Workplace es una red social para empresas y oenegés que tiene como objetivo competir con los sistemas internos de comunicación, y está orientada a acelerar la comunicación entre empleados.
Esta herramienta de colaboración en tiempo real busca competir con sistemas de empresas como Microsoft y ha sido probado ya en 1.000 compañías en todo el mundo.
"Lo que hacemos es recombinar cosas que ya existen en una sola herramienta que permita a los empleados desplegar toda la información en un muro de información, como en sus perfiles privados", explicó Julien Codorniou, director de Workplace.
"El 95% de lo que hemos desarrollado en Facebook está integrado en Workplace", indicó.
Sin embargo, la red social separa el ámbito laboral del personal y no tendrá ningún vínculo con la popular aplicación. Su color distintivo será el gris, para separarse del azul que caracteriza a Facebook.
Según las condiciones de utilización, las empresas pagarán entre 1 y 3 euros por cada empleado conectado, dependiendo de su tamaño, y conservarán la propiedad de todos los datos.