
El mundo presencia, prácticamente impotente, una crisis humanitaria que cobra vidas de manera aterradora en la Franja de Gaza. Según el Ministerio de Sanidad, se estima que 60 vidas se han apagado por el hambre durante julio de 2025. (Lea también: La vida en Gaza: morir de hambre o morir en busca de alimento mientras siguen bombardeos de Israel)
En medio de múltiples llamados, este 27 de julio se produjo un alivio. El ejército de Israel anunció “pausas humanitarias” de 10 horas diarias en tres zonas del norte, centro y sur de Gaza para tratar de aumentar la ayuda que entra. También se habilitarán “rutas permanentes y seguras" para que la ONU distribuya asistencia humanitaria.
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Además, se reanudaron los lanzamientos de ayuda desde el aire suspendidos desde 2024. Israel, Jordania y Emiratos Árabes Unidos llevan a cabo estas operaciones, consideradas por los expertos como poco eficaces y riesgosas para la población. Pocos han podido acceder a estos alimentos.
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Entretanto, el ejército israelí calificó de "falsas" las acusaciones de que la hambruna que experimenta el enclave palestino, sometido a más de un año de asedio, es "deliberada", y aseguró que seguirá trabajando para "mejorar" la situación humanitaria. Antes, el principal portavoz castrense de Israel, Effie Defrin, aseguró en una declaración a los medios en hebreo que no existe una "hambruna" en la Franja, y acusó al grupo islamista Hamás, que gobierna el territorio, de haber puesto en marcha "una campaña falsa y engañosa".
"Existen corredores seguros. Siempre han existido, pero ahora es oficial. Ya no habrá excusas", declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
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Sin embargo, el grupo islamista denunció que las "pausas humanitarias" que Israel inició en Gaza son una "tapadera" de cara a la opinión pública internacional para mantener su ofensiva sobre el enclave. "La realidad sobre el terreno demuestra que esta supuesta 'tregua' no es más que una tapadera para engañar a la opinión pública internacional y mantener las masacres contra civiles indefensos", recogió el comunicado de los islamistas, atribuido al miembro de su buró político Ali Baraka, quien se refirió a los distintos tiroteos denunciados por la población gazatí en torno a puntos de reparto de ayuda de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés) u otras áreas que presuntamente formarían parte de esas pausas con motivos humanitarios.
“Esta mañana, como cada mañana, he salido de casa sin desayunar”
La periodista Huda Egazi contó cómo es un día de su vida en Gaza. Dice que se ha “acostumbrado a no dormir tranquilamente, pero aún no nos hemos por acostumbrado a no sentir el miedo. Cada bomba que caía sentía que el corazón me iba a mil y solo podía pensar en aquellas personas que están ahora atrapadas bajos los escombros desde de que ese misil callase sobre ellos. Es un pensamiento que siempre está en mi mente cada vez que escucho una bomba caer y lo único que puedo hacer es rezar para que el siguiente misil no caiga sobre mí”.
Cuando empieza a trabajar, afirma, “como cada mañana he salido de casa sin desayunar, porque prefiero retrasar lo máximo posible la única comida que como al día. Desde que comenzó esta nueva fase de hambruna, yo, al igual que todo el pueblo de Gaza, hemos tenido que reducir nuestras comidas a una comida al día, y que normalmente se basa en una sopa de lentejas o arroz con algo de especies”.
Sin embargo, muchos no tienen su suerte y recorren “más de 10 kilómetros a pie solo para conseguir algo de comida, si tienen suerte y no mueres en el intento” porque los centros de ayuda humanitaria “no son zonas para nada seguras y cada día hay centenas de personas que mueren en el intento de poder conseguir algo de ayuda humanitaria. Incluso aquí a estos puntos los llaman las trampas de la muerte”.
La reportera también habla de otra crisis en Gaza, “el colapso del sistema sanitario. En este momento solo hay 5 hospitales operativos de una total de 37 que había antes. Estos hospitales están trabajando con las necesidades mínimas, sin combustible, sin medicamentos ni suministros médicos, con falta de personas y falta de espacio. Muchas veces con el elevado número de heridos provocados por los bombardeos los heridos se pueden ver tirados en los pasillos, y los médicos los tratan en el suelo porque no hay espacio”.
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“Ahora también, debido a la hambruna, están comenzado a llegar más casos a los hospitales con síntomas de malnutrición y desnutrición, y diariamente mueren personas por el hambre”, agrega.
Tras una agotadora jornada de trabajo, la periodista comenta que por fin “llega la noche. La hora más temida del día, porque aumentan los bombardeos y los ataques, pero a la misma vez la hora del día más deseada para muchos, porque es el final de un día más lleno de dificultades y obstáculos”.
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La guerra en Gaza fue desencadenada por un ataque del movimiento islamista palestino Hamás en Israel, el 7 de octubre de 2023, que provocó del lado israelí la muerte de 1.219 personas, en su mayoría civiles, según un recuento a partir de datos oficiales.
En respuesta, el país hebreo lanzó una ofensiva que ha dejado cerca de 60.000 muertos en la Franja, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud de Hamás, considerados fiables por la ONU.
NOTICIAS CARACOL/AFP/EFE