
Lo que comenzó como un aparente episodio de ansiedad derivado del estrés de la pandemia, resultó ser una condición médica grave y debilitante para Maisie Moore, una joven madre de 25 años del suroeste de Londres, cuya vida cambió por completo tras una serie de errores diagnósticos. Hoy su historia es viral en plataformas de recaudación y medios británicos, llamando la atención sobre la subestimación de los síntomas en mujeres jóvenes y los límites del sistema público de salud.
En marzo de 2021, Maisie acudió por primera vez al Departamento de Urgencias del Hospital West Middlesex con dolores intensos en el cuello, mareos y náuseas persistentes. Fue enviada a casa con una simple indicación: contactar a su médico de cabecera. Según relató su pareja, Rebecca, el personal sanitario le dijo que se trataba de “ansiedad inducida por la pandemia”, algo que le había pasado a muchas personas que vieron afectada su salud mental ante lo que estaba ocurriendo en el mundo.
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"Maisie estaba muy enferma, sabíamos que algo no estaba bien", contó Rebecca a MyLondon. "El dolor era insoportable, pero todas las pruebas salían normales. Era desesperante". Fueron más de siete visitas a urgencias y meses de espera, anhelando que a la mujer se le realizaran resonancias y pruebas más detalladas, pero los resultados seguían sin mostrar anomalías. Mientras tanto, Maisie se veía obligada a aceptar una nueva normalidad, marcada por dolor diario, pérdida de memoria y sensibilidad a la luz y al sonido.
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Encontraron una respuesta fuera del país
Frustradas por la falta de respuestas en el Reino Unido, Maisie y Rebecca emprendieron su propia búsqueda de información médica. De esta manera que había una condición muy rara llamada inestabilidad craneocervical (ICC) que, por su descripción y síntomas, coincidía con lo que estaba viviendo la mujer. Se trata de un trastorno neurológico grave en el que el cuello no logra sostener correctamente el peso de la cabeza, provocando que el cráneo ejerza presión sobre el tronco encefálico y la médula espinal.

Una resonancia magnética privada en una clínica en Barcelona confirmó sus sospechas: Maisie no tenía ansiedad, sino una condición que afecta a 1 de cada 5.000 personas en el mundo. "Todo empezó a tener sentido. Encontramos un neurocirujano en España especializado en esta patología. Fue como hallar una luz en medio de tanta oscuridad", resaltó Rebecca.
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Aunque las mujeres están felices por haber encontrado una posible solución en Barcelona, otro problema se presentó después y es que la cirugía es muy costosa. Maisie necesita una cirugía de fusión cráneo-cervical, un procedimiento complejo que puede devolverle la estabilidad y calidad de vida. Sin embargo, el NHS no realiza este tipo de operaciones, y el costo en el extranjero asciende a 55.000 libras esterlinas (unos 312 millones de pesos colombianos), una suma inalcanzable para la familia.
Es por eso que han contado su historia a la prensa y crearon una página de GoFundMe para recaudar recursos que las ayuden a alcanzar el presupuesto para llevar a cabo este procedimiento en España. Mientras esperan alcanzar la meta económica, Maisie, quien antes dirigía su propio negocio de peluquería canina y disfrutaba de caminatas con sus perros Elsie y Bugsy, hoy pasa sus días postrada en cama, con un collarín ortopédico y acompañada por dolores constantes y taquicardias.
A pesar del deterioro físico, hay una razón que mantiene a Maisie con esperanza. Su hija de un año. Aunque no puede cargarla, comparte con ella cada noche abrazos desde la cama. “Sueño con poder llevarla algún día al parque o a una granja. Eso es lo que me mantiene fuerte”, afirmó Maisie.
Tras conocer su historia, el diario The Mirror contactó al Hospital Universitario West Middlesex, el primer lugar al que acudió Maisie y en el que le dijeron que tenía "ansiedad", y respondió que se comprometen a ofrecer atención de calidad y que investigarán cualquier caso individual para mejorar sus procesos. "Me hicieron sentir como si todo estuviera en mi cabeza. Como si exagerara. Y eso me dejó una marca profunda”, contó Maisie.
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MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL