El perezoso empuja la cabeza del enorme reptil y la reacción de este último deja perplejo al fotógrafo de vida silvestre que los graba en una selva peruana.
El estadounidense Quin Schrock ve aterrorizado el encuentro, tratando de mantener el pulso, mientras que el perezoso camina lentamente junto a la anaconda.
Se escucha a Schrock decirle al guía “se lo va a comer”, a lo que el lugareño le responde que no y le pide que esté tranquilo. El fotógrafo, sin embargo, insiste en que algo terrible va a pasar.
En segundos, el perezoso toca con sus garras la piel del reptil, toma su cabeza y la mueve a un costado.
“Mi corazón se detuvo cuando las garras del perezoso rodearon la cabeza de la serpiente”, escribió Schrock que esperaba que la anaconda engullera al mamífero.
¿Por qué la anaconda no atacó al perezoso y lo dejó alejarse pacíficamente?
“Eran amigos”, comentó Schrock.
La escena, compartida en Instagram, supera las 600 mil reproducciones.