La nueva constitución realiza cambios en la administración de la Iglesia y también abre la puerta a una mayor presencia de laicos y mujeres, entre otros.
Criticó lo que pasó en la OEA y lamentó que "los pueblos no se miran en el espejo ajeno". Además, comparó a la dictadura de Ortega con el diablo: “Promete es miseria, hambre”.
Con 80 años, reconoce, pensaba ya en "un trabajo más tranquilo". Pero aceptó el nombramiento para, entre otras, denunciar el dolor del narcotráfico. Entrevista