La detención de Meng Wanzhou, directora financiera del gigante chino, generó una crisis inédita entre Ottawa y Pekín.
"Hoy, oficiales del Departamento de Justicia de Canadá (...) comenzaron formalmente el proceso de extradición en el caso de Meng Wanzhou", detalló un comunicado del gobierno publicado un mes después de la difusión de la larga lista de cargos contra el gigante chino y su ejecutiva.
Meng Wanzhou, que fue arrestada el primero de diciembre mientras cambiaba de avión en Vancouver, enfrenta cargos criminales relacionados con supuestas violaciones de las sanciones de Irán, y la empresa es responsabilizada también de haber robado secretos industriales del grupo de telecomunicaciones estadounidense T-Mobile a través de dos filiales.
Huawei rechazó reiteradamente esas acusaciones y afirmó "no tener conocimiento de actos reprensibles de parte de la señora Meng" y de estar segura de que "los tribunales estadounidenses llegarán a la misma conclusión".
La decisión de iniciar el proceso de extradición "sigue a una revisión exhaustiva y diligente de la evidencia en este caso", señaló la justicia canadiense.
"Existen pruebas suficientes para presentar ante un juez de extradición", agregó.
Hija del fundador de Huawei, Meng fue puesta en libertad condicional a mediados de diciembre en Vancouver, donde posee dos residencias, tras el pago de una fianza de 10 millones de dólares canadienses (unos 7,5 millones de dólares estadounidenses), la colocación de una pulsera electrónica y la entrega de sus pasaportes.
Se espera que Meng comparezca ante el tribunal el 6 de marzo, cuando los fiscales presenten la evidencia en su contra y "argumentos detallados" para su extradición.
Crisis diplomática
La detención de Meng condujo a una crisis diplomática sin precedentes entre Ottawa y Pekín.
China estimó que se debe a un intento de debilitar a su empresa de telecomunicaciones, número 2 a nivel mundial en telefonía celular inteligente.
Desde el principio, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo sin embargo que nunca hubo "intervención política" en el asunto y que su país es "un estado de derecho".
La resolución del viernes "fue tomada por funcionarios del Ministerio de Justicia de Canadá, que forman parte de un servicio público no partidario", subrayó la justicia del país norteamericano.
Desde el arresto de Meng las autoridades chinas detuvieron a dos canadienses, mientras un tribunal de la nación asiática condenó a muerte a un tercero, aunque Pekín sostiene que estas medidas nada tienen que ver con el ‘caso Huawei’.
El nuevo ministro de Justicia de Canadá, David Lametti, será quien decida finalmente acerca de la extradición de la ejecutiva china a Estados Unidos.
Un mes atrás, Pekín, que acusaba a Washington de manejarse con "intenciones políticas" y "manipulaciones políticas", conminó a Ottawa a liberar rápidamente a la directora financiera de Huawei. En respuesta, Lametti advirtió que el procedimiento podría "durar mucho tiempo".
"No sé si se habla de meses o de años", dijo a su vez el juez William Ehrcke, de la Corte Suprema de Columbia Británica, durante una breve audiencia solicitada por Meng.
Este caso tiene lugar en momentos en que el gobierno de Trudeau atraviesa su peor crisis política desde 2015.
Trudeau y su entorno son acusados por la exministra de Justicia de haberla presionado de manera "inapropiada para llegar a un acuerdo amistoso" con una mega empresa de la construcción canadiense acusada de corrupción en Libia.
Updated: marzo 01, 2019 08:42 p. m.