
A Rob McPherson el mundo le cambió cuando le diagnosticaron cáncer de intestino a sus 39 años, luego de que él pensara que su constante hinchazón y dolor de estómago fuera a causa de tomar cerveza o alguna intolerancia a algún alimento. Los síntomas a los que él decidió no prestar atención lo llevaron a abandonar por varias semanas su trabajo y a someterse a un complicado tratamiento.
¿Cómo empezaron los síntomas?
"Yo era un chico normal que jugaba al fútbol todas las semanas", narró Rob al diario The Sun al recordar cómo era su vida antes del terrible diagnóstico. Detalló que llevaba una vida sana, realizando actividad física y teniendo una dieta saludable, excepto por su gusto por la cerveza y la pizza, pero no creía que esto fuera tan grave.
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Señaló que, de un momento a otro, empezó a sentirse mal del estómago y creyó que tal vez se había excedido un poco con el consumo de cerveza y pizza, pensó que era intolerante a alguno de los ingredientes. Los primeros síntomas fueron dolor de estómago e hinchazón. Así vivió algunos días, creyendo que pasaría con el tiempo.
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Desafortunadamente, con el paso de los días Rob notó que sus síntomas no solo no desaparecía, sino que empeoraban. Ahora no disfrutaba de ninguna comida y el dolor de estómago se volvió tan intenso que tuvo que ausentarse de su trabajo por una semana. Se sentía constantemente hinchado y esto no le permitía dormir. En ese momento su novio Sam decidió dejar de pensar que era algo pasajero y llamó a un médico.

"Pensé que me dirían que tomara paracetamol o algo así", recordó Rob, pero cuando su pareja describió los síntomas que tenía y desde hace cuánto, el servicio médico envió una ambulancia a la casa de los hombres. "Pensé: 'Vale. Algo anda muy mal aquí'". Estando el médico y tras unos rápidos exámenes, los médicos le informaron que había un tumor de unos 7 centímetros cerca de su estómago.
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Un cambio de vida
Tras la noticia Rob no tuvo mucho tiempo para pensar, los médicos debían actuar inmediatamente. Horas más tarde de la llamada que hizo su novio a los médicos, el hombre de 39 años estaba en una sala de cirugía. Los galenos le explicaron que, debido a su situación, debían realizarle una biopsia y un estoma, lo que implicaba una apertura artificial para permitir la salida de heces, orina o gases.
Después de la biopsia, Rob fue diagnosticado con cáncer de intestino, recibió la noticia tres días antes de Navidad. "Tenía miedo y estaba nervioso, pero tenía que hacerlo". Ante lo ocurrido, rápidamente el hombre tuvo que iniciar un tratamiento de quimioterapia y radioterapia que duró semanas para reducir el tamaño del tumor y acostumbrándose a vivir con el estoma.

Gracias al tratamiento, el tumor fue extirpado exitosamente semanas después. A pesar de esto, tuvo que seguir con la quimioterapia para garantizar que se destruyeran todas las células cancerosas restantes y siguió viviendo con el estema durante siete meses más. La remoción del estoma le dejó una cicatriz que ahora le recuerda que no siempre se deben ignorar los síntomas de su cuerpo.
"Probablemente lo dejé pasar más tiempo del que debía. Quizás pensé que podría aguantar o simplemente aceptarlo", reconoció Rob y aseguró que tener un control temprano habría hecho todo diferente en su caso y, seguramente, en el de muchas otras personas que han pasado por lo mismo. "Mi historia demuestra que el cáncer puede afectar a cualquiera, sin importar lo activo que seas, y nunca debes posponer un control si sientes que algo no está bien".
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MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL
CORREO: mpgonzal@caracoltv.com.co