayer. El rival con el que el hincha de Millonarios no quiere perder nos ganó con muy poquito. Y así como Scolari se fue debería pasar lo mismo con Lillo. Otro versero que no sabe cuándo callar y ofrecer perdón a quienes vivimos por los colores azul y blanco. Respeto: lo que merecemos los que somos hinchas de Millonarios y lo de lo que hoy carecen quienes trabajan en el equipo azul. MINUTO FINAL: Nefasto el arbitraje de ayer. Típico cuando juega el equipo del patrocinador. MAURICIO GORDILLO @MAUGOR
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¿Todo se remite a una capitalización? ¿Esa es la respuesta a todo? Si había poco flujo de caja, ¿no era prudente manejar bien los recursos y afinar el ojo futbolero para afrontar el futuro inmediato con jugadores del mercado local pero buenos? ¿Había que voltear a mirar hasta Malasia para sumar calidad a la plantilla? ¿Permitirlo todo sin objetar nada para contratar a Wesley y M'bami? Jugadores carísimos y muy promedio. Lo que ocurrió hoy en Medellín, desde antes de la expulsión de Andrés Felipe Cadavid tenía mal olor. Tampoco vengan a decir que el partido estaba para cualquiera. Jugábamos mal, tímidos, con complejos, imprecisos. Nuestra historia, nuestro linaje, nuestros símbolos, nuestra hinchada, nuestros colores, ¿merecen este tratamiento de un 0-5 frente al rival deportivo al cual siempre se le desea ganar? ¿Qué pasa si de repente River pierde por un 5-0 frente a Boca con baile incluido? ¿El DT perdedor sale a relativizar la goleada y a decir que como Brasil perdió 7-1 entonces lo de hoy pues no resulta tan grave? ¿Todo este ridículo de quedar expuestos en los medios y ante los rivales por cuenta de una pésima planeación deportiva desde que echaron a Felipe Gaitán y el DT Hernán Torres para retroceder institucionalmente hacia un contrato leonino a favor de quien tiene tremenda responsabilidad? Pero lo más grave de todo, ¿quién es nuestro líder institucional para tomar las decisiones inteligentes y sagaces para volver a empezar? Espero que el Presidente Enrique Camacho concluya que en este momento de crisis le corresponde a él. El dolor profundo de hoy, el mismo que sentí el 23 de Febrero de 1992 con un 7-3 en contra. La misma indignación. El mismo trato miserable que le dan a nuestro amado Millonarios FC y a todos sus hinchas. Pocas más para agregar.
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Gol Caracol
Luego del mundial Brasil 2014 nos quedaron varias cosas claras de Pekerman. Sobre todo que transmitía una calma y dominio al grupo. Los periodistas criticaban las ruedas de prensa del seleccionador nacional porque, según ellos, era un problema que no les diera un titular de prensa. Acostumbrados claro a otras épocas donde era noticia que “El Bolillo” Gómez prefiriera ver “El paseo 3” a enfrentarse a Brasil. Cosa que hoy por hoy ha decidido emular con sorprendente efectividad Juan Manuel Lillo. Muchas dudas en materia futbolística trae este nuevo semestre en Millonarios. Dudas que al parecer vayan a seguir quedando en el aire, puesto que Juan Manuel Lillo ya no hace la rueda de prensa antes de los partidos y al final de los mismos se ha dedicado a la pretemporada de su propio talk-show. Va a jugar con 3 en el fondo, Luis Mosquera o Alex Díaz, Ganicita o Robayo, en qué punto de la preparación física van los muchachos, Reina para cuando esta y un resumen del partido. La mayoría de los periodistas le buscan la lengua al español. Y este en lugar de no contestar y exigir hablar de futbol (para eso lo contrataron) le sigue el juego dando más sal a la herida abierta por estos días en medio de los directivos azules. El director técnico español ha demostrado ser una persona honesta en su trabajo. Personalmente me gusta su visión del juego donde prima la posesión y el ataque. En la cancha se ve el trabajo entre semana. Para que desgastarse en defender, acotar u opinar sobre temas que si bien son relativos a Millonarios, le generar presión extra a él y de paso al grupo de jugadores. Además en el tema de gastos del club este proyecto español se lleva buena parte del dinero y no precisamente en la inversión de jugadores. Se vienen partidos complicados y es mejor estar atento a lo que se merece. Cada quien en su puesto y lugar. Lillo dirigiendo un plantel de jugadores hacia la estrella número 15 y directivos a ver si se ponen a trabajar. Hoy por hoy fuera de las canchas este Lillo está muy “bolillo”. MINUTO FINAL: En Medellín a dar ese salto de calidad. Este es el partido que nunca se quiere perder. Millonarios vs el imperio del mal. MAURICIO GORDILLO @MAUGOR
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Gol Caracol
Otro papelón para las actas. Otra de esas actuaciones de los dirigentes que nos dejan perplejos. El jugador español Braulio Nóbrega viajó a Bogotá para cerrar su incorporación a las filas azules y se truncó su fichaje luego del revuelo causado por sus antecedentes judiciales. El tema definitivamente no es si el jugador es apto o no para vestir la camiseta azul, por sus antecedentes en delitos sexuales. Eso es un debate que deja a un lado lo futbolístico y va sobre la humanidad del trabajador del fútbol. Lo importante y lamentable son los errores del proceso de contratación, encabezados por el florero Portoles. Escribía un amigo en twitter que Millonarios es un agravante de todo, en medio de un país moralista y conveniente: Javier Florez asesinó a un hincha que le reclamó por sus actuaciones y ha vuelto a jugar al fútbol sin que cause todo el revuelo que causó la llegada de Nóbrega. Uno espera que en el proceso de contrataciones se midan estas contingencias. Si lo traen, debieron tener un plan para contener la avalancha de críticas que se veían venir. Sentido común de la sociedad colombiana. No hubo. Dicen allegados al presidente de Millonarios, el florero Camacho, que quedó sorprendido al saber que el jugador ya estaba en Bogotá listo para incorporarse a la disciplina azul. Por que el señor Portoles tiene la libertad de disponer a su antojo de recursos, que dicen son limitados, para traer jugadores y pagar hotel y pasajes que hasta sorprenden al mismo presidente de Millonarios? Y sin embargo, deja al escarnio público al jugador y a la junta directiva con todo el tema de su contratación. Es más fácil que todos se unan en pro de hacer una temporada de fichajes eficiente y rápida para el bien de la institución. Sentido común. No hubo. Ahora ad portas del cierre de inscripciones, próximo viernes, se complica la llegada de un delantero. Nadie hasta el momento da la cara, asumiendo la responsabilidad del fallido proceso de contratación de Nóbrega. Tiempo, dinero y un desgaste entre la afición innecesaria en momentos que el equipo en la parte futbolística empieza a coger la forma esperada. Todo en cabeza de Portoles. Así los defensores de oficio de los directivos de Millonarios solo lo quieran medir por el trabajo de divisiones menores, el español dirige todo el proceso de contratación en Millonarios. Portoles invirtió más de un millón de dólares en la llegada de Wesley Lopez que no aporto nada al club y el camerunés Mbami que rindió, pero al ver el nivel de Juan Estaban Ortiz hoy, ronda la duda si se pudo gestionar mejor ese dinero. El periodismo doble moralista tituló de violador y abusador al jugador Nóbrega. En Millonarios el que cobra y no trabaja, hace perder tiempo valioso en el desarrollo deportivo de Millonarios, trata despectivamente a las personas y malgasta recursos valiosos es el verdadero abusador español. Se llama Jose Portoles. MINUTO FINAL: Callado el profesor Lillo va armando el equipo con las uñas. Lo de Mayer Candelo el sábado pasado frente a Equidad es memorable. MAURICIO GORDILLO @MAUGOR