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Durante el 2021 se disparó la migración de ciudadanos cubanos, venezolanos, pero sobre todo haitianos hacia Estados Unidos. Después del terremoto que dejó Haití en ruinas, muchos se fueron a Chile detrás de alguna oportunidad. Los que no logran instalarse empiezan a caminar detrás del espejismo del tan anhelado sueño americano y llegan a Necoclí que parece una marea de migrantes. Allí se encuentran todos los quieren cruzar el Darién por Colombia para llegar a panamá y luego atravesar Centroamérica para dar el último salto.
Aunque hay distintas nacionalidades, el hambre y la pobreza han empujado a 80 mil haitianos a una de las travesías más peligrosas del mundo para los migrantes. Una selva que devora gente con animales salvajes y peligrosos como los coyotes, que abusan de ellos como si fueran una moneda de cambio. Los Informantes acompañó a una familia que se arriesgó a cruzar el Golfo de Urabá por entre las selvas del Darién, para intentar llegar por fin a tierra firme.