
Francia Márquez ya no es la misma. La líder social que irrumpió en la política nacional con fuerza, representando a las comunidades afro y a las minorías, hoy se muestra más serena, reflexiva y crítica. En una entrevista desde Cali, donde pasa la mayor parte de su tiempo, la vicepresidenta habló sin filtros sobre su gestión, las tensiones con funcionarios del gobierno, los ataques que ha recibido y el impacto que todo esto ha tenido en su vida personal. Habló con la Nena Arrázola de Los Informantes.
Desde que asumió el cargo, Márquez ha vivido una transformación profunda. La mujer confrontadora y provocadora que acompañó la campaña presidencial ha bajado el tono y habló de las polémicas que la han rodeado desde su posesión.
“Me montan en el helicóptero y me llevan hasta allá hasta Dapa cerquita ahí a la casa y aterriza ahí. La gente entonces empieza a ver un aparato de esos que yo creo que nunca había ido por allá, empieza a aterrizar por allá, empiezan a hacer videos, a grabarme. Esto yo no lo hago por vanidad. Quiero quienes me conocen saben que sufro de vértigo”, señaló.
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Han sido tres años y diez días de vértigo, tanto para ella como para el país. Márquez recuerda que el uso del helicóptero fue una medida de seguridad tras amenazas. “A mí me habían puesto unos explosivos en la vía para mi casa y el presidente me escribió y me dijo, ‘Tienes que andar en helicópteros’. Y yo le dije, ‘¿Presidente, pero eso no es muy riesgoso?’. Me dijo, ‘Tienes que usar las herramientas del Estado’”, recordó.

Francia Márquez venía de otro mundo. Su vida estaba en las calles, en los barrios, en las veredas, defendiendo a las mujeres y luchando por los derechos de su comunidad afro. Esa labor le valió reconocimientos internacionales como el Premio Goldman, distinciones en Harvard y un lugar en el top 100 de mujeres más influyentes de 2019, según la BBC.
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Pero su llegada al poder cambió la percepción pública. “Y ahí es que me arman la narrativa de que ya me ya me aburguesé porque ando montada en un helicóptero. ¿Hasta canción hubo? Yo me la bailé. A mis sobrinitos la canción les encanta”, añadió.
Ataques desde todos los frentes
La vicepresidenta ha sido blanco de ataques desde distintos sectores. “Cuando yo empecé a decir que voy a lanzarme a la presidencia, la gente se me burlaba. ‘¿A la presidencia de qué? ¿De la junta de acción comunal?’ y yo ‘no, a la presidencia de Colombia’”, contó.
Incluso su familia ha sufrido las consecuencias. “Cuando me alquilan esa casa, entonces empiezan a decir que he comprado casa de 5.000 millones de pesos y todo eso y la mitad del sueldo tenía que pagar la casa, pero yo dije, lo hago porque me tocó en ese momento también decirle a mi mamá que se venga de Suárez. Tampoco pensó que iba a salir de su casa emberracada. Empezó a tratarme mal y ‘yo no la mandé a meterse en eso’. Todavía me dice, ‘mi vida me cambió y se me volvió un infierno porque usted se metió en eso’. Entonces ha sido doloroso”, dice.
Los ataques en redes sociales han afectado profundamente a sus hijos. “Y ver todos esos ataques en redes sociales les duele. Ellos no están contentos, mis hijos no están muy contentos”, dijo.
Incluso sus hermanas han tenido que ocultar su parentesco. “Tengo hermanas que trabajan en casas de familia y las tratan mal. Les ha tocado negarse y decir ‘Yo no yo no la conozco’. Para para cuidarse, ha sido doloroso para mi familia”, relató.
Los aprendizajes y frustraciones de la vicepresidenta
A tres años de haber asumido el cargo, Márquez hace un balance de lo aprendido. “Ya sé cómo funciona el Estado. Ya sé cómo funciona la inversión, ya sé cómo funciona la oposición también. Entonces es un aprendizaje importante”, dijo.
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Pero también reconoce la frustración. “Yo siento que hay frustración. Creo que hay mucha burocracia institucional, pero uno no puede pasarse esos pasos porque así está hecho este sistema”, expresó.

Uno de los momentos más tensos de su gestión fue la creación del Ministerio de la Igualdad. Márquez denunció falta de apoyo desde el interior del gobierno. “Mis discusiones con Laura Sarabia fueron sobre eso, porque ella era la directora del DAPRE, entonces a ella le tocaba apoyarme para que avanzara. Yo sentí que fue una traba, que me puso obstáculos, no tuve una aliada para avanzar en crear una institución”, contó.
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El ministerio no tenían sede, ni presupuesto, ni personal. “Y yo empecé a decirle al presidente, ‘Presidente, siento que me están bloqueando. Sin equipo, yo no puedo avanzar’. Yo me le pasaba llamando a Laura, necesito que me ayude con los equipos, necesito que me publique las hojas de vida, necesito tener equipo para poder avanzar y dice sí, pero no pasaba”.
Incluso el Ministerio de Hacienda fue señalado por Márquez. “Cuando presentamos el proyecto en el Congreso con mensaje y urgencia por parte del presidente, el ministro de Hacienda en su momento no presentó o presentó un concepto de viabilidad fiscal ambiguo y eso hizo que la oposición lo usara para demandar el ministerio y por eso es que estamos ahora en esta situación de que la Corte Constitucional dijo que se violó ese principio de planeación y que se tiene que presentar nuevamente el proyecto”, añadió.
Una reciente frase del presidente Gustavo Petro no le cayó nada bien. “Para mí que he vivido el racismo y que sé lo que significa el racismo, pues fue doloroso, habiéndolo acompañado a movilizar a la población afro”, dijo.
Mirando hacia el futuro
Francia Márquez no habla de su futuro político, pero sí tiene claro que no busca la reelección. “¿Te gustaría la reelección? Yo soy una abogada, respeto la Constitución política. La Constitución política no permite la reelección, así que fuimos elegidos por 4 años y nos toca es cumplir y avanzar lo más que podamos”, dijo.
Hoy, a sus 43 años, con dos hijos y dos nietos, Márquez se muestra más tranquila, aunque las críticas no le resbalan. “No pierdo la esperanza de que este país pueda vivir sabroso, en paz”, dijo.