
El pasado 14 de julio, la comunidad del entretenimiento y la ciudad de Los Ángeles despertó con una noticia tan trágica como desconcertante: Robin Kaye, supervisora musical de 'American Idol', y su esposo, Thomas Deluca, fueron encontrados muertos en su residencia de Encino, California. La pareja, ambos de 70 años, habría sido asesinada cuatro días antes con su propia arma de fuego, según confirmaron recientemente las autoridades judiciales.
Kaye fue una figura clave detrás de uno de los programas más icónicos de la televisión estadounidense. Participó en 'American Idol' desde 2009, y su muerte ha generado conmoción tanto en la industria del espectáculo como entre colegas y amigos, que la recuerdan como una mujer discreta, meticulosa y profundamente comprometida con su trabajo.
Últimas Noticias
La historia que rodea el asesinato está llena de detalles inquietantes. El principal sospechoso, Raymond Boodarian, de 22 años, fue arrestado el 15 de julio. Hoy enfrenta dos cargos de asesinato y uno de robo en primer grado, con circunstancias agravantes por doble homicidio y asesinato durante un robo domiciliario.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
Los hechos habrían comenzado el 10 de julio, cuando Boodarian, según la fiscalía, habría saltado la cerca de la propiedad de la pareja y entrado por una puerta sin seguro cuando ellos no estaban. Minutos después, Robin y Tom regresaron del supermercado. La versión oficial sostiene que fue en ese momento cuando el sospechoso los emboscó y les disparó múltiples veces, incluyendo tiros en la cabeza.
Publicidad
El fiscal del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, calificó el crimen como “excepcionalmente trágico”, revelando que el arma utilizada para acabar con la vida de la pareja fue robada de la misma casa tras el asesinato. “No era su arma. Era el arma de Robin y Tom”, dijo durante un foro de seguridad pública realizado esta semana en Encino.
Ese mismo día el Departamento de Policía de Los Ángeles recibió dos llamadas al 911. La primera, hecha por un vecino, reportaba un posible robo en curso. La segunda, más enigmática, provenía de una persona que afirmaba vivir en la casa, quien luego aseguró que “no era necesaria” una respuesta policial.
Publicidad
Algunos agentes llegaron a la vivienda ese día. Estaba rodeada por muros altos y no mostraba signos visibles de allanamiento. Al no lograr contacto con los residentes ni confirmar la gravedad del incidente, los agentes se retiraron del lugar. “Estamos analizando con detalle esa primera respuesta. No digo que se hayan cometido errores, pero sí que queremos asegurarnos de que, en circunstancias similares, podamos actuar mejor”, dijo Marla Ciuffetelli, subdirectora del LAPD, ante una sala llena de vecinos y medios locales.
Finalmente, el 14 de julio las autoridades regresaron a la casa de Robin Kaye y su esposo, Thomas Deluca, luego de que un conocido de la pareja alertara que llevaba días sin poderse comunicar con ellos. Los agentes se percataron de un rastro de sangre e ingresaron a la casa por una puerta de cristal corrediza que estaba destrozada. Thomas Deluca fue hallado en el baño y Robin Kaye en la despensa, ambos con heridas de bala en la cabeza.
El sospechoso llamó al 911
El avance en el caso se logró gracias a una llamada al 911 realizada por el propio sospechoso. Según el fiscal Hochman, Boodarian se comunicó con la policía desde su celular, lo que permitió rastrear su ubicación y proceder con su arresto al día siguiente en su domicilio, también en Encino. Al registrar su vivienda, los agentes encontraron un arma de fuego que luego se determinó había sido tomada de la casa de las víctimas. Se presume que fue el arma utilizada en el doble homicidio.
Boodarian se encuentra actualmente detenido sin derecho a fianza. Su próxima comparecencia ante el tribunal ha sido fijada para el 20 de agosto. Hasta ahora, no se ha declarado culpable.
MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL