Los niños, de edades entre los 2 y los 14 años, estaban en deplorables condiciones. Policía tuvo que ingresar forzando la puerta de la vivienda en Caquetá.
ICBF denunció que su equipo trató de convencerlos por más de 24 horas y advirtió amenazas a algunos médicos cuando trataban de estabilizar a la pequeña.
El llamado de los pequeños alertó a los vecinos, que se comunicaron con las autoridades. El padre está en la cárcel y la madre tenía prisión domiciliaria.