El 27 de octubre de 2022, la muerte del joven médico panameño José Luis Santamaría encendió las alarmas entre las autoridades. La víctima fue hallada incinerada dentro de la bañera de un apartamento en la localidad de Chapinero, en Bogotá. Este crimen marcaría el inicio de una serie de asesinatos contra miembros de la comunidad LGBTIQ+.Según las autoridades, el cuerpo del médico presentaba tres heridas con arma cortopunzante, una de ellas mortal, ubicada en el cuello. Además, indicaron que en la vivienda no se encontraron los objetos personales de la víctima, lo que sugeriría que se trató de un robo. No obstante, la investigación reveló un macabro hallazgo.La Policía confirmó que, el día de su muerte, se registraron movimientos inusuales en las ubicaciones habituales del joven médico. Además, se descubrió que su tarjeta SIM había sido reemplazada por otra, registrada a nombre de José Leonardo Quevedo Turizo, un joven colombo-venezolano, estudiante de Administración de Empresas, sin antecedentes judiciales.A través de las redes sociales, los uniformados descubrieron que este sujeto había publicado fotografías en las que aparecía usando las pertenencias del médico asesinado. Entre los objetos que exhibía se encontraban el teléfono celular y dos chaquetas que habían sido reportadas como desaparecidas.Otros crímenes, un mismo sospechosoAunque el teléfono fue interceptado, en enero de 2023 se apagó por completo y dejó a los investigadores sin más detalles. Meses después, el 11 de mayo de 2023, un nuevo crimen encendió las alarmas.Se trataba de José Ariel Jiménez, de 21 años, quien fue encontrado sin vida en su vivienda en la localidad de Barrios Unidos. El joven estaba semidesnudo y había sido asfixiado con una funda de almohada, la cual presentaba rastros de sangre y otros fluidos biológicos, según confirmaron las autoridades.A través de las cámaras de seguridad, se logró identificar la apariencia física del individuo que salió del domicilio de la víctima. Además, se comprobó que este había sustraído varias de las pertenencias personales de José Ariel.No pasaron muchas horas después del asesinato de José Ariel Jiménez cuando en redes sociales apareció una foto del computador robado en su casa, publicada por José Leonardo Quevedo. El 15 de mayo, un juez emitió una orden de captura contra Quevedo por el homicidio del médico panameño, y fue capturado al día siguiente en Chapinero. En su poder tenía los objetos robados en la casa de José Ariel, chaquetas del médico panameño, llaves, celulares y papeles de un vehículo que también serían claves.El 3 de mayo de 2023, el asesinato de David Steven Mosquera, un estudiante de actuación de 27 años, conmocionó a las autoridades. El crimen ocurrió en su apartamento en Chapinero, bajo circunstancias similares a las de los casos anteriores. De acuerdo con la investigación, las cámaras de seguridad registraron a la víctima ingresando a su vivienda en compañía de un hombre, quien horas más tarde abandonó el lugar llevando consigo varias pertenencias de David."En redes sociales, el asesino seguía utilizando sus objetos personales. Este tipo continuó usando las cuentas de David incluso después de asesinarlo", contó un amigo de la víctima a Séptimo Día.Asesinato a joven en MedellínDurante la investigación, las autoridades descubrieron que al principal señalado se le había impuesto un comparendo mientras se movilizaba en un vehículo reportado como robado. El automóvil pertenecía a Néstor Alberto Gómez León, un médico esteticista de 37 años que, curiosamente, fue asesinado entre el 10 y el 11 de marzo de 2023 en su residencia en Chapinero. En ese crimen, también fueron sustraídos varios objetos personales, incluido el vehículo.José Leonardo Quevedo Turizo se había movilizado en ese carro hasta Medellín después de la muerte de Néstor Alberto. Las fechas coinciden, precisamente, con el asesinato de otro hombre reportado en la capital de Antioquia.Los hechos ocurrieron el 11 de abril de 2023, en el barrio Manrique Oriental, Medellín, donde Jason Molina Triana, estudiante universitario de 23 años, fue hallado muerto y envuelto en una cobija. En las grabaciones de las cámaras de seguridad se observó que el vehículo de Néstor era conducido por José Leonardo Quevedo, lo que lo implicaría directamente en el crimen.Tras comprobarse estos hechos, el 7 de abril de 2025, una juez condenó a José Leonardo Quevedo a 39 años y 3 meses de prisión por el asesinato del médico panameño. Sin embargo, en el caso de José Ariel solo fue condenado por hurto, no por homicidio, una decisión apelada por su familia. Los otros tres casos aún están bajo investigación, a la espera un juicio.Expertos analizan perfil de asesino en serieLuego de un año y medio de investigación, los fiscales identificaron el modus operandi de José Leonardo Quevedo Turizo. El sujeto usaba redes sociales para contactar a hombres, seducirlos y obtener información clave sobre su entorno. Después los visitaba en sus viviendas, los asesinaba, robaba sus pertenencias y las vendía o usaba.“Él tenía la motivación muy clara y era lucro. Encontramos sus cuerpos, pero no los elementos de valor de las víctimas. Él tiene que matar a sus víctimas para no dejar rastro, por ende, tiene que eliminarlas”, dijo Daniel Bolaños, perfilador criminal de la DIJIN.“Les preguntaba dónde vivían, con quiénes vivían, para establecer si vivían solas. Les preguntaba por sus características físicas, para que su altura no fuera superior a la de él y así le fuera más fácil dominarlas y controlarlas”, agregó.Sin embargo, durante la investigación se logró establecer que José Leonardo Quevedo mantenía relaciones sexuales con algunas de sus posibles víctimas, a pesar de haber asegurado que no pertenecía a la comunidad LGBTIQ+.Carlos Vidal Reyes, psicólogo forense y exfiscal judicial, aseguró que: “Este tipo de asesinos construyen una fachada y es precisamente una máscara. Esa máscara es la que muestran al mundo, en este caso como un supuesto estudiante universitario que tiene una pareja, pero eso hace parte de esconder su rostro real”.“Creo que presenta características de psicopatía. Estos rasgos se evidencian en la planeación, que es muy calculada y fría, y en los actos posteriores al delito, como publicarse en redes sociales con los objetos”, y agregó que “sí se cataloga como un asesino serial por las características de las víctimas que todas son similares y por la ejecución del delito”.Por el momento, las familias de las víctimas esperan que se haga justicia por estos crímenes y que sus casos no queden impunes.
El 22 de abril de 2010, Colombia conoció la triste noticia de la muerte de Lina Marulanda, una de las figuras más queridas de la televisión nacional. A sus 29 años, Lina dejó un legado imborrable en el mundo del entretenimiento, pero su prematura partida dejó muchas preguntas sin respuesta. 15 años después, recordamos sus últimas horas y las circunstancias que vivía cuando tomó la trágica decisión. Este es su Expediente Final.Lina Marulanda nació el 15 de mayo de 1980, en Medellín. Desde temprana edad, mostró un talento innato para el modelaje, comenzando su carrera a los 13 años. Su belleza y carisma la llevaron rápidamente a la cima, convirtiéndose en una figura destacada en la televisión colombiana. Lina fue presentadora de Noticias Caracol y el reality Desafío 2007, ganándose el cariño y la admiración de los televidentes.Carolina Martínez, asistente y amiga de Lina, recordó en el informativo los días previos al fallecimiento de Lina: “Un mes antes fue muy duro para ella porque su empleada, se puede decir pues de toda la vida, la robó, ella era como su segunda mamá. Entonces a ella eso le dio muy duro. Con su joyería no le iba muy bien”.Los últimos días de Lina MarulandaA Lina no le importaron las pertenencias que le robaron, a ella le rompió el corazón saber que una persona de su entera confianza, alguien a quien ella veía como una segunda mamá, la había traicionado.“Su empleada del servicio, en su casa, como que la enredaron, le hablaron y ella los dejó entrar. Los dejó entrar, entonces pues obviamente se le llevó lo de la caja fuerte, sus cosas” añadió Carolina.El día que murió Lina MarulandaEl día que falleció, Lina lo comenzó temprano. Ella desayunó con sus papás. Su mamá le preparó su comida, su desayuno lo que ella le gustaba.Su amiga vivía muy cerca e iba para allá. "Me llamó, faltaba un cuarto para las 9. Entonces me dijo, ‘Caro, ¿a dónde vienes?’. Y yo no, estoy acá en la esquina de tu apartamento. Me dijo, ‘Bueno, Caro, aquí te espero, golpéame cuando llegues. Te quiero mucho”, recordó Carolina.Carolina sentía un pálpito extraño en su corazón. Sentía que Lina estaba diferente. Sin embargo, hizo caso omiso a sus palabras. Llegó a casa y se dispuso a trabajar. Los padres de Lina llevaban un mes con ella, dada la situación que estaba presentando.La paisa tenía un desfile en horas de la tarde, impartió algunas órdenes y se fue a descansar. Su amiga trabajaba en el nuevo almacén de Lina.Los minutos transcurrían en calma. En ese momento en el apartamento de Lina se encontraban los papás de ella, la asistente y el contador.“Los papás cuando pasó todo, estaban en la sala, ellos estaban viendo un programa, eso más o menos fue como a las 11:30 de la mañana”, recordó la amiga.Carolina y el contador se encontraban en la habitación al lado de la Lina. De repente, algo alteró la calma de aquel lugar.“Ella estaba durmiendo. Entonces, yo estaba trabajando con Jessica, cada uno tenía su portátil. Cuando escuchamos un ruido. Yo salí corriendo, boté el portátil, abrí la puerta porque yo me había encerrado con Jessy en la habitación y empecé a golpear durísimo la puerta de Lina y ella no me respondía. Sus papás se me acercaron y me dijeron que qué me pasaba. Le dije, no sé qué pasa, pero algo le pasa a Lina”, contó.“Yo cogí el teléfono, llamé al celador y le dije, ‘¿qué pasa?’, y me dijo, ‘por favor baje’. Entonces, claro, yo me puse las botas, Jessy ya estaba al lado mío, se puso los zapatos. Bajamos, después bajaron sus papás. Cuando bajamos del celador, me dijo, ‘ve por allá’. Entonces ahí fue cuando yo la vi acostada, ella tenía una virgencita en madera que siempre la cargaba, una virgencita milagrosa”, relató su amiga."La cogí, yo le tomé los signos y todo y yo les hacía a sus papás que no, porque ellos bajaron después”, recordó. “Sus papás la vieron, pero pues no pudieron acercarse. Ellos estaban anonadados, su mamá también”, añadió la amiga sobre el fatídico momento que vivieron.El último adiós a Lina Marulanda“El cuerpo de Lina es encontrado sobre el piso de un sector interno del conjunto de apartamentos donde ella residía. Se encuentra con signos de hematomas en cara y cabeza, producto pues del golpe originado por su caída”, develó Carmen Torres Malaver, directora de Fiscalía seccional Bogotá, en el 2019.“Según historia clínica también pudimos determinar que se encontraba frente a unos episodios clínicos que habían afectado su calidad de vida”, reveló Torres en Expediente Final.El último adiós se le dio a la carismática modelo en una ceremonia íntima en Bogotá. Dejó un vacío enorme entre sus amigos y familiares, quienes la siguen extrañando como si fuera el primer día. Lina Marulanda, una estrella que brilló en la televisión nacional, dejó una huella imborrable en los corazones de quienes la conocieron.
Entre 2022 y 2023 se reportaron varios asesinatos de jóvenes universitarios, en su mayoría hombres pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+, en las ciudades de Bogotá y Medellín. Las víctimas compartían un patrón inquietante: todos fueron hallados desnudos, con signos evidentes de violencia y en posiciones similares. Ante estos hechos, las autoridades emprendieron una intensa investigación que los llevó a descubrir un atroz modus operandi.Crimen de un médico en BogotáLos hechos ocurrieron el 27 de octubre de 2022, cuando el cuerpo del médico panameño José Luis Santamaría, de 34 años, fue hallado incinerado dentro de su bañera en un apartamento en Chapinero.Según las autoridades, el cuerpo presentaba tres heridas con arma cortopunzante: dos en el pecho y una, mortal, en el cuello. Además, el celular y los objetos personales de la víctima habían desaparecido. Sin embargo, los investigadores encontraron una pista clave que no solo ayudaría a identificar al sospechoso del crimen, sino que también lo vincularía con otros asesinatos.“El celular arrojó unas celdas de ubicación, las cuales no se movían del mismo rango donde esta persona se la pasaba en Chapinero. Ahí empezamos a seguirle el rastro”, afirmó Óscar García, integrante del grupo de la DIJIN a Séptimo Día.Asimismo, se confirmó que, el día de su muerte, se registró un cambio inusual en las ubicaciones habituales del joven. Además, se descubrió que su tarjeta SIM había sido reemplazada por otra, registrada a nombre de José Leonardo Quevedo Turizo, un joven colombo-venezolano, estudiante de Administración de Empresas, sin antecedentes judiciales.Tras una ardua investigación, las autoridades descubrieron que, a través de redes sociales, el joven señalado había publicado fotografías luciendo las pertenencias que habían sido reportadas como desaparecidas tras el asesinato del médico. Desde entonces, los investigadores comenzaron a seguirle la pista.Pistas claves del asesinatoA pesar de que durante varios meses las autoridades estuvieron interceptando la línea telefónica de José Leonardo Quevedo, en enero de 2023 este apagó su celular por completo. Sin embargo, en mayo de ese mismo año, un nuevo crimen volvió a alertar a las autoridades.José Ariel Jiménez, de 21 años, fue hallado en su vivienda, en la localidad de Barrios Unidos, semidesnudo y asfixiado con la funda de una almohada. Las autoridades comprobaron que la funda presentaba rastros de sangre y otros fluidos biológicos.Además, se determinó que al joven también le habían sido robados sus objetos personales. Pocas horas después del asesinato, apareció en redes sociales una fotografía del computador de la víctima, publicada por José Leonardo Quevedo.Gracias a las cámaras de seguridad de la zona, se logró identificar a un joven cuyas características coincidían con las de la persona que presuntamente habría atacado al médico panameño. ¿Estaría el mismo sujeto involucrado en este asesinato?El 15 de mayo, un juez emitió una orden de captura contra José Leonardo Quevedo por el homicidio del médico panameño, y fue detenido al día siguiente en Chapinero. Según las autoridades, el sujeto tenía en su poder pertenencias de ambas víctimas, quienes fueron encontradas sin vida en el interior de sus viviendas.Aunque Quevedo nunca aceptó cargos, las pruebas en su contra comenzaron a apilarse cuando los investigadores descubrieron que había otros casos similares en Bogotá y Medellín.Otros crímenesEl 3 de mayo de 2023, David Steven Mosquera, un estudiante de actuación de 27 años, fue encontrado sin vida en su apartamento en Chapinero. Según la investigación, el crimen ocurrió en circunstancias similares a las de los casos anteriores. Las cámaras de seguridad registraron a la víctima ingresando a su vivienda acompañado de un hombre, quien horas después salió del lugar llevando consigo las pertenencias de David."En redes sociales, el asesino seguía utilizando sus objetos personales. Este tipo continuó usando las cuentas de David incluso después de asesinarlo", contó un amigo de la víctima, quien aseguró que el sujeto cambió la foto de perfil de David por una suya, sin modificar el nombre de la cuenta.Otro asesinato se sumó a la investigación cuando las autoridades encontraron que a Quevedo le habían impuesto un comparendo días antes, cuando se movilizaba en un vehículo que había sido reportado como robado. Su dueño era Néstor Alberto Gómez León, médico esteticista de 37 años, que curiosamente fue asesinado entre el 10 y 11 de marzo de 2023 en su casa en Chapinero.Asimismo, las autoridades descubrieron que la fecha de ese asesinato coincidía con la de otra muerte de un hombre de la comunidad LGBTIQ+, ocurrida el 11 de abril de 2023 en el barrio Manrique Oriental, en Medellín. La víctima fue Jason Molina Triana, un estudiante universitario de 23 años, quien fue hallado sin vida y envuelto en una cobija.Las cámaras de seguridad del sector captaron un vehículo perteneciente a Néstor, que en ese momento estaba siendo conducido por José Leonardo Quevedo, por lo que lo implicaba en el crimen.Modus operandiLuego de un año y medio de investigación, los fiscales identificaron el modus operandi de José Leonardo Quevedo Turizo. El sujeto usaba redes sociales para contactar a hombres, seducirlos y obtener información clave sobre su entorno. Después los visitaba en sus viviendas, los asesinaba, robaba sus pertenencias y las vendía o usaba.Según las autoridades, su motivación era principalmente económica, además nunca aceptó los cargos por los cinco homicidios. “Él tenía la motivación muy clara y era lucro. Encontramos sus cuerpos, pero no los elementos de valor de las víctimas. Él tiene que matar a sus víctimas para no dejar rastro, por ende, tiene que eliminarlas”, dijo Daniel Bolaños, perfilador criminal de la DIJIN.Carlos Vidal Reyes, psicólogo forense y exfiscal judicial, aseguró que: “Este tipo de asesinos construyen una fachada y es precisamente una máscara. Esa máscara es la que muestran al mundo, en este caso como un supuesto estudiante universitario que tiene una pareja, pero eso hace parte de esconder su rostro real”, y agregó “sí se cataloga como un asesino serial por las características de las víctimas que todas son similares y por la ejecución del delito”.El 7 de abril de 2025, una juez lo condenó a 39 años y 3 meses de prisión por el asesinato del médico panameño. Sin embargo, en el caso de José Ariel Jiménez solo fue condenado por hurto, no por homicidio, una decisión apelada por su familia. Los otros tres casos aún están bajo investigación, a la espera un juicio.
Una serie de crímenes ocurridos entre 2022 y 2023 en Bogotá y Medellín, alertaron a las autoridades sobre un presunto asesino serial en el país, cuyas víctimas eran hombres jóvenes de la comunidad LGBTIQ+. Cinco hombres fueron hallados muertos en circunstancias similares: dentro de sus viviendas, con signos de violencia y con varios objetos personales desaparecidos. Tras meses de investigación, una pista fue clave para identificar un patrón inquietante e identificar a un mismo sospechoso.Los primeros asesinatos reportadosEsta tragedia comenzó el 27 de octubre de 2022, cuando el cuerpo del médico panameño José Luis Santamaría, de 34 años, fue hallado incinerado dentro de su bañera en un apartamento en Chapinero. Las heridas halladas en el cadáver daban cuenta de un asesinato violento, sus celulares y otros objetos personales habían desaparecido. Lo único que dejó el asesino fueron dos preservativos con fluidos que permitieron iniciar una línea investigativa.La pista clave llegó al buscar los teléfonos del médico. El día de su muerte, se detectó un cambio en sus ubicaciones habituales y, además, se cambió la SIM por una asociada al nombre de José Leonardo Quevedo Turizo, un joven colombo-venezolano, estudiante de administración de empresas, sin antecedentes judiciales. Los uniformados decidieron buscar a este sujeto en redes sociales, donde curiosamente había publicado fotos luciendo las pertenencias perdidas del médico asesinado. A partir de ahí, se convirtió en el principal sospechoso.Aunque el teléfono fue interceptado, en enero de 2023 se apagó por completo y dejó a los investigadores sin más detalles. Meses después, el 11 de mayo de 2023, un nuevo crimen encendió las alarmas. Ahora la víctima era José Ariel Jiménez, de 21 años, fue hallado en su vivienda en la localidad de Barrios Unidos, semidesnudo, asfixiado con la funda de una almohada. Cámaras de seguridad captaron a un hombre alto, vestido de oscuro, que ingresó a la vivienda y salió con varios objetos, incluida una chaqueta similar a la robada al médico panameño meses atrás.No pasaron muchas horas después del asesinato de José Ariel Jiménez cuando en redes sociales apareció una foto del computador robado en su casa, publicada por José Leonardo Quevedo. El 15 de mayo, un juez emitió una orden de captura contra Quevedo por el homicidio del médico panameño, y fue capturado al día siguiente en Chapinero. En su poder tenía los objetos robados en la casa de José Ariel, chaquetas del médico panameño, llaves, celulares y papeles de un vehículo que también sería clave más adelante.Las otras víctimasLas autoridades descubrieron que las víctimas compartían varios factores: eran jóvenes, hombres, ubicados en Bogotá, y con objetos personales robados que luego eran ofrecidos en redes sociales. Aunque Quevedo nunca aceptó cargos, las pruebas en su contra comenzaron a apilarse cuando los investigadores descubrieron que había otros casos similares en Bogotá y Medellín.El 3 de mayo de 2023, David Steven Mosquera, de 27 años, estudiante de actuación, fue encontrado muerto en su apartamento en Chapinero. Cámaras de seguridad lo mostraron ingresando a su casa con un hombre que luego salió con su ropa y maletas. Más escalofriante aún: su perfil en redes sociales cambió de foto, ahora aparecía la cara de José Leonardo Quevedo, pues el sospechoso siguió usando su celular para enviar mensajes a sus contactos.Un cuarto caso se sumó a la investigación cuando las autoridades encontraron que a Quevedo le habían impuesto un comparendo días antes, cuando se movilizaba en un vehículo que había sido reportado como robado. Su dueño era Néstor Alberto Gómez León, médico esteticista de 37 años, que curiosamente fue asesinado entre el 10 y 11 de marzo de 2023 en su casa en Chapinero. También le robaron varios objetos, incluyendo el vehículo.Los investigadores quedaron sorprendidos al descubrir que José Leonardo Quevedo Turizo se había movilizado en ese carro hasta Medellín después de la muerte de Néstor Alberto. Las fechas coinciden, precisamente, con el asesinato de un hombre reportado en la capital de Antioquia. Ocurrió el 11 de abril de 2023 en el barrio Manrique Oriental, Medellín, donde Jason Molina Triana, estudiante universitario de 23 años, fue hallado muerto y envuelto en una cobija. Las cámaras del sector captaron el carro de Néstor conducido por Quevedo, confirmando su presencia en el lugar del crimen.¿Qué dice la justicia?Tras más de un año y medio de investigación, los fiscales identificaron el modus operandi de José Leonardo Quevedo Turizo. El sujeto usaba redes sociales para contactar a hombres, seducirlos y obtener información clave sobre su entorno. Luego, los visitaba en sus viviendas, los asesinaba, robaba sus pertenencias y las vendía o usaba. Su motivación parecía ser principalmente económica, aunque nunca aceptó ser responsable de los homicidios.Durante una audiencia, llegó a decir: “De manera extracurricular, yo me dedicaba al comercio independiente, miraba las ofertas de precio razonable y las revendía”. Pero esa explicación fue insuficiente ante las contundentes pruebas. El 7 de abril de 2025, una juez lo condenó a 472 meses de prisión (39 años y 3 meses) por el asesinato del médico panameño. Sin embargo, en el caso de José Ariel Jiménez solo fue condenado por hurto, no por homicidio, una decisión apelada por su familia. Los otros tres casos aún están bajo investigación, a la espera de justicia.
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Por la fecha 32 de la Premier League, Manchester City se enfrentó a Aston Villa en un duelo clave por la clasificación a la próxima edición de la Liga de Campeones. Los dirigidos por Pep Guardiola se adelantaron en el marcador con un gol de Bernardo Silva a los siete minutos.Sin embargo, a los 18 minutos se produjo una jugada polémica: el árbitro sancionó penalti a favor de Aston Villa tras una falta de Ruben Dias sobre Jacob Ramsey. La decisión generó la molestia de Guardiola, quien le reclamó airadamente a uno de los asistentes arbitrales, desatando tensión en el banco del City.La reacción de Pep Guardiola tras el penal sancionado para Aston Villa
Tras la alocución del presidente Gustavo Petro en la noche del 21 de abril de 2025 y que fue transmitida por todos los canales de televisión, el Consejo de Estado anunció una investigación para identificar si se trató o no de un desacato del fallo del alto tribunal.El Consejo había sacado un fallo que prohíbe la transmisión de los consejos de ministros en los canales privados. En este, el alto tribunal indicó que se vulneró el derecho fundamental a la información de la persona que interpuso la tutela contra estas transmisiones por varias razones, entre las que se incluye el derecho de los televidentes a recibir "información plural, objetiva, veraz y oportuna". Sin embargo, el jefe de Estado indicó que lo del 21 de abril fue una alocución presidencial y que a él buscan censurarlo. “Esta es una alocución presidencial y si nos van a censurar las alocuciones presidenciales, entonces mejor den el golpe de Estado y veremos si ganan”, manifestó el presidente Petro en la transmisión del 21 de abril.Frente a lo dicho por el mandatario, Luis Alberto Álvarez, presidente del Consejo de Estado, indicó que “no es una censura. Todo el país sabe que es una función constitucional la que cumple el Consejo de Estado y lo que hizo fue amparar un derecho de los colombianos, el cual es la defensa de los derechos de información libre y la posibilidad de exceder en términos de condiciones de igualdad a los medios informativos”.Diferencia entre consejo de ministros y alocución presidencialEl funcionario explicó que “la alocución presidencial tiene unos elementos que la caracterizan: la inminencia, la urgencia y la necesidad. El consejo de ministros es un ejercicio distinto en donde se discute política pública, pero no necesariamente hace parte del interés nacional y será una temática que corresponderá evaluar al juez de tutela en el ámbito quizá de un desacato que se coloque a su estudio”.Por su parte, el procurador general de la Nación, Gregorio Eljach, le dio un espaldarazo al presidente del Consejo de Estado y dijo que cuando se trata de esos fallos, el presidente de la República debe respetarlos y acatarlos.“En una democracia moderna como la nuestra no se puede entender el funcionamiento del Estado de Derecho sin independencia y autonomía; autonomía en la rama e independencia en las personas. Ellos tienen un mandato constitucional que han sabido defender, que han sabido ejercer, que han honrado aún con su propio sacrificio”, argumentó Eljach.El procurador sostuvo que “la Procuraduría siente prolongación natural en la rama judicial en su misionalidad y por eso vengo reclamando abiertamente que los fallos, los pronunciamientos y las decisiones de las altas cortes y de los jueces de cualquier nivel son para respetarlos y acatarlos. Habrá recursos para impugnar, para reclamar, pero hay que respetarlos y cumplirlos”.(Lea también: Estas son las preguntas de la consulta popular que el presidente Petro presentará ante el Congreso)CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOLX: RojasCamoCorreo: wcrojasb@caracoltv.com.coInstagram: Milografias
Más allá del triunfo 2-0 del lunes pasado de Fortaleza sobre Boyacá Chicó, en juego realizado en el estadio La Independiencia, de Tunja, y correspondiente a la fecha 15 de la Liga Betplay I 2025; la polémica no faltó en dicho compromiso que le costó el puesto al técnico Roberto 'Tiburón' Torres, quien anunció su partida del cuadro 'ajedrezado' en la propia rueda de prensa posterior al compromiso.Y es que en las últimas horas, desde su cuenta de la red social X, el que apareció fue Eduardo Pimentel, directivo del Chicó, quien reclamó un penalti no decretado por parte del árbitro Carlos Betancur, a quien tildó como "caradura" y además recalcó que en ese momento el compromiso iba igualado a cero goles. En dicha acción, tampoco se presentó la intervención del VAR.Además de eso, el dirigente bogotano dejó en evidencia que en un duelo entre Medellín y los boyacenses, en el Atanasio Girardot sí se pitó un penalti en contra de su club. "Esto es una porquería y ayer (por el lunes) ni lo revisaron", remató en su escrito.En una breve comunicación con Gol Caracol, el propio Pimentel agregó que "no puedo dejar pasar el exabrupto que cometió este sujeto, es imposible, esa mano es increíble. Nos pitan a nosotros unas que nunca son, esto no aguanta más y muchos clubes están desesperados con lo mismo".Sobre la misma publicación, también se presentó una respuesta de la cuenta 'Juzgando jueces' que indicó que "en esta caso Eduardo tienes razón, a pesar de que venga jugado por el mismo jugador, lo que hace esta mano sancionable es que hay un movimiento adicional, y eso ya anula toda excepción. PENAL CLARO a favor de Chicó. Betancur viene en un nivel muy bajo este semestre ,igual que muchos". ¿La opinión del analista arbitral José Borda?Cabe señalar que con respecto a esa jugada polémica, el que también entregó su visión de lo sucedido fue José Borda, reputado exárbitro. Así comentó que "OMITIERON PENALAZO en Chicó vs. Fortaleza. El árbitro Betancur y el VAR omitieron está mano penal de Balanta de los Amix, si bien el balón le pega en el cuerpo, con un segundo movimiento adicional con el brazo extendido toca deliberadamente el Balón. ERA PENALAZO".
El delantero colombiano Jhon Jáder Durán fue titular en el triunfo de Al Nassr, que sufrió más de lo esperado para vencer a Damac como visitante, imponiéndose 3-2 con goles de Aymeric Laporte, Ali Hassan y Sultan Al Ghanam. Con esta victoria, los dirigidos por Stefano Pioli se afianzan en la tercera posición de la Liga Profesional Saudí.Sin embargo, más allá del resultado, hubo una acción en el partido que protagonizó Jhon Durán y que ha dado de qué hablar en las redes sociales.En un momento del encuentro, el antioqueño protagonizó una jugada en la que llevaba el balón en sus pies, pero segundos después se desplomó al suelo. Esta situación no pasó desapercibida para los internautas, que no tardaron en comentar: "¿Qué pasa con Jhon Durán últimamente? Ya no lo reconocemos".La jugada por la que hablan de Jhon Jáder Durán en Arabia Saudita