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Hoy, 27 de noviembre, se cumplen 36 años del siniestro de Avianca que conmocionó a Colombia. La aeronave, que cubría la ruta entre Bogotá y Cali, se desintegró en el aire mientras sobrevolaba las laderas de Soacha en 1989, cobrando la vida de 110 personas. Entre los pasajeros estaba el reconocido cantante Gerardo María Arellano. Su hijo, Federico Arellano, relató en Los Informantes cómo recibió la noticia de la muerte de su padre y cómo ese dolor lo impulsó a buscar la verdad sobre lo ocurrido.
Mientras el país sigue esperando conclusiones de la justicia ante la “impunidad”, el expediente judicial, denominado como ‘Gerardo Arellano y otros’ —en honor a una de las víctimas más recordadas—, se ha enfrentado a distintas teorías.
Federico Arellano, quien se hizo abogado gracias a lo ocurrido, ha dedicado años a investigar el suceso buscando "respuestas reales y acertadas sobre un hecho tan doloroso y tan trágico". Arellano logró que la Corte Interamericana de Derechos Humanos declarara el crimen de lesa humanidad en 2009, lo que significa que el delito es imprescriptible y "tiene vida eterna".
Además, relató la angustia de aquel día: "Sonaba mucho el teléfono y yo sentía mucha alteración en el día a día normal de un lunes cotidiano y mi madre tenía el volumen de la radio muy alto y empezaron a nombrar que había pasado una cosa tremenda con un avión que se había caído, decían". Luego, escuchó al maestro Yamid Amat "leyendo una lista alfabética de víctimas mortales del siniestro Avianca y como es normal entre los primeros que mencionó por el orden alfabético estaba Arellano y era mi padre".
Según él, varias teorías han surgido sobre las causas del siniestro aéreo. Entre ellas, la que se consideró como versión oficial durante años: un atentado ordenado por Pablo Escobar.
La hipótesis oficial, que ha primado durante 36 años, sostiene que la tragedia fue producto de un atentado de Pablo Escobar. Según esta versión, Escobar supuestamente ordenó colocar una bomba en la aeronave con el objetivo de asesinar al entonces candidato presidencial César Gaviria.
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No obstante, Gaviria, en sus memorias, desvirtuó esta posibilidad, indicando que su equipo de escoltas había apartado cupo, pero el plan cambió por razones de seguridad, ya que él había sido declarado “objetivo militar”.
El expediente judicial bajo esta hipótesis se ha mantenido durante décadas en un estado de "indagación preliminar", lo cual ha sido calificado por Arellano como "vergonzoso para un estado de derecho".
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La credibilidad de esta teoría, ha sido cuestionada por el propio Federico Arellano. Según él, Pablo Escobar era conocido por atribuirse "con orgullo" sus crímenes. Por ejemplo, como lo hizo con el casos del DAS, el secuestro de Diana Turbay y otros actos terroristas. Pese a ello, Escobar nunca se refirió al atentado del avión.
Además, las declaraciones posteriores de lugartenientes de Escobar, como alias ‘Popeye’ o ‘El Taxista’, para Arellano, "no son válidos porque la teoría del caso que planteo hoy tiene pruebas de carácter técnico y científico".
Aunque de manera menos prominente que las otras dos, en otro momento se habló de una falla mecánica como posible causa de la caída del vuelo 203. La información no ha avanzado con fuerza dentro de la investigación judicial.
Esta es la teoría más reciente y radicalmente distinta que ha puesto sobre la mesa Federico Arellano. El hijo de la víctima busca desvirtuar la hipótesis oficial con información que, según parece, está respaldada por el FBI.
Según el informe, fueron 107 las víctimas fatales a bordo: 6 tripulantes y 101 pasajeros, entre ellos dos ciudadanos estadounidenses. Además, otras tres personas murieron en tierra tras el impacto.
Debido a los dos ciudadanos norteamericanos, el gobierno de George W. Bush asumió cierta competencia en el caso, involucrando a su oficina del FBI para adelantar pruebas técnicas y científicas.
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El dictamen pericial clave fue emitido por Frederic Whitehurst, quien era el jefe de explosivos del FBI en ese momento. El experto "estableció que lo que allí encontró eran unos componentes de la ojiva de un misil".
Según la investigación que ha conocido Arellano, el siniestro fue causado por un misil tierra-aire que "impactó como agente externo el fuselaje del avión". El análisis del FBI, considerado por Arellano el laboratorio "de mayor credibilidad en el planeta", arrojó que "lo que allí hubo eran componentes químicos y físicos que integran la ojiva del misil como tal". Esta conclusión "deja sin ningún sustento la posibilidad de una bomba".
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Arellano detalló que la evidencia técnica indica que el avión no explotó, sino que implosionó. El informe establece que "el avión fue impactado desde lo exterior hacia lo interior, no de adentro hacia afuera, como sucede obviamente en una explosión".
El impacto ocurrió cuando el avión sobrevolaba la zona aledaña a Indumil en Soacha. Arellano indicó que, al parecer, en esa zona "se estaban haciendo unos entrenamientos, una instrucción militar para la manipulación de estos artefactos". Sobre la procedencia del artefacto, el abogado aclaró que "esos eran misiles importados, está por definirse si de Israel o Rusia, pero esos misiles no eran colombianos, claramente".
El informe del FBI sobre los hallazgos de Frederic Whitehurst goza de reserva y es considerado un documento con "información clasificada del Estado americano".
Federico Arellano contactó al perito Whitehurst, quien le reveló lo que sucedió tras bambalinas cuando entregó su dictamen. El agente le dijo que: “Realmente ahí lo que estaban diciendo que era una bomba, un atentado terrorista, que era Escobar y del Cartel de Medellín, no era cierto. Ahí lo que hubo era esto (misil) y no otra cosa”.
Según Arellano, Whitehurst fue presionado para pronunciarse a favor del "esquema que habían montado del atentado terrorista". El agente, sin embargo, se mantuvo firme con su decisión, asegurando: “’Yo no voy a proferir un dictamen pericial falso y si esto me cuesta el puesto, que me cueste’'. Y le costó. Lo despidieron por no mentir”.
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Arellano insiste en que “el FBI se mantiene en que eso fue un misil. Ese fue el dictamen pericial del señor Whitehurst, lo que pasa es que eso lo han querido mantener oculto".
El abogado ha rogado a la fiscal del caso en Colombia para que solicite a Estados Unidos la incorporación del informe del FBI al expediente y que el perito sea llamado a declarar. La pretensión de Arellano es clara: "La verdad y mi pretensión como consecuencia de la verdad subsiguiente es la justicia y la reparación".
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Hasta ahora, el único condenado en el caso es alias ‘La Quica’, un lugarteniente de Escobar, condenado en EE. UU. a varias cadenas perpetuas. Arellano cree que es inocente, ya que ‘La Quica’ ha declarado que “él no tuvo nada que ver en eso, que él no estaba participando en ningún acto terrorista y que ahí no hubo ningún acto terrorista”.
La diligencia más reciente en el caso es la declaración de Carlos Lehder, quien solo entregó información de contexto, pues al momento del siniestro ya había sido extraditado a territorio estadounidense. Por ahora, se espera que Frederic Whitehurst pueda brindar su declaración y porte el documento legalmente.
*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Los Informantes.