
En enero de 2024, María de los Ángeles Lugo recibió una noticia entre confusa y angustiante. La mujer, que atravesaba las primeras semanas de su tercer embarazo, acudió a urgencias por un dolor abdominal, aunque no pensaba que lo que le estaba ocurriendo fuera tan grave. Una ecografía le mostraría que el feto que crecía en su útero venía con una condición congénita que podría causarle la muerte o, en caso de sobrevivir, tener poca calidad de vida.
Gastrosquisis, eso fue lo que se le diagnosticó al feto que se desarrollaba en el útero de María de los Ángeles, en Barranquilla. Una palabra preocupante, pero de la que ni ella ni su esposo tenían absoluta idea de qué se trataba. Los padres conocieron que, por un defecto congénito, los intestinos del embrión crecían fuera de su cuerpo.
¿Qué es la gastrosquisis?
Se trata de un defecto congénito en el que los intestinos y, a veces, otros órganos salen del cuerpo a través de una abertura en la pared abdominal, cerca del ombligo. "A la bebé la parte derecha del ombligo no se le cerró bien y se le salen los intestinos", recordó María de los Ángeles al ver la ecografía.
El médico Miguel Parra explicó que lo complicado de esta situación es que no se puede solucionar cuando el bebé nace porque “ya es muy tarde” y que “las lesiones nos van a llevar a una muerte o deterioro que no le permite al feto tener una vida digna”. Es por eso que muchas personas le sugieren a las madres gestantes que se encuentran con un diagnóstico de gastrosquisis que interrumpan su embarazo.

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“Yo pensé lo peor, pensé: ‘se me complica, me sacan la bebé, se me muere’”, aseguró en un principio María de los Ángeles, pero contó con la fortuna de que en Barranquilla estaba el ginecólogo y obstetra Miguel Parra, una eminencia de la medicina que desde hace 10 años estaba estudiando e investigando la posibilidad de operar a fetos con gastrosquisis. Madre y médico se conocieron y empezaron a explorar un camino que cambiaría la historia de la medicina en Colombia y el mundo. La angustia inicial se transformó en esperanza.
En Colombia se realizó la primera cirugía a un feto en el útero por gastrosquisis
El doctor Parra llevaba años estudiando la posibilidad de curar la gastrosquisis dentro del útero, para que estos bebés nazcan completamente sanos. El procedimiento, que parece de ciencia ficción, es novedoso y revolucionario y se llama reparación fetoscópica de gastrosquisis. Aunque en Estados Unidos y Europa otros médicos lo habían intentado, en Barranquilla ocurrió el 'milagro' de, por primera vez, llevar con éxito el procedimiento.
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La operación se hizo cuando María de Los Ángeles tenía 25 semanas de embarazo. Todo el procedimiento, que dura varias horas, requiere sacar el líquido amniótico de la barriga de la mamá y reemplazarlo con un gas; luego entrar a la placenta con una cámara e instrumentos diminutos para empujar las vísceras hacia adentro por el mismo hueco por el que se habían salido, coser con extremo cuidado un parche para que nada se vuelva a salir y, por último, meter nuevamente el líquido amniótico. Un proceso que lleva años de investigación.
Había riesgos, por supuesto, pero esta mujer, nacida en Venezuela y de padres colombianos, junto a su esposo barranquillero, confiaron en las manos del doctor Parra y su equipo para que la cirugía fuera un éxito o un milagro, depende de quién lo mire. Así fue y Maía -la bebé que fue operada dentro del útero- nació sana y salva unos meses después de la cirugía, el 15 de abril a las 7:00 de la noche, y ahora es conocida como ‘La bebé milagro’.

El mismo equipo médico que hizo la cirugía estuvo en el nacimiento de Maía. “Es una belleza, para mi la sensación más agradable fue verla nacer sin nada”, señaló el doctor Cristóbal Abello, quien hizo parte de esta historia. "Hubo lágrimas y aplausos dentro del quirófano, porque estábamos haciendo un hito a nivel mundial”, señaló el doctor Miguel Parra, “creo que hay pocos momentos en mi vida tan emocionantes”, agregó.
Ricardo Rodríguez, pareja de María de los Ángeles y papá de Maía recordó que "cuando el doctor Parra fue a hacer la cirugía le dije: ‘Doctor, tiene en sus manos lo que más amo yo en la vida. Resuelva’. Cuando él me la entrega el 15 de abril me dice: ‘Ya resolví, toma’”. Aseguró también que ese día le dio un abrazo que casi le rompe las costillas al profesional.
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Las manos detrás del milagro
En la hoja de vida de Miguel Parra, médico nacido en Boyacá, educado en Bucaramanga y que ahora atiende en Barranquilla, figuran más de 40 cirugías intrauterinas, entre ellas decenas a fetos a los que les corrigió la columna, y un caso extraño en el que un bebé venía con otro bebé adentro y que nació sin problemas. Ahora también aparece el hito de la primera reparación fetoscópica de gastrosquisis exitosa en el mundo.
Este médico detalló que la gastrosquisis ocurre entre 4 o 6 de cada 10 mil nacimientos en el mundo y "va en aumento". Agregó que el 6% de los fetos muere antes de nacer, el 20% en la etapa prenatal y hay un porcentaje variante que nacen con síndrome de intestino corto o con secuelas gigantes. En el caso de Maía, la bebé milagro barranquillera, es una bebé completamente saludable y la única secuela que tiene de esta condición y de la cirugía es una pequeña cicatriz al lado de su ombligo.

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Esta cirugía podría darle vida a cerca de 200 niños en Colombia cada año y aunque se podría pensar que es una operación muy costosa, lo cierto es que reduce costos de lo que vendría en cuidados médicos y cirugías posteriores si el bebé nace con esta condición que, según algunos estudios, pueden ser de mil millones de pesos en sus primeros años de vida, si es que vive. “El problema de estos niños cuando nacen es que no pueden comer porque el intestino está distendido, no funcionan, no hacen popó”, dijo el doctor Abello.
La historia de Maía no solo es un hito médico, también es un recordatorio de lo que puede lograrse cuando la ciencia avanza de la mano de la esperanza. Hoy, esta bebé barranquillera crece sana, como prueba viviente de que la medicina fetal en Colombia no solo está a la altura del mundo, sino que puede marcarle el rumbo.