Un médico le dijo a su esposo, Erick Muñoz, que ella tiene muerte cerebral, pero el Hospital John Peter Smith no le autoriza al marido retirarle el apoyo vital artificial. El hospital argumenta que la ley en Texas le prohíbe seguir la orden de un familiar cuando hay un embarazo de por medio, aunque tres expertos opinan que el centro médico está entendiendo mal la ley en cuestión.
El caso está provocando interrogantes sobre el cuidado de los enfermos terminales y contrasta fuertemente con el de una niña de 13 años de California, cuya familia está tratando de mantener con vida pese a que fue declarada con muerte cerebral. En este caso, el hospital desea desconectar a la menor de su ventilador porque legalmente ya está muerta.
En el caso de Texas, Muñoz dijo que él y su esposa trabajaban como paramédicos y que han visto la vida y la muerte de cerca. "Es nuestra decisión no querer vivir en esa condición", dijo en entrevista telefónica el viernes desde la habitación de su esposa en el hospital.
Muñoz encontró a su mujer inconsciente la mañana del 26 de noviembre. La familia desconoce la causa exacta, aunque posiblemente se debió a una embolia pulmonar. Marlise tenía 14 semanas de embarazo en ese entonces.
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Erick Muñoz describe su conflicto personal como padre de un niño de 14 meses que deseaba otro hijo, pero como profesional médico no sabe si el feto pueda sobrevivir o cuánto ha sufrido.
El caso de Marlise es fuera de lo común. En 2010, un artículo en la gaceta BMC Medicine encontró 30 casos de embarazadas con muerte cerebral durante unos 30 años. De 19 resultados reportados, la publicación encontró 12 donde nació un bebé viable y tuvo datos posnatales durante dos años sólo con seis de ellos, los cuales crecieron con normalidad, de acuerdo con BMC Medicine.
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J.R. Labbe, portavoz del hospital, dijo que no tiene permitido confirmar si Marlise Muñoz ha sido declarada con muerte cerebral. Sólo dijo que está embarazada y en condición delicada de salud.
"Estamos cumpliendo con la ley del estado de Texas", dijo Labbe. "Esta no es una decisión difícil para nosotros. Estamos cumpliendo con la ley".
Sin embargo, tres expertos entrevistados por The Associated Press tienen una opinión distinta.
"Esta paciente ni es enferma terminal, ni tiene un padecimiento irreversible. Bajo la ley de Texas está legalmente muerta", dijo el doctor Robert Fine, director de la oficina de ética y cuidados paliativos del Sistema de Salud Baylor.
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Tom Mayo, profesor de la Universidad Metodista del Sur, no cree que la ley se aplique en este caso y considera que el hospital no tiene inmunidad absoluta de un caso civil o penal. Agregó que la "mayoría de las decisiones médicas" se toman sin inmunidad.