Nelson Vargas es uno de los rostros masculinos de este drama. Relata que dos jóvenes de aproximados 15 años lo intimidaron y le quitaron un celular que valía 80.000 pesos.
Luego sintió que algo le mojó la cara mientras uno de ellos le decía “esto es para que no vaya a correr al culo de nosotros”.
Esa noche recibió atención hospitalaria, el diagnóstico fue quemaduras de segundo grado en el 95% de su mejilla derecha.
Días más tarde los vio fumando y jugando en un parque, pero mientras buscó a la Policía se esfumaron para luego sorprenderlo en su casa.
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Dice que cometió el error de abrir la puerta y que lo atacaron nuevamente con una sustancia química por haber llamado a la Policía. Le advirtieron, asegura, que si lo volvía a hacer iban a matar a su hijo.
Ese no ha sido su único calvario, pues denuncia que su EPS no le ha prestado una atención integral y que la justicia no ha actuado pues sus agresores siguen libres.
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