Hace unas semanas Colombia sufrió graves incendios en diferentes páramos algunos considerados como las reservas ambientales más importantes del país. Las autoridades no daban abasto para frenar las llamas que se propagaban rápidamente, causando la muerte de miles de frailejones y de vegetación nativa. Incluso, fueron los campesinos y habitantes cercanos quienes con valentía empezaron a apagar el fuego con lo que tuviesen a su alcance.
Muchos de ellos, quedaron afectados por la pérdida de “un tesoro” como lo es el frailejón, que para ellos significa “un tanque de almacenamiento de agua”, y que ahora, durará años en recuperase.
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Uno de los páramos más importantes como es el de Siscunsí, las llamas consumieron 50 hectáreas del bosque, para que se haga una idea, el tamaño de unos 30 estadios de fútbol. “Es devastador y luego, venir y ver animales muertos, eso es devastador para todos, pero para uno que se despierta todos estos días a ver estas montañas, es algo muy fuerte. Así sea con las uñas hay que actuar, hay que hacer algo porque no podemos dejar que nos estén quemando el páramo y nosotros tranquilos en las casas. No, es nuestra casa y nuestro barrio”, aseguró Berny Bello, habitante de la zona a Los Informantes.
Sin embargo, tanto Berny como Gloria Montañez, una campesina y habitante del páramo han manifestado que lo que ha sucedido con las quemas no son obras de la naturaleza sino de las manos del hombre, pese a que, a hoy, no han logrado descifrar quien pudo haber ocasionado el fuego.
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“Es triste porque no es que yo te hable de hace tanto tiempo se quemó, sino que te hablo de las quemas de cada año. Es increíble que haya gente que tenga la capacidad de hacer esas cosas. El 98% de los incendios son ocasionados por las personas. Es muy difícil que un páramo se prenda sólo... Hay manos criminales en estas quemas de los páramos, es triste reconocerlo, pero como habitante de este lugar lo reconozco”, agregó Bello.
Según Natalia Acero, directora del programa de Agua y Ciudades Conservación Internacional, mencionó que “sin el páramo no hay vida. Es el lugar donde nace el agua, donde están las especies, donde realmente tenemos beneficios como la captura de carbono. Hay especies endémicas tanto de flora como de fauna”.
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El frailejón es una planta necesaria para la vida, pues almacena 40 veces su propio peso en agua, alimentando ríos y quebradas que llegan a miles de personas y que actualmente están en extinción. Además, de que su crecimiento es de un centímetro al año, por ello, el dolor de su pérdida es lamentable.
Según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres en este 2024 se han registrado 939 incendios en el territorio nacional. Por ello, es importante cuidar el 85% del agua potable de Colombia que es producida por los páramos.
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