
Adriana Arango es una de las actrices más queridas y reconocidas de la televisión colombiana, su talento ha brillado en múltiples producciones comoLa reina del flow , serie en la cual interpretó a Ligia, la sensible mamá de “Charly ”. Sin embargo, detrás de ese rostro familiar y carismático, se esconde una historia personal marcada por un episodio "traumático" que vivió en su infancia y que la llevó a permanecer sin hablar durante un año entero.
Laactriz
, escritora y productora compartió esta experiencia en una entrevista con el programa Los Impresentables, donde reveló que cuando cursaba segundo de primaria atravesó por una situación que cambió radicalmente su vida. Aunque hoy lo recuerda con serenidad, en su momento fue un episodio que la dejó en un estado de shock y sin ganas de hablar con nadie.
¿Por qué Adriana Arango dejó de hablar por tanto tiempo?
Todo comenzó con una tarea escolar que debía entregar, le habían pedido dibujar una hora en un reloj de manecillas, algo que le resultaba especialmente difícil. "Hay ciertas cosas, como a nivel de aprendizaje que me cuestan mucho, cosas fáciles para los demás, pero para mi se vuelven imposibles", admitió.
Aunque explicó que ya aprendió, en ese momento como aún no entendía del todo cómo leer este tipo de relojes, se le ocurrió una idea para cumplir con la actividad, calcar uno de los relojes que había en la casa.
Para lograrlo, le pidió ayuda a su hermano, juntos intentaron bajar un reloj de pared con la intención de facilitar la tarea, pero algo salió mal. El reloj terminó cayéndose y rompiéndose, lo que desencadenó una fuerte reacción por parte de su padre.
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“Mi papá conmigo siempre fue tan fresco, tan alcahueta, se puso bravísimo y gritó ”, relató Adriana. En la entrevista, aseguró que a pesar de que hoy no le parece grave, en ese momento fue algo que la impactó profundamente, "entonces yo ya me quedé callada", expresó.
Desde ese momento, Adriana decidió guardar silencio, pasó un año entero sin hablar con nadie, como una forma de procesar lo que había ocurrido. Después de ese suceso, su comportamiento y forma de aprendizaje alarmó a su familia, que intentó encontrar la mejor manera de ayudarla, sus padres optaron por cambiarla de colegio y matricularla en una institución para niños con necesidades especiales.
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Sin embargo, según contó en lugar de mejorar, la situación empeoró para ella, que no se sentía parte del entorno y no estaba cómoda con la forma en la que era tan observada, por lo que no lograba comunicarse con nadie. “Ese año fue aterrador”, confesó.
Según relató, ese periodo lo recuerda como una "pesadilla". Todo le resultaba extraño y no encontraba motivación para romper el silencio, adicionalmente añadió que se sentía como un "monstruo", y lejos de avanzar, se sentía aún más retraída y desconectada del mundo que la rodeaba. Su recuperación empezó realmente cuando su familia decidió mudarse de ciudad.
La oportunidad de empezar de nuevo llegó cuando sus padres se trasladaron de Bogotá a Medellín. Allí la inscribieron en una escuela pública, lo que representó un giro importante en en su vida, pues fue en ese nuevo espacio donde Adriana empezó a reencontrarse con su voz y con su verdadera personalidad.
Ella misma aseguró que ese cambio fue lo mejor que le pudo pasar en su etapa escolar. "El año siguiente fue el más fantástico de mi primaria", resaltó. En esa institución volvió a sentirse una niña común, conectó con sus compañeros y recuperó su confianza. "Me volví espectacular, número uno del salón y todo... Fue un gran año".
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Hoy, con una exitosa carrera, puede contar esta historia con la tranquilidad y el humor que da haberla superado. Actualmente, sigue cautivando al público con su talento y carisma, no solo por los personajes que interpreta, sino por la cercanía y autenticidad con la que comparte su vida.
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