Un grupo de manifestantes de esta comunidad se enfrentó a la Policía este jueves. Aseguran que son desplazados y no han recibido ayudas estatales.
Con palos, piedras y hasta lanzas se enfrentó la comunidad embera en Bogotá cuando decidieron tomarse el edificio de Avianca, donde quedan ubicadas varias oficinas de la Unidad de Víctimas.
Se trata de un grupo de por lo menos 300 indígenas que llegaron a la capital hace más de 10 años, víctimas del desplazamiento forzado. Solían vivir en ‘pagadiarios’, pero salieron a reclamar un apoyo económico y social del Estado.
Según los indígenas, no tienen con qué vivir, sus hijas son abusadas sexualmente en Bogotá y los lideres reciben constantes amenazas.
Durante la protesta cinco uniformados resultaron heridos y más de cinco mil empleados del edificio quedaron encerrados por varias horas. Muchos salieron desmayados y con quebrantos de salud.
A la protesta llevaron menores.
"Nos preocupa que la población embera siempre utiliza a los niños como escudos para justificar sus acciones y sus vías de hecho", denunció Carmen Teresa Castañeda, personera de Bogotá.
Los protestantes y el gobierno distrital al final llegaron a un acuerdo.
"A partir del 25 ya estarán retornando a su territorio, a partir del 14 ya la unidad de víctimas implementara la logística para un retorno organizado y tranquilo", señaló Castañeda.
Sin embargo, muchos reclaman acompañamiento del Estado en sus lugares de origen y justicia con los hechos que denunciaban.
Updated: septiembre 06, 2018 05:23 p. m.