Cansada de las bromas y los chistes de mal gusto, decidió dejarle un “regalito” en los brownies que iban a darle en su reunión de despedida.
Después de trabajar por años en una firma de ingenieros, en Estados Unidos, el hombre al que muchos detestaban por mal compañero se iba para emprender un nuevo proyecto.
El día de la despedida, una mujer, con la que siempre tuvo problemas, se ofreció para llevar el poste favorito del hombre. Así fue como aprovechó para colocar varias pastillas de laxantes.
En medio del evento, el sujeto empezó a sentirse mal y otro de los empleados reportó irregularidades con la comida, pues encontraron unas cápsulas blancas en su interior.
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De inmediato, la información llegó a las autoridades competentes, quienes capturaron a la mujer por “agresión contra la integridad física”. Según un oficial de la Policía de Michigan, quien atendió el caso, la implicada lo hizo para “cobrarse los años de malos tratos”.
Los uniformados lograron “frenar una emergencia”, ya que los demás invitados no habían consumido los pasteles.
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La mujer, en un principio, negó haber puesto los medicamentos. Cuando los policías mencionaron tener pruebas, la responsable admitió haberlo hecho.
Finalmente fue dejada libre, ya que el afectado no interpuso una denuncia.