Está condenada a 40 años de cárcel por secuestro de una familia en Jamundí. También es señalada de hurto, concierto para delinquir y porte y tráfico de armas.
Se cumplen 20 años de la tragedia que enlutó a la ciudad de Bogotá y en el que 21 niños del colegio Agustiniano Norte perdieron la vida. Tras dos décadas aún las familias buscan responsables.>> Le puede interesar: El rostro de los 21 ángeles del Agustiniano Norte: sentido homenaje de Noticias CaracolFueron dos los caminos jurídicos: uno de tipo penal y el otro civil administrativo.El médico internista Fernando Páramo perdió a su hijo Diego Fernando, de 13 años. Este hombre ha dedicado estas dos décadas para esclarecer el caso de su niño.Fernando dice que su caso no se ha esclarecido: “Prácticamente quisimos llevar esto hasta sus últimas consecuencias en la parte penal porque, me disculparán los otros padres, no estuvimos de acuerdo con que fuéramos a conciliar sin ninguna reparación en el alma y simplemente no consideraba que un cheque o una transacción fueran a reponer el daño tan grande que nos hicieron”.Veinte años después, ¿qué pasó en lo penal con los responsables de esa tragedia?Consorcio Alianza Suba Tramo 2, ejecutor de la obra vial, conformado por cinco empresas paisas con un músculo financiero importante: El director del proyecto, Martín Rendón Betancourt, fue la cara visible para enfrentar las demandas.Julián García, despachador de la máquina, como jefe de patio fue el encargado de abrir la puerta para que saliera la máquina.Reinaldo Blanco, conductor de la máquina y sobreviviente al accidente.Según el abogado que lideró el proceso judicial de la mayoría de las familias, Harold Penagos, lo más difícil fue el manejo emocional de los padres.“Es difícil que en un accidente de tránsito exista gente presa, si no concurrió una causal de agravación punitiva, como por ejemplo el alcohol. Eso lo advertí desde un comienzo, cosa que no fue bien recibida por algunas de las familias”, indicó el abogado.Los padres tuvieron que enfrentar una realidad jurídica inquebrantable: que este fue un homicidio culposo y no doloso. Por esto, ninguno de los directamente responsables pisó la cárcel.>> Vea más: 20 años de la tragedia del Agustiniano Norte: homenaje a 21 ángeles que murieron en Bogotá
Hace años que el sur del Pacífico colombiano suele aparecer en las noticias gracias a un producto que no tiene nada felices a los ciudadanos y es el constante movimiento del narcotráfico en esa zona, pues, la coca se ha vuelto una fuente de economía para el sector. Sin embargo, hay otro con una calidad de exportación que está siendo muy llamativa: la música del Pacífico.Esa música, específicamente, la del sur del Pacífico nariñense demuestra los cantos espirituales afro, los arrullos y toda esa diversidad cultural que tiene la región. Los artistas locales suelen referirse a que allí “uno levanta una piedra y sale un músico”. Esos sonidos mágicos han estado encerrados en los pueblos del Pacífico, por eso, pocos la conocen de verdad. El ritmo es reservado únicamente para los que viven allá porque son quienes la bailan, la tocan y se la gozan. Sin embargo, esperan que rompa fronteras y sea mucho más visibilizada.El niño orquesta: la historia de Simón Cifuentes que atrapó los escenarios con su ingenio musical“Si vamos a hacer algo importante a nivel musical va a ser desde un discurso de poder, no un discurso donde nos miren porque la canción es linda, no, aquí estamos hablando de una música que es increíble”, Diego Gómez, productor musical.Gómez es bogotano, tiene más de 20 años en la industria y su nombre artístico es ‘Cerrero’. Además, es un enamorado de la música del Pacífico. “En una herencia africana que se mantuvo vigente, fuerte, autentica y que encontró un lugar en esa región de Colombia, pero también se manifiesta en esas nuevas generaciones como están encontrando una voz propia”, mencionó a Los Informantes.Es un músico curioso e inquieto que sigue buscando ritmos ancestrales y de nuevos talentos. Por ello, está ayudando hace 4 años a las nuevas generaciones de los cantantes del Pacífico. Además, es creador y director artístico de discos Pacífico, una ventana que abre la posibilidad a artistas nuevos e innovadores. Él es algo así como el maestro de miles de soñadores, pues ayuda a que cada uno salga al escenario, produzca su disco y, sobre todo, que disfrute de su tradición y sus raíces.El neurólogo que se aventuró con su Land Rover a recorrer los 1.105 municipios de ColombiaUna de las artistas con mayor proyección vive en la Perla del Pacífico, en Tumaco, es la perfecta mezcla entre la marimba y el rap, ella es Verito Asprilla. Tiene 19 años, es la menor de Discos Pacífico y la que más experiencia tiene en los escenarios. Ha participado en los festivales latinoamericanos más grandes como Stereo Picnic y Lollapaloza, en Chile.“Desde muy pequeña empecé a escribir canciones. Tener una infancia en Tumaco es mágico, a pesar de la violencia. Somos niños resilientes", afirmó Asprilla. Aunque recuerda que vive en un lugar lleno de crímenes prefiere resaltar las bellezas que tiene el municipio y la gente que lo habita. A Verito le gustaba rimar, rapear e improvisar con sus amigos en las calles. Un día grabó un video con uno de sus compañeros y lo subieron a redes sociales sin esperar nada a cambio. Sin embargo, ella no contaba con que su grabación iba a volverse viral. “Lo lanzamos a las 12 y a la 1 de la mañana Verito ya era famosa, o sea, literal el WhatsApp explotaba”, agregó.Blanca Uribe: una vida dedicada al piano y un legado que conquista los grandes escenariosEn ese momento, Disco Pacífico abrió una convocatoria y su elección como participante en ese proyecto la impulsó al estrellato. Con ellos grabó su primer disco llamado ‘Mundo Lila’ en honor al color que siempre usa, que ya es su sello y que desde niña le inspira paz. “Disco Pacífico es mi familia, ese lugar seguro, es mi ciudad lila porque mi mundo lila es mi mamá”, aseguró.Desde ahí su carrera solo va en ascenso, es toda una estrella en potencia y ya está pisando los grandes escenarios. Este año ya tiene la agenda programada para participar en conciertos en países como Suiza, Francia, Alemania e Inglaterra. Asprilla no es la única representante que ha logrado transcender lejos del territorio, también el grupo Bejuco hace parte de la discografía que con tanto empeño han logrado sacar nuevos ritmos del uso de la marimba combinados con el rock.Una Navidad negra en febrero: Un tesoro cultural de Quinamayó, en el Valle del CaucaA esta agrupación no le ha sido nada fácil salir adelante, pues han tenido que esforzarse para conseguir sus propias cosas, desde sus instrumentos hasta lo de su día a día. “Doy clases de música tradicional, clase de danza y a veces me dedico a la moto taxi para rebuscarse el dinero”, aseguró Edwin Jiménez uno de los integrantes de banda musical Bejuco.Aunque todavía la música no les da toda la plata que necesitan para vivir siguen luchando por sus sueños. Ahora, tienen contratos para presentarse en Estados Unidos y mucho talento para seguir demostrando que nacieron en una tierra que embruja a pesar de los problemas.
La delegación del Gobierno para los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) le pidió al presidente Gustavo Petro que decida si se continúan los diálogos con la guerrilla o solo con un frente, que supuestamente se ha dividido en un proceso autónomo.Iván Cepeda insiste en un acuerdo nacional: ¿distanciamiento con el gobierno Petro?Esta petición con tintes de ultimátum se da después de que la mesa de negociación con el ELN lleve varias semanas en crisis por un proceso de paz autónomo que el Gobierno ha comenzado en Nariño, en el suroeste colombiano, con el Frente Comuneros del Sur, que pertenecía a la guerrilla, pero ahora, en una entrevista, ha declarado su independencia.Este diálogo regional enfadó a la delegación que negocia la paz por parte de la guerrilla, que asegura que el jefe de los Comuneros, Gabriel Yepes Mejía, conocido como 'HH' o 'Samuel', es realmente un infiltrado de la inteligencia militar para crear la imagen de que la guerrilla está dividida.El Comando Central (Coce) pidió que el que iba a ser el séptimo ciclo de diálogos en Caracas, celebrado el mes pasado, se volviera una reunión extraordinaria en la que dilucidar este asunto y reclamar que la única mesa de negociación es la existente y pactada entre las dos partes: la que rota, desde hace un año y medio, entre Caracas, Ciudad de México y La Habana."Nosotros somos autónomos en plantear una construcción de paz en el territorio. Ahí nace toda la dificultad, entonces yo creo que las acusaciones del Coce, de 'Pablo Beltrán' (el jefe negociador del ELN), han sido bastante irrespetuosas con la estructura y con su pueblo. El hecho de que nosotros definamos que somos autónomos no es para calificar al otro de adversario", dijo 'HH' en una entrevista del medio La Silla Vacía.Desde algunos partidos se suman a crítica de Iván Cepeda al Gobierno: “No se ve actitud de diálogo”Que Petro decidaAnte estas declaraciones, la delegación del Gobierno emitió un comunicado - firmado por la jefa negociadora Vera Grabe, y el senador y miembro de la delegación Iván Cepeda - alegando que "restar fusiles a la cruenta confrontación que vive el país es una obligación del gobierno, al igual que responder al cansancio de las comunidades frente a la violencia que padecen a diario".Pero que, a pesar de esto, "es claro que el Gobierno nacional no puede adelantar un proceso de negociación en dos instancias con una misma organización: en este caso, una mesa nacional de diálogos como la que hoy existe con el ELN, y otra en un proceso con un frente guerrillero, tal circunstancia es jurídica y políticamente inviable"."Ha habido grandes avances en ese proceso, hay la decisión también el Ln estado A pesar de las dificultades que está comprometida con esta p que tenemos que encontrar caminos para que avance Ellos están en su camino Ellos están en su camino tienen que encontrar su camino en nuestra responsabilidad es sacar adelante este proceso en la mesa nacionalPor eso le piden a Petro "tomar una decisión" de si se sigue adelante con la mesa nacional de diálogos con el ELN, que ha logrado el cese al fuego más largo pactado con la guerrilla y varios acuerdos de participación ciudadana y de alivios a las comunidades más afectadas, o adelanta la mesa de diálogo con la estructura de Nariño.Añadieron también una tercera opción: "determinar que dicha estructura ha dejado de ser parte de la organización con la que se está negociando a nivel nacional para desarrollar con ella un proceso autónomo".
Un territorio que aclamaba al Estado ser reconocido en Colombia como la comunidad ancestral de La Boquilla no se dio hasta que, el 15 de abril de 2012, el expresidente estadounidense Barack Obama asistió a la Cumbre de las Américas en Cartagena.Esta comunidad negra y reconocida por ser tierra de pescadores se ubicaron en esa zona posterior al proceso de libertad. Dicen los historiadores que fue desde 1700 su establecimiento, pero que por siglos las sucesivas generaciones han reclamado la titulación del territorio.Masacre en Alto Remanso: padre pide justicia por la muerte de su hijo durante un operativo militarNo fue hasta que con Obama como testigo político de la humanidad y en la emblemática plaza de Cartagena se dio la incansable lucha por su reconocimiento. “Nos enteramos en la prensa que Obama va a visitar en medio de la Cumbre de las Américas a Cartagena y que como un acto de desagravio hacia la discriminación y prácticamente olvido en que estaban los negros, entonces cogieron esas dos poblaciones emblemáticas. A cabo de una semana fui llamado por los organizadores del evento y me dijeron que en mí condición de representación legal yo tenía que estar en la ceremonia”, mencionó Benjamín Luna, líder de la comunidad de La Boquilla.Además, la ceremonia se dio en la plaza de San Pedro Claver, un lugar reconocido porque antiguamente era llamado el lugar del esclavo de los esclavos. Sin duda, el espacio significo para ellos la inclusión y libertad.El evento era protagonizado por Obama, aunque se contó con la participación de Shakira y al menos unos 33 jefes de Estado, pero todos los ojos de los espectadores estaban puestos en él. Era tanta la seguridad que no le bastaba con la que le ofrecía el Gobierno colombiano, sino que se trajo sus propios escoltas. “Obama nunca confió en la seguridad del Estado colombiano, el trajo su propia seguridad, su propia comida, su propia agua, todo lo trajo”, expresó Luna.Gustavo Vélez, el alcalde más amenazado del país, lucha contra la violencia en TuluáNo obstante, para la comunidad llevo algo mucho más valioso y fue un mensaje de poder y orgullo afro. Él defendió la posición de la reivindicación de la raza negra, también por ser el primer presidente negro de Estados Unidos.En su discurso presenció con orgullo un día histórico. “Cuyos frutos llevan décadas incluso años madurando. Durante generaciones muchos de ustedes han vivido en estas tierras, han trabajo estas tierras, han criado a su familia en estas tierras y hoy y de ahora en adelante por fin obtendrán la escrituración de estas tierras. Se le entregarán a La Boquilla y a San Basilio de Palenque”, declaró Obama ese día antes de la entrega del título a Benjamín Luna.La Boquilla es zona de pescadores artesanales y se reduce a un pedazo de mar, playa y ciénaga. Es un territorio muy pobre, pero con una ubicación codiciada. “Gracias a Dios tenemos agua, electricidad porque el alcantarillado en algunos lados no tiene ese servicio. En el verano se reducen las aguas y las fuertes brisas secan los playones. En invierno sube en promedio un metro”, expresó David Torres, pescador y líder comunitario.Extorsiones desde la cárcel: miles de inocentes son víctimas de este fenómeno criminalSin embargo, la dicha que tenía la comunidad por tener la escrituración no duró mucho. En 2020, el Tribunal de Bolívar, al resolver una demanda, anuló el título que ocho años antes les entregó Obama. Una pena y desengaño para los boquilleros. Los argumentos presentados decían que ellos no eran merecedores porque no son rurales, que era un barrio más de Cartagena y que el componente del plan de ordenamiento territorial figuraban como expansión urbana.Los boquilleros apelaron y el pleito ahora está en el Consejo de Estado que deberá emitir una decisión de cierre. Mientras tanto, La Boquilla está es un sinfín de irregularidades.
Hace 20 años, en un día como hoy, una pesada maquina empezaba a rugir un poco antes de las tres la tarde en la localidad de Suba, noroccidente de Bogotá. Al mismo tiempo, en el colegio Agustiniano Norte, en la misma localidad, el bullicio de los estudiantes que ese día salían de clases estaba a tope.>> Lea también: El rostro de los 21 ángeles del Agustiniano Norte: sentido homenaje de Noticias CaracolLa pesada máquina que salió de sus patios a transitar por las calles, sin saberlo, causaría uno de los peores accidentes en la historia de la ciudad.Las rutas del colegio también partieron hacia sus distintos destinos y los dos vehículos se encontraron. La máquina rodó por una curva y descargó su peso en el bus escolar. 21 niños fallecieron, junto a dos adultos, y 25 más quedaron heridos.Muchas vidas rotas ese 28 de abril, recordado como uno de los días más tristes de la ciudad. También cambiaron las vidas de los que acudieron al rescate, entre ellos, María Mercedes García, socorrista de la Cruz Roja.“Toco empezar a leer el listado de los niños que habían sido trasladados a centros asistenciales y en ese momento, a medida que se iba leyendo el listado, una persona dice: '¿y si usted no da el nombre de mi hijo qué quiere decir?'. Todos sabíamos la respuesta, pero nadie la quería dar", narró María Mercedes.El sargento Omar Castañeda, experimentado socorrista miembro del Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá, cuenta que en su larga trayectoria no vivió un caso semejante, uno que lo tocara tanto como ser humano.Impotentes ante las circunstancias, valientes bomberos que, en medio de sus labores, lloraron en silencio y pensaron en sus propios hijos.El sargento Carlos Torres, bombero, dice que “en el servicio, los bomberos actúan porque estamos entrenados para actuar y atender la emergencia, pero después somos seres humanos. Mi hijo estaba estudiando y tenía ruta escolar y al otro día, cuando llegue a la casa, no quería que fuera en ruta".Días de angustia pero también de esperanza. Años después, al sargento Castañeda lo sorprendió un encuentro muy grato. “A los dos años llega un niño a la estación y le digo: ‘¿En qué le puedo servir?’. El niño quiere llegar a la estación a darme las gracias, que él seguía vivo gracias a nosotros. Él había perdido una pierna".Todos aquellos que acudieron a brindar ayuda material o espiritual vivieron un cambio en sus vidas, uno de ellos fue el padre Juan José Gómez, rector del colegio.“Se me viene a la mente cuando escucho la canción de los ángeles: ‘Los ángeles están en ese lugar, parece que el cielo bajó o que Dios está con nosotros'. Siempre que recuerdo esa canción, mi corazón se eleva a Dios para hacer una oración por los 21 angelitos, por los familiares y por los sobrevivientes”.>> Le puede interesar: 20 años de la tragedia del Agustiniano Norte: homenaje a 21 ángeles que murieron en Bogotá