La burundanga y otros fármacos se han convertido en el arma silenciosa de la delincuencia en Colombia. A través de redes sociales y aplicaciones de citas, hombres y mujeres son engañados, drogados y despojados de sus pertenencias en cuestión de minutos; en algunos casos, las consecuencias resultan fatales. Séptimo Día conoció en Armenia, Quindío, la historia de un hombre que no solo sobrevivió tras ser drogado, sino que meses después logró rastrear a la mujer responsable para que las autoridades pudieran capturarla.Una cita que terminó en pesadillaLos hechos ocurrieron en marzo de 2022, cuando Aníbal, a quien llamaremos así para proteger su identidad, conoció a una mujer a través de una aplicación de citas. Después de varias conversaciones, acordaron encontrarse en persona.El empresario quindiano, de 52 años, aseguró que cayó en manos de una mujer que lo drogó tras aceptar la cita del 7 de marzo de ese año. Lo ocurrido lo llevó a tomar una decisión inesperada: “hacer justicia por mano propia”.El hombre contó que la mujer se presentó como azafata y que ambos acordaron salir a cenar en el norte de Armenia. “Me generó confianza porque la vieja tenía mucho efectivo, estaba muy bien de joyas, muy bien de reloj, muy bien de teléfono y muy bien hablada”, relató la víctima.Sin embargo, lo que parecía una noche prometedora se convirtió en una pesadilla. “Nos tomamos un par de cervezas...Luego ella me dijo que había dejado algo en el carro, yo voy hasta el auto y cuando vuelvo seguimos tomando, de ahí empiezo a recordar menos de lo que pasó ese día”, dijo.Aníbal recordó que lo último que tiene en su memoria es haber ingresado, cerca de la medianoche, a una habitación de un motel ubicado en el sur de Armenia. Al siguiente día, ya no tenía sus pertenecías.El hombre denunció que, además de dinero en efectivo y objetos de valor, la mujer también le robó un arma de fuego debidamente amparada. “Me robo dinero de una cuenta, dinero efectivo, el reloj, toda la parte de documentación, el teléfono...Y me dijeron que yo había autorizado la salida de la mujer”, aseguró.Tras un chequeo médico se determinó que Aníbal tenía en su organismo benzodiacepinas, un fármaco que, según especialistas, puede hacer que el cerebro y la sangre funcionen más lento.Lo que sufrió es una modalidad que las autoridades llaman sumisión química, en la que delincuentes usan sustancias como clonazepam, lorazepam o incluso medicamentos de uso psiquiátrico para anular la voluntad de la víctima y facilitar el robo.Tendió una trampa a burundanguera que lo drogóAníbal no solo denunció a la mujer, sino que además decidió rastrearla y tenderle una trampa para que las autoridades pudieran capturarla. “Yo sigo en la aplicación, la vuelvo a encontrar y con ayuda de un amigo la volvemos a citar unos meses después”, reveló.Con ayuda de su amigo, planeó un encuentro en Pereira, en junio de 2022, tres meses después de lo ocurrido. “Mi amigo se sentó con ella y a los cinco minutos la mujer le solicitó que ingresaran dentro del establecimiento. Hubo un momento de confusión y fue donde ingresaron y capturaron a la mujer”, contó Aníbal.La investigación reveló que, cuatro días antes de la captura, se había registrado en el sistema otra denuncia por robo cometido por una supuesta burundanguera. La descripción coincidía con la de la mujer que había drogado y despojado a Aníbal. El denunciante era Nolberto, un quindiano de 54 años, quien aseguró haber sido víctima de la misma persona.La mujer fue dejada en libertadAníbal, junto a un amigo, logró poner a la mujer en manos de las autoridades. Los hechos quedaron registrados en un video que muestra el momento en que la señalada fue trasladada a un CAI cercano. No obstante, la mujer fue dejada en libertad porque “no había una orden de captura” y no había flagrancia.La víctima aseguró que no entendió por qué no fue capturada, pese a que tenía dos cédulas diferentes con la misma fotografía y distintos nombres: una como ciudadana colombiana y otra como venezolana. Para Aníbal, esto representaba un claro caso de delito por falsedad en documento público.Alarmantes cifrasDe acuerdo con el artículo 383 del Código Penal Colombiano, portar cualquier sustancia que genere efectos similares a la escopolamina constituye un delito cuando no se puede justificar su uso. Esto incluye medicamentos controlados que requieren fórmula médica especial y cuyo consumo legítimo no pueda ser demostrado.El médico Miguel Antonio Tolosa Rodríguez, especialista en toxicología clínica, explicó las razones por las que el uso de la escopolamina ya no es tan común: "La escopolamina produce un efecto de agitación. La persona puede alucinar, tornarse agresiva, lo cual no le conviene al victimario", afirmó. A esto se suman dos factores cruciales: su síntesis es costosa y complicada. Por si fuera poco, el mercado ofrece alternativas más económicas, potentes y fáciles de conseguir. "Hay sustancias que se consiguen en farmacias", agregó el experto.Según cifras de la Policía Nacional, en la última década se han reportado más de 21.000 robos cometidos mediante sumisión química. Esto equivale a un promedio alarmante de seis víctimas diarias en el país. Los departamentos de Cundinamarca, Antioquia y Valle del Cauca concentran la mayor incidencia de estos casos.
La vida de Smit Carolina Urrego, una joven de 18 años que soñaba con salir adelante y forjar un futuro prometedor, terminó de manera trágica. En marzo de 2018, su cuerpo fue encontrado, en avanzado estado de descomposición, dentro de dos costales. Este hecho estremeció a la comunidad de Itagüí, Antioquia, por la frialdad y brutalidad del crimen. El Rastro conoció el caso en 2024.La joven creció en San Andrés de Cuerquia, un pequeño municipio del norte de Antioquia. Desde niña enfrentó dificultades económicas y una relación distante con su madre, pero nunca dejó de luchar. “Ella tenía una visión muy alta, siempre quería cumplir muchos sueños y salir adelante, por eso ingresó a estudiar”, dijo Katherine Echavarría, amiga de Smit.Con una personalidad alegre y luchadora, Smit Carolina trabajaba y estudiaba para contribuir al bienestar de su familia. Por eso, en 2018 tomó una decisión trascendental: mudarse a Itagüí para continuar sus estudios técnicos en conservación de recursos naturales en el SENA. Allí buscaba también la oportunidad de realizar sus prácticas profesionales, un requisito indispensable para completar su formación.Reencuentro con una amigaLa oportunidad de terminar sus estudios en el municipio antioqueño surgió gracias a Daniela Rojas, una compañera de bachillerato con quien se había reencontrado a través de redes sociales. Daniela le ofreció ayuda para conseguir una vacante de prácticas, alojamiento en su vivienda y un trabajo en una empresa de confecciones.La prima de Smit, Valentina Callejas, recuerda que ella hablaba muy bien de su amiga. "Que era super amigas, incluso llegó un punto que decía mucho que con ella se había ganado el cielo". Sin embargo, su llegada a Itagüí marcaría el inicio de una tragedia.Con la ilusión de encontrar estabilidad, Smit Carolina aceptó mudarse con Daniela y su novio, Dany López, también conocido como Dani Alejandro Vanegas.Misteriosa desapariciónEl 8 de marzo de 2018, fue la última vez que su familia tuvo noticias de ella, un hecho inusual, ya que Smit Carolina mantenía un contacto constante con sus seres queridos, especialmente con su prima. Ese mismo día, se negó a reunirse con su hermana Ángela Paola para celebrar el Día de la Mujer, debido a un problema.“Ese día me llamó y me dijo que estaba triste. Recuerdo que las primeras palabras que me dijo cuando le contesté fueron ‘¿Usted se olvidó de mí?’ Porque llevábamos varios días sin hablar. Desde entonces, no volví a saber de ella”, aseguró Valentina Callejas.Llamada anónima y hallazgo del cuerpoTres días después, la Policía recibió una llamada anónima que alertaba sobre la presencia de un cadáver en una zona despoblada de Itagüí. El cuerpo presentaba múltiples heridas con arma cortopunzante y signos de golpes contundentes. Su identificación fue posible gracias a la cédula que estaba junto a los costales donde fue hallado.Medicina Legal determinó que Smit Carolina había muerto aproximadamente 48 horas antes de ser encontrada. La causa de su muerte fue una "lesión en el cuello en dirección al tórax". “Se hicieron varias labores de vecindario, pero nadie constató quién pudo haber dejado el cuerpo”, reveló el investigador Carlos Martínez.Pistas claves en la investigaciónLos investigadores comenzaron a sospechar de Daniela Rojas, ya que la joven aseguró que Smit vivía sola, una versión que fue desmentida por la familia, pues sabían que ella le había ofrecido hospedaje en su casa.Otra pista clave surgió del análisis de la llamada anónima que alertó sobre el hallazgo del cadáver. Esta se había hecho desde un teléfono público en el barrio El Poblado, en Medellín, a 10 kilómetros del lugar donde apareció el cuerpo. Los investigadores identificaron que la voz correspondía a Dani Alejandro Vanegas, pareja de Daniela.Se presume que fue él quien realizó la llamada para que el cuerpo de Smit Carolina fuera descubierto, ya que habían pasado varios días sin que nadie lo encontrara. A esto se sumó un hallazgo forense: en el cadáver se encontraron pelos de un animal. La investigación reveló que la pareja tenía un perro siberiano blanco, lo que reforzó la hipótesis de su participación en el crimen.Móvil de crimenLas autoridades lograron destapar el trasfondo del crimen: un mes antes de su desaparición, Smit Carolina había sido convencida por Daniela y Dani Alejandro de adquirir un seguro de vida por 300 millones de pesos, cuya vigencia comenzó el 1 de febrero de 2018.Pocos días después, el 6 de febrero, Daniela consiguió que la joven le otorgara un poder que la dejaba como única beneficiaria de la póliza en caso de que algo le ocurriera a Smit.Tras el asesinato, la pareja intentó cobrar el seguro, lo que evidenció la macabra motivación detrás del crimen y reforzó su responsabilidad en él. Según la Fiscalía, después de acabar con la vida de Smit Carolina, la atacaron con diferentes objetos, causándole múltiples lesiones en varias partes del cuerpo. Posteriormente, buscaron reclamar la millonaria póliza, un paso que terminó por delatarlos ante las autoridades.Captura y condenaLas pruebas contra la pareja fueron contundentes. Nueve meses después del asesinato de Smit Carolina, la Policía ordenó la captura de Daniela Rojas y Dani Alejandro Vanegas por el delito de homicidio agravado.En junio de 2019, Dani Alejandro fue condenado a 45 años de prisión en la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, Boyacá. A pesar de la sentencia, él siempre sostuvo su inocencia.Por su parte, Daniela Rojas aceptó su responsabilidad en el crimen y llegó a un preacuerdo con la Fiscalía. Aunque nunca incriminó a su pareja, fue condenada a 16 años de cárcel en el establecimiento penitenciario El Pedregal, en Medellín.
El asesinato del soldado Cristian Steven Reyes en Montenegro, Quindío, no solo estremeció a la comunidad por la brutalidad del crimen, sino también por el oscuro entramado que lo rodeó. Lo que en un inicio parecía un ataque de una banda delincuencial contra un militar, terminó revelando una verdad más perturbadora. El Rastro conoció el caso.“Mi hermano era una persona muy especial para mí, en todo lo resaltaba su honestidad y su alegría. Soñaba con ser soldado, le gustaba defender a las personas y era muy buen papá”, relató Yurimar Reyes a Diego Guauque al hablar sobre la vida de Cristian.Según su familia, desde niño soñaba con vestir el uniforme militar, un anhelo que lo llevó a convertirse en soldado profesional y también en enfermero dentro del Ejército. “En muchas ocasiones salvó vidas y curó”, recordaron sus hermanas, quienes además resaltaron su amor por los animales y su permanente deseo de ayudar a los demás.¿Qué ocurrió?El 23 de abril de 2019, hacia las 10:30 de la noche, Cristian fue atacado por sicarios que le dispararon en repetidas ocasiones. Una de las primeras en enterarse fue su hermana, quien corrió desesperada a ver qué había sucedido. “Un vecino me dice: ‘Allá está su hermano’ Como mi hermano era enfermero en el Ejército, pensé que estaba auxiliando a algún herido, pero era a mi hermano al que le habían disparado y estaba herido”, recordó.En medio del caos, apareció Diana Alejandra Gómez, la esposa de Cristian. Su reacción fue desconcertante: “Se agachó, le sacó el celular del bolsillo, le sacó unos papeles y la billetera y empezó: ‘Ay, Cristian, mi amor, te amo’”.Cuando llegaron las autoridades confirmaron que el joven había sido trasladado al hospital, pero no logró sobrevivir a los graves impactos de bala que recibió en la cabeza y el tórax.La noticia conmocionó a sus vecinos y familiares. Nadie entendía quién podría querer asesinarlo. “Él no tenía enemigos, todo el mundo lo quería”, insistían sus hermanas.Los investigadores plantearon las primeras hipótesis sobre el crimen, señalando que podría estar relacionado con su labor como militar. Al ser un soldado activo, se creyó que las bandas de microtráfico que operaban en la zona lo veían como una amenaza para sus negocios ilícitos. Sin embargo, con el avance de las indagaciones, la investigación tomó un giro inesperado.Una relación marcada por conflictosLas autoridades comenzaron a indagar en el círculo más cercano del soldado y descubrieron que, en su vida personal, Cristian atravesaba un matrimonio marcado por las dificultades. Estaba casado con Diana Gómez, con quien tuvo dos hijos.De acuerdo con las hermanas del militar, la relación era conflictiva, con discusiones constantes e incluso un episodio de infidelidad por parte de Diana. Días antes del crimen, Cristian le había pedido el divorcio.“Que brinque aquí, brinque allá, que esté con un hombre, está con otro… no era de un solo hombre, era de varios”, aseguró una de las hermanas.“Ella no trabaja, se la pasaba esperando que llegara el sueldo de él para gastárselo”, agregó. Cuando él le pidió que buscara empleo, ella se negó, las hermanas dicen que ella afirmaba que “Para eso se había conseguido un soldado profesional, para que la mantuviera”.Llamadas clave en la investigaciónEl barrio donde ocurrió el crimen estaba bajo el control de dos organizaciones criminales conocidas como Los Chukys y Los Killers, dedicadas al sicariato y al microtráfico.El celular de Cristian quedó en manos de Diana, quien aseguró que el dispositivo se había formateado accidentalmente al intentar desbloquearlo. Aunque las autoridades lo solicitaron en varias ocasiones, ella nunca lo entregó.Sin embargo, gracias a la interceptación de los teléfonos de varios miembros de Los Chukys, se descubrió que, en los días previos al asesinato, Diana Gómez había sostenido numerosas llamadas con integrantes de esa organización criminal.Impactante confesiónAsimismo, un informante anónimo mencionó a alias Quiroga, un joven de 17 años vinculado a la banda de Los Chukys. El sujeto fue capturado en Putumayo y decidió colaborar con la justicia. Confesó su participación en más de diez asesinatos, entre ellos el de Cristian.La situación se volvió más compleja cuando, según las hermanas, Diana inició una relación sentimental con un compañero del trabajo de Cristian. Poco después, ocurrieron dos asesinatos en el barrio: una vecina y un habitante de calle. Se cree que ambos fueron silenciados por saber demasiado.Según las declaraciones de alias Quiroga, fue Diana quien envió la fotografía de su esposo a la banda para facilitar el ataque. El joven también confesó que participó como campanero, mientras que alias Nico, otro menor de edad, fue quien disparó contra el soldado.“Esto le mandó hacer su mujer”, reveló Quiroga sobre las palabras que, según él, Nico le dijo a Cristian instantes antes de dispararle.Las autoridades explicaron la manera en la que se planeó el crimen: “Se ubican estratégicamente a la espera de que la esposa del soldado los llame y les diga: "Vea, ahí va saliendo, va vestido así, va en dirección hacia tal lado". Cuando estaban coordinando el homicidio, Diana les entrega una fotografía para que no haya un margen de error”.Móvil del crimenAdemás, la investigación reveló que había un motivo económico tras el crimen: Diana buscaba quedarse con un millonario seguro de vida y con la pensión que correspondía a Cristian por su servicio en el Ejército.De acuerdo con la familia de la víctima, Cristian había dejado el 80 % del seguro a su madre y solo el 20 % a su esposa, pero ella desconocía esa distribución y creía que recibiría la totalidad de los $100 millones. “Ella estuvo recibiendo la pensión durante casi tres años; cuando la capturaron, aún la seguía percibiendo”, dijo una de sus hermanas.En agosto de 2020, la Policía adelantó un operativo que permitió la captura de más de 19 integrantes de Los Chukys y de Diana, conocida como alias La Diabla.La mujer no aceptó los cargos por homicidio agravado, pero la justicia la halló culpable y la condenó a 35 años de prisión como autora intelectual del asesinato de su esposo. Actualmente, permanece recluida en la cárcel Villa Cristina, en Armenia.
El 23 de abril de 2019, la tranquilidad de un barrio en Montenegro se vio abruptamente interrumpida por el sonido de varios disparos. Cristian Stiven Reyes, un joven soldado, fue asesinado a quemarropa en plena vía pública. Lo que inicialmente parecía un ataque perpetrado por sicarios, dio un giro inesperado durante la investigación: detrás del crimen estaba su esposa, Diana Alejandra Gómez, conocida con el alias de La Diabla.Los hechos ocurrieron alrededor de las 10:30 p.m., cuando un sicario atentó contra la vida de Reyes. Debido a la gravedad de las heridas, especialmente en la cabeza y el tórax, el soldado fue trasladado al hospital, pero llegó sin signos vitales.La primera en reconocerlo fue su hermana Yurimar Reyes, quien aún recuerda la confusión de ese momento: “Un vecino me dice: ‘Allá está su hermano’ Como mi hermano era enfermero en el Ejército, pensé que estaba auxiliando a algún herido, pero era a mi hermano al que le habían disparado y estaba herido”, contó en El Rastro.Cristian había iniciado una relación sentimental con Diana Gómez desde muy jóvenes y con ella tuvo dos hijos, que para el día de los hechos tenían 6 y 3 años. Sin embargo, la familia de la víctima aseguraba que la pareja atravesaba constantes problemas, discusiones e, incluso, que Cristian había descubierto una infidelidad por parte de ella. Ante la difícil situación, Cristian le pidió el divorcio, pero Diana se negó.Pistas clave en la investigaciónEn un principio, la Policía creyó que el homicidio estaba relacionado con su labor como soldado, debido a que en la zona operaban Los Chukys, una banda de microtráfico y sicariato. “Una de las hipótesis fue que por las funciones que desempeñaba Cristian como soldado profesional, la banda lo viera como una amenaza para el desarrollo de sus actividades ilícitas en el sector”, reveló el investigador del caso.Sin embargo, pronto comenzaron a aparecer señales que apuntaban hacia otro camino. Los testimonios de la esposa del soldado empezaron a presentar inconsistencias.Además, la familia de Cristian aseguró que nunca confiaron en la mujer, pues la relación estaba marcada por constantes conflictos. “Ella no trabajaba, solo esperaba que llegara el sueldo de él para gastárselo”, relataron. Cuando Cristian le pidió que buscara empleo, se negó. Según sus hermanas, Diana solía decir: “Para eso me conseguí un soldado profesional, para que me mantuviera”.Llamadas telefónicas fueron crucialesLa investigación arrojó nuevas pistas luego de que las hermanas de Cristian testificaran que, el día del homicidio, Diana llegó al lugar de los hechos y le sacó el celular, la billetera y algunos documentos. Posteriormente, el análisis de las llamadas telefónicas reveló más de 100 registros entre Diana, alias La Diabla, y miembros de la banda Los Chukys en los días previos al asesinato.Aunque la mujer había negado tener un celular propio, estas pruebas la incriminaban directamente y derrumbaban su versión. Además, un testigo anónimo terminó revelando detalles clave del crimen al señalar a un joven de 17 años, conocido como alias Quiroga, como uno de los implicados.Confesión del sicarioAlias Quiroga fue capturado en Putumayo y decidió colaborar con la justicia. Confesó su participación en más de diez asesinatos, entre ellos el de Cristian. “Nos habla precisamente del homicidio del soldado como él lo conocía”, afirmaron las autoridades.En su declaración, el joven implicó directamente a la esposa del soldado, señalando que fue ella quien les suministró información clave para ejecutar el crimen. “Se ubican estratégicamente a la espera de que la esposa del soldado los llame y les diga: "Vea, ahí va saliendo, va vestido así, va en dirección hacia tal lado". Cuando estaban coordinando el homicidio, Diana les entrega una fotografía para que no haya un margen de error”, explicó uno de los investigadores sobre la manera en que se planeó el asesinato.Alias Quiroga confesó que participó como campanero, mientras que alias Nico, también menor de edad, fue el sicario que disparó contra el soldado. Según su declaración, antes de accionar el arma, Nico se acercó a Cristian y le dijo: “Esto le mandó hacer su mujer”.“Evidenciamos que Diana tenía un vínculo directo… ella simplemente coordinó con personas superiores para que se pudiera cometer el hecho, para no dejar una huella directa”, revelaron las autoridades.¿Quería cobrar seguro de vida?Los investigadores determinaron que el interés de Diana Gómez era económico. Cristian tenía un seguro de vida de unos 100 millones de pesos, pero había dejado el 80% a su madre y el 20% a su esposa. Ese detalle, que ella desconocía, se convirtió en la verdadera sorpresa.“Ella estuvo recibiendo la pensión durante casi 3 años, cuando la capturaron aún la seguía recibiendo”, dijo una de sus hermanas, y agregó: “Cuando se enteró, pegó un grito, y dijo: ‘¿Cómo me va a dejar el 20% si tengo a los niños. Es un desgraciado’”, relató una de las hermanas.Captura de alias La DiablaEl crimen del soldado no solo destapó la traición de su esposa, sino que permitió a las autoridades avanzar en la captura de la estructura delincuencial que operaba en Montenegro. Durante un operativo en 2020, fueron detenidos 19 integrantes de la organización, incluido alias Nico, uno de los sicarios que confesó y señaló directamente a Diana como la autora intelectual.Diana Gómez fue capturada y se le imputó el delito de homicidio agravado, pero no aceptó cargos. Fue condenada a 35 años de prisión. Actualmente, cumple su condena en la cárcel de mujeres Villa Cristina en Armenia.Los hijos de Cristian quedaron bajo el cuidado de sus tías. El caso no solo dejó una profunda herida en la familia del soldado, sino también una marca imborrable en la memoria del barrio, donde aún resuena la historia de traición que terminó en tragedia.
Como cada domingo, el programa Los Informantes le presenta tres grandes historias. En esta ocasión habla por primera vez el neurocirujano Marcos García, el médico que atendió a Miguel Uribe Turbay en Fontibón justo después del atentado el pasado 7 de junio. También la historia del colombiano que trabajó en Space X, la compañía de Elon Musk, el hombre más rico del mundo, y el estrés laboral que perjudicó su salud mental. Finalmente, los detalles detrás de la cocina de Harry Sassons, chef colombiano.Secuelas y rastros de un atentadoLos primeros segundos y minutos después del atentado al precandidato presidencial fueron cruciales para que ahora, más de 50 días después, todavía haya una luz de esperanza sobre la vida del senador Miguel Uribe Turbay. Marcos García fue el neurocirujano que recibió al senador en la Clínica Medicentro de Fontibón en la tarde de ese 7 de junio. Ahora, en diálogo con Los Informantes, el médico revela por primera vez de los detalles de la herida con la que llegó el político y los procedimientos que tuvo que realizar. Esas primeras atenciones permitieron estabilizar a Miguel Uribe Turbay, quien después fue trasladado a la Fundación Santa Fe, donde permanece bajo pronóstico reservado. La recuperación del senador avanza, así como también lo hace la investigación por parte de las autoridades para esclarecer quiénes están detrás de este crimen. Ya hay capturas y claves establecidas gracias a la infiltración, seguimientos, inteligencia y hasta ayuda internacional para descubrir a los responsables.Mis días con Elon MuskSebastián Torres es un colombiano que trabajó 7 años en SpaceX, la empresa privada a la vanguardia de la exploración espacial de Elon Musk, el polémico y famoso empresario estadounidense dueño de Tesla y ahora enemigo de Trump, también el hombre más rico del planeta. A pesar de la gran experiencia y oportunidad que representó para él estar rodeado de ciencia, cohete e innovación, también fue un reto para su salud mental.Sobre Elon Musk, su exjefe, reveló que era un hombre que dormía poco y que podía estar en la empresa todo el día y muy pronto él también estaba experimentando un sobre esfuerzo laboral que lo llevó a buscar ayuda profesional. El 'burn out' o estrés laboral fue tal que empezó a requerir medicamentos psiquiátricos y a tener pensamientos suicidas, lo que finalmente lo motivó a tomar una decisión radical. Renunció a todo para volver a Colombia y ahora vive en medio de las montañas y la naturaleza, alejado del estrés.Sasson tiene sazónHarry Sasson lleva 30 años compartiendo alegría a través de la comida en su restaurante y se ha consolidado como un referente de la cocina contemporánea y uno de los mejores chefs colombianos y latinoamericanos. Aunque su apellido sea internacional, es más bogotano que el ajiaco y en sus restaurantes no faltan los platos que representan y enaltecen la cocina colombiana.
Sebastián Torres trabajaba en una oficina donde los cohetes eran parte del paisaje. En SpaceX, la empresa de Elon Musk que ha transformado la carrera espacial moderna, Sebastián ayudó a construir el sueño más ambicioso de su jefe: llevar a la humanidad a Marte. Pero ese mismo sueño, al que dedicó su juventud, casi le cuesta la vida.Caleño, ingeniero industrial y apasionado por el tenis desde niño, Sebastián nunca imaginó que terminaría dirigiendo uno de los proyectos más exigentes de la era moderna: el motor Raptor, uno de los más poderosos jamás construidos. Su llegada a SpaceX no fue casualidad, pero sí fue un giro inesperado. Antes de eso, había trabajado en la industria farmacéutica en EE. UU., después de graduarse en la prestigiosa universidad Cal Poly, a la que llegó becado por su talento con la raqueta. “Crecí en Cali, hasta los 17 años, mi familia no era abundante económicamente y tuve que elegir: o tenis o universidad. Me fui becado por el tenis a Estados Unidos, y allá desarrollé mi carrera como ingeniero”, recordó.Durante cinco años ascendió como ejecutivo en la industria farmacéutica, hasta que el estrés laboral le quebró el cuerpo y el alma. “Tuve un ‘breakdown’ total. Sudaba frío, ataques de pánico, entré en una depresión seria. Me llevaron al psicólogo y me dijo: ‘cuando sientas ansiedad tómate estas pastillas, cuando quieras dormir tómate esta otra y cuando te sientas triste tómate estas cada tres horas’. Entonces de repente tenía 3 o 4 pastillas, pero a los dos o tres días empecé a tener pensamientos suicidas, todo lo que hacía yo pensaba cómo me podía suicidar”.Fue entonces cuando lo llamó SpaceX. “Estaban buscando a alguien con mi perfil. Cuando llegué, éramos solo 900 personas. Cuando me fui, eran más de 10 mil”.¿Cómo es trabajar con Elon Musk?El trabajo era vertiginoso. Su primer rol fue coordinar con proveedores en distintos puntos del país, afinando detalles técnicos y logísticos. Dos meses después, conoció personalmente a Elon Musk, a quien describe como un hombre obsesivo, hiperlúcido y hermético. “Elon es un genio, el que más sabe de cohetes en la empresa. Cuando nadie tenía una solución, vas donde él. Siempre tenía una respuesta o te mostraba algo que no habías visto”.Pero también era un jefe impredecible. “A mí lo que me interesaba de Elon al principio es que él no dormía tanto, él se montaba en su carro en un Tesla, tenía el 'self driving', estaba experimentando con eso, se montaba ahí y se quedaba profundo. Uno llegaba, veía el carro parqueado frente al edificio con un guardaespaldas y el guardaespaldas decía: 'shh, está el jefe durmiendo'”.Trabajar para Musk implicaba aceptar una cultura de presión constante. “Él estaba ahí todos los días. Si ibas un domingo a las 5 a.m., te lo encontrabas. Ese era su bebé" y agregó que el polémico empresario generaba frustración entre sus empleados. "La gente se frustra mucho con él porque él tiene una mano muy dura, él usa mucho el miedo como liderazgo, él a veces echa a la gente en frente de todo el mundo”.Aunque no era astrofísico ni ingeniero aeroespacial, Sebastián trabajaba entre cohetes, plataformas de lanzamiento y prototipos interplanetarios. Estuvo presente cuando SpaceX logró por primera vez aterrizar un cohete tras una misión y también en el famoso lanzamiento del Tesla Roadster que hoy flota en el espacio con un maniquí a bordo. Fue parte del equipo que empujó los límites de lo posible, hasta que su salud le dijo basta.La renuncia y el cambio radical de vidaLas jornadas de 14 o 16 horas eran la norma y el descanso era un lujo. Las fiestas, apenas un rumor porque para ellos en Navidad o Año Nuevo el ritmo no bajaba. Y Sebastián, con su experiencia anterior, tenía miedo de volver a caer al 'burn out'. Luego de siete años, Sebastián presentó su renuncia. “Me dijeron: gracias por tu aviso de 30 días, pero por tu contrato decidimos que te vayas hoy mismo”.Han pasado tres años desde que dejó SpaceX. Hoy vive en una finca en las montañas de Pereira, cerca de un parque nacional y al borde de un río. Medita cada mañana. Camina. Ya no tiene que revisar correos a las 3 a. m., ni calcular riesgos de lanzamiento. “Extraño la intensidad, irónicamente", confesó, pero sabe que no regresaría a esa vida.Musk, su antiguo jefe, es hoy el hombre más rico del mundo. SpaceX vale más de 400 mil millones de dólares y sigue marcando hitos en la historia espacial. Pero Sebastián eligió otra órbita, una donde el oxígeno no escasea, el tiempo fluye sin ansiedad y la mente ya no se desborda.
Carlos Vives habló de ‘500’, una canción que describe como “la banda sonora” para celebrar el cumpleaños de Santa Marta, la tierra que lo vio nacer. “Terminamos haciendo una especie de rapsodia, de momentos musicales que van a ir acompañados de momentos históricos. (…) De alguna manera es la voz de Bastidas que regresa 23 años después a fundar la ciudad”, expresó.En entrevista exclusiva con Noticias Caracol, el cantante de 63 años explicó el profundo significado que tiene el sencillo musical. Según dijo, es para que los samarios recuerden la historia y raíces de la primera ciudad fundada en Latinoamérica, en otras palabras, para que abracen y valoren los cambios por los que han tenido que pasar. Vives enfatizó la necesidad de entender la verdadera identidad, a menudo oscurecida por relatos que han hecho daño. "Parte de nuestra tragedia ha sido no entender, no tener clara nuestra identidad realmente", señaló. Para él, la historia de Santa Marta y de Colombia no se limita a la llegada de los españoles; es más bien una fusión de influencias hispanas, americanas y africanas que deben ser valoradas en su totalidad. Se trata de reconocer el choque cultural y rescatar lo bueno que surgió de esas interacciones complejas."Colombianidad es entender todo lo que somos""Por eso Colombia se conecta con el mundo, porque como somos tantas cosas. Estamos en los andes, pero somos caribes, pero también somos pacíficos y somos amazónicos, somos Europa, somos América, somos África, somos sirio, libaneses. Por esa migración entre entre guerras (...) que libertó mucha gente y muchos de ellos vinieron a este continente a enriquecer nuestra cultura", explicó con tono de orgullo. Luego, hablando de Rodrigo de Bastidas, el fundador de Santa Marta, lo calificó como "el olvidado, el desconocido". Dijo que la imagen que le han construido ha estado sesgada, por eso lo presentó como un hombre de época que, enamorado de la bahía desde su primer avistamiento en 1501, dedicó 23 años a su sueño de fundar la ciudad. Asimismo, destacó la visión de Bastidas de establecer una economía "en paz y en concertación con los locales", una perspectiva que busca reivindicar en esta conmemoración. '500' la banda sonora para conmemorar a Santa Marta La celebración de los 500 años de Santa Marta se materializa en la canción '500', que Vives describió como la "banda sonora" del trabajo realizado con su fundación y la alcaldía. Este tema es una "rapsodia de momentos musicales" que entrelaza la historia de la ciudad con sus sonidos. La canción, comienza con las raíces españolas, irrumpe luego con los sonidos prehispánicos de las culturas Tayronas, para luego integrar las músicas urbanas y los ritmos tradicionales. El sencillo cuenta con la participación de talentos como Lalo Ebratt, Bomba Estéreo, Yera, Estereobeat, Laura Maré, Olga Lucía Vives, L’Omy, Gloria Torres, Paola Lacera y Rashid Zawady, entre otros. Para él es una obra que encapsula el sentir samario y acoge influencias de todas las provincias que confluyeron en la ciudad.Al recordar la Santa Marta de su infancia, Vives la evocó como un lugar de "misterio" con la Sierra Nevada a sus espaldas y una fuerte herencia española, particularmente de Canarias y Cádiz, reflejada en sus carnavales. De igual forma, recordó los juegos en los arenales, el colegio y la brisa del mediodía. Finalmente, agradeció su experiencia en Bogotá, que si bien fue un cambio difícil en su juventud, le enseñó a entenderse más profundamente como colombiano. "Bogotá fue una mamá y también un papá, me enseñó mucho (...), a decir como Pombo 'Yo soy de Colombia entera'". NOTICIAS CARACOL Santa Marta tiene mucho por contar en sus 500 años de historia. 'La perla de América' es conocida también como 'la ciudad del origen' que cuenta con una rica historia. Más en https://t.co/yqNEZK7rZ3 pic.twitter.com/Ih5b2aSHqt— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) July 28, 2025
Mientras Miguel Uribe Turbay, los médicos y sus familiares luchan por mantener la esperanza con la recuperación del senador, las autoridades también avanzan en la investigación para establecer a los responsables del atentado del que fue víctima el precandidato presidencial. En 50 días ya van seis personas judicializadas gracias a interceptaciones e inteligencia, labores en las que expertos internacionales han tenido mucho que ver.En diálogo con Los Informantes, el director de la Policía, el general Carlos Fernando Triana, reveló que desde el 7 de junio y hasta el día de hoy se han movilizado 180 investigadores de la Policía, otros de la Fiscalía y hasta expertos internacionales han trabajado en desentrañar cada pequeño detalle del plan en contra del senador. "El apoyo internacional ha sido supremamente valioso. Nos reunimos con el FBI, con la DEA, con el Reino Unido", indicó y reveló también que gracias a drones y cámaras de Estados Unidos se pudo ubicar y capturar a alias El Costeño.¿Cómo ayudó Estados Unidos en la investigación del caso Miguel Uribe?Elder José Arteaga Hernández, conocido como alias El Costeño, intentó desaparecer del radar de las autoridades y hasta su propia organización supo poco de su paradero tras el atentado que dejó al político Miguel Uribe Turbay gravemente herido en Bogotá. Su nombre circulaba en los informes de inteligencia días después del ataque como el jefe de la red criminal detrás del mismo, pero su paradero era incierto.Fue gracias a una operación articulada con tecnología de punta enviada desde Estados Unidos —drones con visión térmica y cámaras de detección de calor— que las autoridades colombianas lograron reconstruir su rastro. Según fuentes de inteligencia, el apoyo internacional fue clave para detectar desde el aire los movimientos del sospechoso, quien se ocultaba en distintas viviendas del occidente de Bogotá, cambiando de lugar cada dos días y comunicándose apenas con su círculo más cercano.“Él no dormía dos noches seguidas en la misma casa”, detalló el director de la Policía. El Costeño, además, había comenzado a desconfiar de sus propios hombres. En chats obtenidos por la Policía, se lee su preocupación sobre la posible delación del joven sicario detenido el día del ataque: “Me va a tocar perderme, eso es obvio que ese chinche va a soltar la sopa”, escribió a uno de sus contactos.Según información de inteligencia, El Costeño construyó su poder desde la cárcel. Estando recluido en un centro penitenciario del departamento del Meta, entabló relaciones con integrantes de las disidencias de las Farc, de Iván Mordisco y José Aldinever. “Es un hombre que en la cárcel conoció a más personas, se matriculó con organizaciones criminales. Hay un hilo conductor en términos de orientación criminal desde la cárcel, allá conoce más personas y consolida su poder criminal”, aseguró una fuente de alto nivel.Luego del atentado, su escondite final fue irónicamente el mismo lugar donde comenzó su carrera criminal: Engativá, al occidente de la capital. Allí operó durante años en microtráfico, hurto y sicariato, y tal vez por eso se sintió lo suficientemente cómodo para bajar la guardia. Pedía comida a domicilio todos los días y ya hablaba de viajar al Caquetá, lugar del que habría salido la orden de acabar con la vida de Miguel Uribe.Pero el cerco se cerró antes de que pudiera moverse. Fue capturado en su propia barbería del sector, y según el general Carlos Fernando Triana, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, se quebró en el momento del arresto: “Empieza a llorar, desconsolado, desconcertado”, relató el oficial.La investigación continúa con pistas en el CaquetáAlias El Costeño no cayó solo. En el proceso ya han sido judicializadas seis personas, entre ellas dos menores de edad. Uno de ellos -el chinche- fue capturado el mismo día del ataque; el otro, se entregó voluntariamente hace apenas unos días. Además de los seguimientos a chats y movimientos urbanos, las autoridades descubrieron que uno de los vehículos usados en la operación fue llevado hasta Soacha y allí le cambiaron el color el mismo sábado, como parte del plan para borrar pruebas y despistar a los investigadores.Sin embargo, ese esfuerzo no impidió que las autoridades reconstruyeran los pasos finales del grupo ese día. A las 7:30 de la noche, varios de los implicados se reunieron en el barrio Santa Fe, en el centro de Bogotá, para repartirse el botín como pago por la “labor” cumplida. Esa reunión también quedó registrada en las pesquisas, y forma parte del expediente que hoy sostiene los procesos judiciales contra esta red. El director de la Policía Nacional fue enfático al declarar que el caso sigue abierto: “No vamos a descansar hasta contarle al país quién es el autor intelectual, quién dio la orden”.
En un emotivo gesto que ha conmovido a los internautas, María Claudia Tarazona, esposa del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, compartió en la noche de este domingo, 27 de julio, una fotografía de su hijo Alejandro, de 4 años, tomando la mano de su padre. La imagen, publicada en redes sociales, fue acompañada de un mensaje de profunda fe y esperanza mientras el político continúa internado en la Fundación Santa Fe tras el atentado sufrido el pasado mes junio de 2025.La publicación muestra la pequeña mano del niño entrelazada con la del político, un acto que se podría interpretar como un símbolo de conexión y resiliencia familiar en el momento de adversidad que atraviesa la familia. Además, está acompañado de un conmovedor mensaje que resonó ampliamente: "Día a día, paso a paso, cada pequeño milagro le da aliento a nuestros corazones. Dios, cógelos fuerte, que sus manos nunca se vuelvan a separar". El mensaje, más allá de reflejar la incertidumbre que sus seres queridos han tenido que enfrentar tras el ataque, también manifiesta la inquebrantable fe que sostienen. En la publicación, la esposa del senador pidió a los ciudadanos a que sigan elevando oraciones por su pronta sanación. "Oremos todos juntos por el milagro de la recuperación de Miguel, para que Alejandro pueda crecer al lado de su papá. ¡Oremos con fe, se los pedimos de corazón!".Precandidato presidencial lleva más de 50 días hospitalizado Es de recordar que, tras ser atacado el pasado 7 de junio, el senador ha tenido que ser sometido a múltiples intervenciones quirúrgicas y ya completa más de 50 días internado en la Fundación Santa Fe. Su estado de salud y su proceso de recuperación ha echo que en varias ocasiones la gente se reúna en jornadas de oración y eventos que rechazan la violencia de la que fue víctima. Por su parte, el centro médico que lo está atendiendo expresó hace ya un tiempo que solo emitirá comunicados cuando la situación lo amerite, es decir, cuando la salud de Migue Uribe Turbay muestre cambios significativos. En el último reporte compartido a la opinión pública, el 14 de julio, la entidad explicó que el senador del partido Centro Democrático "continúa con manejo multidisciplinario en la Unidad de Cuidados Intensivos" y que por esos días mostró "una respuesta clínica favorable y estable". De acuerdo con el comunicado, es necesario que este permanezca sedado, con ventilación mecánica y monitorio hemodinámico y neurológico. Menor de edad se entregó a la Fiscalía por participar en el atentado Recientemente, un adolescente de 17 años se entregó voluntariamente a la Fiscalía General de la Nación tras afirmar haber participado las reuniones de planeación del atentado. Al entregarse, el joven declaró que posee información crucial sobre la planeación del ataque, así como detalles sobre otras personas vinculadas a la investigación. Paralelamente, los investigadores han podido confirmar que se llevaron a cabo múltiples reuniones previas al atentado. Una de estas reuniones presuntamente tuvo lugar en la localidad de Bosa, donde se observó a alias "El Costeño" descendiendo de un vehículo azul junto a alias "El Viejo".Con esta entrega, ya son siete los detenidos por el atentado. Entre los aprehendidos hay dos menores de edad, el que se entregó y el sicario de 15 años que disparó contra Uribe. Este último será procesado formalmente el 4 de agosto bajo el sistema de responsabilidad penal para adolescentes. Además, cinco adultos han sido capturados en el marco de esta investigación liderada por la Sijín y el CTI.Angélica Yelithssa Morales C. NOTICIAS CARACOL
Se cumplen 50 días del atentado a Miguel Uribe Turbay y, así como su rehabilitación, también avanza la investigación que pretende dar con los responsables de este acto criminal que indignó a Colombia. El director de la Policía, general Carlos Fernando Triana, reveló en Los Informantes la manera en la que lograron dar con alias El Costeño y Katerine Andrea, dos de los implicados en este plan contra el precandidato presidencial.Toda la investigación, en la que participaron más de 100 investigadores de la Policía, Fiscalía y hasta expertos internacionales, está apuntando a que la orden habría venido desde el Caquetá, desde la Segunda Marquetalia o de Iván Mordisco. Además, que el plan se habría diseñado desde una cárcel en el Meta.Elder José Arteaga Hernández, alias El Costeño, ha sido identificado como el jefe detrás de la organización criminal que atacó a Miguel Uribe en Bogotá, quien en una cárcel del departamento del Meta se habría hecho cercano a un guerrillero. "Es un hombre que en la cárcel conoció a más personas, se matriculó con organizaciones criminales. Hay un hilo conductor en términos de orientación criminal desde la cárcel, allá conoce más personas y consolida su poder criminal".Las pistas en el CaquetáEn más de un mes de ardua investigación, las autoridades han identificado una fuerte conexión entre los implicados y el municipio de Belen de Los Andaquies, específicamente en la vereda Los Ángeles, donde se ubicó en su momento la columna móvil Teófilo Forero de las Farc y ahora los disidentes de Iván Mordisco y José Aldinever. Ellos hasta ahora son los principales sospechosos de mandar a matar al precandidato presidencial.De hecho, todo parece indicar que después del atentado, Katerine Andrea Martínez -la mujer que se vio caminando por las calles de Fontibón junto a alias El Costeño ese 7 de junio- debía viajar al escondite de los disidentes en ese punto del país. Ella fue la que, según las autoridades, le entregó el arma al joven sicario de 15 años que disparó contra el político y se encargó de mostrarle las fotos del mismo en un carro, porque él no sabía exactamente a quién le iba a disparar.Dos días después del ataque la Policía logró interceptar el chat entre Katerine y alias El Costeño, quien le dio indicaciones claras. "Almuerce y coja taxi para Belen de los Andaquies, cuando esté ahí coja moto taxi para Los Ángeles, ahí entra a un restaurante. Eso no queda lejos de un pueblo a otro", le decía el jefe en los mensajes. Además, en esos primeros días le recomendaron cambiar su color de cabello y dormir en diferentes lugares, antes de viajar rumbo a Caquetá, donde sería entrenada en drones y manejo de explosivos.Lo que Katerine no sabía es que, para ese momento, ya tenía a dos agentes de inteligencia que la estaban estudiando día y noche, conociendo hasta sus gustos. "Nunca se dio cuenta, en su actuación y en su forma es una joven de 19 años que de forma espontánea manifiesta el por qué salió de Bogotá y para dónde iba", reveló el director de la Policía.Con la información de los chats y la revelada por la misma Katerine a inteligencia sin darse cuenta, las autoridades pudieron capturarla, pero para ello necesitaban retrasar su llegada a Belen de los Andaquies. En la reseña de inteligencia que hicieron los infiltrados se reveló que, con ayuda de un mecánico, tuvieron que hacerle una pequeña avería al motor del bus en el que viajó a Florencia para darle tiempo a la orden de captura. Así lograron capturarla en la capital del Caquetá.La investigación que hizo caer a alias El CosteñoDe la misma forma, otro grupo de policías seguía los movimientos de El Costeño en Bogotá los días después del atentado. A través de un dron y una cámara que detecta el calor, ayuda tecnológica enviada desde Estados Unidos, ubicaron las casas en las que se hospedaba. "Él se movía permanentemente, no dormía en una casa más de dos días, tenía unas comunicaciones esporádicas, espontáneas con su componente familiar".Alias El Costeño desapareció por un tiempo, luego de que en televisión se mostraran el recorrido que hizo junto a Katerine en día del ataque. Chats de sus aliados criminales demuestran que ellos tampoco sabían dónde se encontraba y que tenía temor de que 'el chinche' -como se referían al joven sicario que fue capturado ese mismo día- los delatara. "Me va a tocar perderme, eso es obvio que ese chinche va a soltar la sopa", se lee en uno de los chats.Finalmente, los drones lo ubicaron en Engativá, donde se movía con tranquilidad porque fue el lugar en el que dio sus primeros pasos criminales en el microtráfico, hurto y sicariato. Pedía todos los días domicilios y en sus comunicaciones hablaba de la posibilidad de viajar al Caquetá. Sin embargo, fue capturado antes de que pudiera salir de la ciudad, en su barbería en Engativá. "Empieza a llorar, desconsolado, desconcertado", recordó el general Carlos Fernando Triana."No vamos a descansar hasta contarle al país quién es el autor intelectual, quién dio la orden”, señaló el director de la Policía. La investigación sigue avanzando hacia el Caquetá, mientras por este caso ya hay seis personas judicializadas, entre ellos otro menor de edad que se entregó recientemente.
La periodista Huda Egazi mostró cómo es un día para ella y la población en la Franja de Gaza, que describe como un “lugar del sufrimiento, el dolor, la muerte y el miedo”, pues aunque “estamos acostumbrados a no descansar bien, a sentir el lanzamiento y el sonido de estos misiles caer, aún no nos hemos acostumbrado a no sentir el miedo cada vez que escuchamos un misil caer”.Sale de su casa “sin desayunar como la mayoría de la población. Desde que comenzó esta segunda fase de la hambruna intento reducir la única comida que tomo al día lo máximo posible. Y, por lo tanto, lo que he hecho esta mañana ha sido tomarme una taza de té verde sin azúcar, por supuesto, porque tampoco hay azúcar”, comenta.La crisis sanitaria en GazaLa reportera se adentra en uno de los cinco hospitales activos que quedan en la Franja, donde los profesionales trabajan “sin combustible, sin suministros médicos, sin medicina, sin personal médico. La aglomeración de pacientes en un hospital es muy grande, los heridos tienen que estar literalmente en el suelo y los médicos tienen que tratar los casos en el suelo porque no hay suficientes camillas y tampoco hay lugar para instalarles. Incluso tienen que hacer operaciones sin anestesia, sin analgésicos, a la luz de los móviles porque tampoco hay combustible”, relata.Afirma que “lo que más está afectando en este momento a la población gazatí es la falta de comida y sobre todo los elevados casos de malnutrición que están comenzando a llegar en los hospitales”.“No dormir con hambre”Llega la noche a la Franja de Gaza, que para la periodista “y para muchos gazatíes es la hora del día más temida, sobre todo porque aumentan los ataques por parte del ejército de Israel; pero a la vez es la hora más deseada del día, primeramente porque es el fin de un día totalmente lleno de dificultades, de cansancio y obstáculos, y es la hora del día en donde la mayoría de los gazatíes comen para no dormir con hambre”.“Yo, al igual que el resto de la población, intentamos atrasar la comida hasta el final del día para comer y luego dormir con el estómago lleno y no dormir con el estómago vacío”, comenta. (Lea también: La vida en Gaza: morir de hambre o morir en busca de alimento mientras siguen bombardeos de Israel)En una tienda de campaña comen cinco niños, que mientras duermen toleran que a su reducido espacio ingresen perros y ratas.Termina el día para la periodista Egazi, quien por fin puede quitarse el chaleco antibalas que usa durante su jornada laboral. Su único deseo, dice, “es que se acabe también esta guerra genocida”.NOTICIAS CARACOL
El 7 de junio de 2025 el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay Ayala estuvo a punto de perder la vida, luego de que fuera víctima de un atentado cuando realizaba un evento público en el parque El Golfito, en la localidad de Fontibón. Han pasado 50 días de aquel suceso y el político colombiano de 39 años sigue respirando y está en rehabilitación en la UCI de la Fundación Santa Fe.Miguel Uribe quedó herido en la cabeza, un impacto del que muy pocos sobreviven, pero en su caso han obrado la ciencia y los milagros para mantenerlo con vida. Los primeros segundos y minutos que recibió el senador tuvieron lugar en la Clínica Medicentro de Fontibón, donde dio con la sabiduría y experticia del neurocirujano Marco García, quien fue el primer médico en atenderlo y estabilizarlo.¿Cómo fueron los primeros minutos después del atentado de Miguel Uribe Turbay?Todo pasó muy rápido y frente a la mirada de decenas de habitantes del barrio Modelia, pero por casualidades de la vida una ambulancia iba pasando por el lugar y rápidamente se llevó al senador hasta la Clínica Medicentro de Fontibón. El neurocirujano Marco García reveló a Lo Informantes cómo recibió al senador:"Llegó con una pérdida de la consciencia severa, entonces nos toca ponerle un tubo que va hacia los pulmones que dirige el aire para que el paciente no tenga esa falta de oxígeno que necesita el cerebro en este caso. Tocó realizar maniobras para controlar el sangrado, prestarle todos los servicios iniciales. El miedo siempre estaba presente".En la Clínica Medicentro de Fontibón, el doctor Marco García está acostumbrado a recibir en urgencias pacientes con heridas de alta complejidad debido a accidentes de tránsito o riñas. Aunque fue impactante recibir al precandidato presidencial tras el atentado, el médico y su equipo sabían qué protocolo seguir y que tenían poco tiempo para salvarle la vida.Miguel Uribe había perdido mucha sangre y ya casi no podía respirar por sí mismo cuando llegó a la sala de urgencias, motivo por el que tuvieron que darle respiración vía aérea. "Llegó en condiciones delicadas, con un sangrado importante y lo que se hizo fue controlarlo. Luego pasó a la UCI, lo que nos ayuda a que se estabilice el paciente, se colocan vías venosas y arteriales que nos ayudan a controlarlo, medicamentos que nos ayudan a proteger el cerebro y el corazón", detalló.Doctor Marco García explica herida con la que ingresó Miguel Uribe TurbayEn un primer momento era difícil determinar lo que había pasado con el senador, pero el sangrado en su cabeza daba indicios de la gravedad de la situación. El neurocirujano explicó que una bala "entró por la parte posterior de la cabeza, lesionó el hueso, lo fracturó" y agregó que el sangrado drenó precisamente en la parte de atrás de la cabeza del senador.Lo primero era controlar el sangrado en cuestión de segundos, para lo que hicieron un "vendaje compresivo" y luego empezar a determinar escenarios. "Se evalúa donde esta la entrada, vimos que no había orificio de salida y sabíamos que algo delicado íbamos a encontrar". Las primeras imágenes de la tomografía realizada al senador lo confirmaron.Según reveló el médico oriundo de Neiva y graduado de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas la bala no había salido de la cabeza de Miguel Uribe, algo que los puso en aprietos. "Tenía una herida con varias esquirlas y pues la localización es algo delicado en el caso porque comprometía un vaso que es bastante importante en el cerebro". Confesó que al ver esas primeras imágenes se desconcertó, pero manejó la calma para manejar la situación lo mejor posible con su equipo.Mientras las manos del doctor Marcos García trabajaban en mantener con vida a Miguel Uribe Turbay, María claudia Tarazona, esposa del precandidato presidencial, hizo presencia en el centro médico. "Solo recuerdo a la doctora María Claudia hablándole de su hijo que lo espera en la casa, eso para mí fue muy impactante porque soy padre. Yo también le hablaba, solo le decía que ya trabajó por Colombia, Colombia necesita a cada uno de los ciudadanos para aportar y ayudar".En ese momento, luego de que el doctor García lograra estabilizar al paciente, la esposa de Miguel Uribe y su familia deciden trasladar al senador a la Fundación Santa Fe en un ambulancia. "Me tocaba ir vigilando el monitor de los signos vitales, que el ventilador estuviera activo, que no tuviera más sangrado, teníamos que ir limpiando sangrados adicionales, ir corrigiendo todo eso para entregarlo de la mejor manera a la Fundación. Fueron unos 17 o 20 minutos que tardamos desde que salimos de aquí allá y fueron eternos", reveló.Fueron efectivas las palabras de María Claudia Tarazona y del doctor Marco García para mantener con vida a Miguel Uribe Turbay en los minutos críticos luego del atentado. De no ser por esos primeros cuidados y atenciones que recibió el senador, las probabilidades de sobrevivir habrían sido mucho menores.
El mundo presencia, prácticamente impotente, una crisis humanitaria que cobra vidas de manera aterradora en la Franja de Gaza. Según el Ministerio de Sanidad, se estima que 60 vidas se han apagado por el hambre durante julio de 2025. (Lea también: La vida en Gaza: morir de hambre o morir en busca de alimento mientras siguen bombardeos de Israel)En medio de múltiples llamados, este 27 de julio se produjo un alivio. El ejército de Israel anunció “pausas humanitarias” de 10 horas diarias en tres zonas del norte, centro y sur de Gaza para tratar de aumentar la ayuda que entra. También se habilitarán “rutas permanentes y seguras" para que la ONU distribuya asistencia humanitaria.Además, se reanudaron los lanzamientos de ayuda desde el aire suspendidos desde 2024. Israel, Jordania y Emiratos Árabes Unidos llevan a cabo estas operaciones, consideradas por los expertos como poco eficaces y riesgosas para la población. Pocos han podido acceder a estos alimentos.Entretanto, el ejército israelí calificó de "falsas" las acusaciones de que la hambruna que experimenta el enclave palestino, sometido a más de un año de asedio, es "deliberada", y aseguró que seguirá trabajando para "mejorar" la situación humanitaria. Antes, el principal portavoz castrense de Israel, Effie Defrin, aseguró en una declaración a los medios en hebreo que no existe una "hambruna" en la Franja, y acusó al grupo islamista Hamás, que gobierna el territorio, de haber puesto en marcha "una campaña falsa y engañosa"."Existen corredores seguros. Siempre han existido, pero ahora es oficial. Ya no habrá excusas", declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.Sin embargo, el grupo islamista denunció que las "pausas humanitarias" que Israel inició en Gaza son una "tapadera" de cara a la opinión pública internacional para mantener su ofensiva sobre el enclave. "La realidad sobre el terreno demuestra que esta supuesta 'tregua' no es más que una tapadera para engañar a la opinión pública internacional y mantener las masacres contra civiles indefensos", recogió el comunicado de los islamistas, atribuido al miembro de su buró político Ali Baraka, quien se refirió a los distintos tiroteos denunciados por la población gazatí en torno a puntos de reparto de ayuda de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés) u otras áreas que presuntamente formarían parte de esas pausas con motivos humanitarios.“Esta mañana, como cada mañana, he salido de casa sin desayunar”La periodista Huda Egazi contó cómo es un día de su vida en Gaza. Dice que se ha “acostumbrado a no dormir tranquilamente, pero aún no nos hemos por acostumbrado a no sentir el miedo. Cada bomba que caía sentía que el corazón me iba a mil y solo podía pensar en aquellas personas que están ahora atrapadas bajos los escombros desde de que ese misil callase sobre ellos. Es un pensamiento que siempre está en mi mente cada vez que escucho una bomba caer y lo único que puedo hacer es rezar para que el siguiente misil no caiga sobre mí”.Cuando empieza a trabajar, afirma, “como cada mañana he salido de casa sin desayunar, porque prefiero retrasar lo máximo posible la única comida que como al día. Desde que comenzó esta nueva fase de hambruna, yo, al igual que todo el pueblo de Gaza, hemos tenido que reducir nuestras comidas a una comida al día, y que normalmente se basa en una sopa de lentejas o arroz con algo de especies”.Sin embargo, muchos no tienen su suerte y recorren “más de 10 kilómetros a pie solo para conseguir algo de comida, si tienen suerte y no mueres en el intento” porque los centros de ayuda humanitaria “no son zonas para nada seguras y cada día hay centenas de personas que mueren en el intento de poder conseguir algo de ayuda humanitaria. Incluso aquí a estos puntos los llaman las trampas de la muerte”.La reportera también habla de otra crisis en Gaza, “el colapso del sistema sanitario. En este momento solo hay 5 hospitales operativos de una total de 37 que había antes. Estos hospitales están trabajando con las necesidades mínimas, sin combustible, sin medicamentos ni suministros médicos, con falta de personas y falta de espacio. Muchas veces con el elevado número de heridos provocados por los bombardeos los heridos se pueden ver tirados en los pasillos, y los médicos los tratan en el suelo porque no hay espacio”.“Ahora también, debido a la hambruna, están comenzado a llegar más casos a los hospitales con síntomas de malnutrición y desnutrición, y diariamente mueren personas por el hambre”, agrega.Tras una agotadora jornada de trabajo, la periodista comenta que por fin “llega la noche. La hora más temida del día, porque aumentan los bombardeos y los ataques, pero a la misma vez la hora del día más deseada para muchos, porque es el final de un día más lleno de dificultades y obstáculos”.La guerra en Gaza fue desencadenada por un ataque del movimiento islamista palestino Hamás en Israel, el 7 de octubre de 2023, que provocó del lado israelí la muerte de 1.219 personas, en su mayoría civiles, según un recuento a partir de datos oficiales.En respuesta, el país hebreo lanzó una ofensiva que ha dejado cerca de 60.000 muertos en la Franja, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud de Hamás, considerados fiables por la ONU.NOTICIAS CARACOL/AFP/EFE
El ejército israelí ha mantenido un asedio sobre la Franja de Gaza desde 2023 y controla todos sus accesos después de haber lanzado una ofensiva a gran escala en respuesta al ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023. Casi dos años después, la gente que ha sobrevivido a los bombardeos ahora lucha contra el hambre. Se habla de personas demasiado débiles para caminar y que se desmayan en las calles.Moataz Harar, jefe de urgencias del Hospital Al-Shifa, afirma que “la mayoría de los pacientes ingresados recientemente en el hospital no sufren heridas de guerra, sino desnutrición severa. Incluso algunos de nuestros profesionales médicos se han desmayado por falta de alimentos”.Ghada Al-Fayoumi tiene siete hijos y muestra la impotencia que sus exiguas fuerzas le permiten tener: “No tenemos ni un bocado de comida, es inexistente. Aquí, desde la mañana, estamos bebiendo agua. Así pasamos nuestros días, solo bebiendo agua”.La boca seca, la piel pegada a los huesos y el peso de una vida que ya no parece vida. Rafiq Jadallah lo vive en carne propia, y comenta que “la desnutrición me ha debilitado tanto que ya no puedo darme la vuelta solo. Mi vista se ha deteriorado. Ahora mi madre y mis hermanos me ayudan; antes, lo hacía todo solo". (Lea también: Gaza sobrevive entre la guerra y el hambre: “Rezo para que el siguiente misil no caiga sobre mí”)La situación de los niños desnutridos en Gaza es dolorosaLos hospitales de Gaza se están llenando de bebés al borde de la muerte por desnutrición y de madres desesperadas pidiendo ayuda, indefensas, también desnutridas, con sus frágiles niños en brazos y aterrorizadas de que en cualquier momento dejen de respirar.Entre ellas está Najah Barbakh y su hija Seela, de 11 meses, cuyo peso se ha desplomado a 4 kilos, menos de la mitad de lo que debería pesar. Era una niña sana, nació sin ninguna enfermedad y ha perdido el 60% de su masa corporal.Najah Barbakh, su madre, dice desesperada que "desde que la di a luz ha sido pequeña y no crece. Su estado empeora en el hospital y cada vez que llego a casa, la veo cada vez más débil. Los bebés como ella, de 11 meses, deberían sentarse erguidos. Debería pesar al menos entre 11 y 10 kilos. Mi hija no puede sentarse erguida ni jugar con sus hermanos; se queda boca arriba y eso es todo".El doctor Hmad Al-Farra es el jefe de la unidad pediátrica del Hospital Nasser y habla de su caso, que es el mismo de muchas madres en Gaza: “El problema era que su madre sufría de hambre y desnutrición severa, lo que le impedía amamantarla. Además, no encuentra fórmula ni leche para alimentar a Seela. Como podemos ver, Seela ahora sufre de desnutrición aguda, muy severa; ha perdido todo el músculo y grasa. Solo tiene piel sobre los huesos”.No hay leche de fórmula, las madres están desnutridas y la lactancia materna, así, no fluye. ¿El resultado? Decenas de bebes en los huesos.Otros, como Rezan Abu Zaher, de 4 años, no soportó más; o Yousef Al-Safadi que apenas tenía 6 semanas de vida cuando murió. Son vidas arrebatadas por el hambre, madres y padres que lloran impotentes por no poder hacer nada. El pasado 22 de julio se reportó la muerte de 21 niños en 3 días. Según la autoridad sanitaria controlada por Hamás, en Gaza ha habido más de 40 muertes relacionadas con el hambre en julio, incluyendo 16 niños; y 111 desde el comienzo de la guerra, 81 de ellos menores de edad. No obstante, los datos no han podido ser verificados de forma independiente por entidades internacionales.Así, el hambre golpea a cada puerta del enclave palestino como lo advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien lamentó que "basta con mirar más allá del show del horror en Gaza, con un nivel de muerte y destrucción sin paralelo en los últimos tiempos".Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que “una gran parte de la población de Gaza se está muriendo de hambre. No sé cómo llamarlo sino hambruna masiva. Y es causada por el hombre, eso es muy claro, y esto se debe al bloqueo”.Un bloqueo casi total que Israel empezó en marzo por 80 días, y aunque se flexibilizó en mayo, la ayuda humanitaria que logra entrar al enclave es mínima en medio del mar de necesidades.Ross Smith, director de Preparación y Respuesta ante Emergencias del Programa Mundial de Alimentos lo dimensiona, señalando que “la crisis de hambre en Gaza ha alcanzado niveles de desesperación asombrosos. Según la información disponible, aproximadamente un tercio de la población lleva varios días sin comer, incluyendo mujeres y niños. (…) Más de 100.000 mujeres y niños sufren desnutrición aguda grave y necesitan tratamiento lo antes posible”.Médicos Sin Fronteras afirma que un cuarto de los niños de 6 meses a 5 años y de las mujeres embarazadas y lactantes atendidos en una semana, en las instalaciones de este organismo en Gaza, padecen desnutrición.Israel niega su responsabilidad en la hambruna de GazaEl gobierno de Benjamin Netanyahu asegura que llega suficiente comida a la Franja y culpa de los problemas de distribución a los desvíos de Hamás, que supuestamente saquea los camiones, y a la mala gestión de los grupos de ayuda. Sin embargo, dentro de Israel no todos están de acuerdo y reclaman con voces cada vez más vehementes en las calles el fin de la guerra y del bloqueo a sus vecinos.Más de mil palestinos han muerto intentado recoger ayuda en puntos de distribución desde finales de mayo, según la ONU, con ayuda que es suministrada bajo el amparo de Israel y Estados Unidos.Morir de hambre o morir en busca de alimento es el caótico escenario alrededor de la ayuda. Decenas de personas han fallecido, incluidos niños, no solo por ataques, también por asfixia en estampidas en las inmediaciones de los centros de ayuda humanitaria. En propias palabras, incluso de los más jóvenes, estos puntos son un engaño.Abdullah Alian jura "que esta ayuda es una trampa, no ayuda. Nos disparan, nos lanzan bombas y nos rocían gas pimienta picante en los ojos".Los ataques en los centros de ayuda humanitaria se volvieron casi que el blanco diario, un desafío más en medio de la ya cruenta guerra. Mohmmaed Garbou’ ruega porque “miren a la gente con compasión. Ya basta. La gente muere en Gaza. Queremos comida, pero no hay. Me veo obligado a acudir a quienes nos mataron y llenaron de sangre Gaza”. Y mientras tanto, debe ir en busca de un saco de harina o cualquier alimento para saciar el hambre que ataca, también sin piedad.“Es muy difícil. Queremos comer, queremos vivir. ¿Qué debemos hacer? No es fácil; solo tomamos lo necesario para sobrevivir”, dice otro palestino desesperado.Según la GHF, la organización a cargo de esa distribución, algunos de los incidentes, como los de las estampidas, han sido por causa de personas armadas y afiliadas a Hamás dentro de la multitud. Fuentes médicas expresaron que las víctimas se dirigían a centros de distribución donde encontraron las puertas de acceso cerradas y allí comenzó el caos.Hombres y mujeres agotados, incluso niños, se desplazan sin fuerzas hasta los puntos de distribución que hay en la Franja. Shereen Azzam se pregunta si “¿trajeron a las mujeres que dan a luz, a generaciones y jóvenes para matarnos allí? ¿Es eso lo que pretenden hacer los estadounidenses? En serio, se acabó lo de los estadounidenses. Esto no es ayuda, es humillación y un insulto para nosotros”.No solo están frustrados y humillados, también enfurecidos, como Umm Yasser, quien dijo que al llegar por ayuda "nos encontramos con que nos disparaban gas pimienta. Me ardía la cara y las manos. Tengo todo el cuerpo lleno de pimienta. ¿Qué quieren de nosotros? Nos dijeron que viniéramos, ¿entonces, entramos o nos vamos?”.Umm Raed reclama que "busquen una solución. No pedimos nada. Pedimos comer y alimentar a nuestros hijos. Les juro que ni siquiera pruebo el pan; no me lo meto en la boca, se lo doy a mis hijos".Hay enojo, indignación y pocas fuerzas, pero muchos las sacan de donde sea para darle alimento a sus hijos, así les cueste su propia vida en el intento.NOTICIAS CARACOL/AFP/EFE