Según la asociación Red de Supervivientes de Personas que sufrieron Abusos por Sacerdotes (SNAP), los cardenales que no deben ser elegidos papa son el mexicano Norberto Rivera Carrera, el hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga, los estadounidenses Timothy Dolan (Nueva York), Donald Wuerl (Washington), Sean O'Malley (Boston) y el argentino Leonardo Sandri.
Tampoco deberían ser elegidos, según la SNAP, los italianos Angelo Scola (Milán) o Tarcisio Bertone (camarlengo), el australiano George Pell, el checo Dominik Duka, el canadiense Marc Ouellet y el ghanés Peter Turkson (Ghana).
Esos cardenales, todos electores y varios de ellos considerados "papables", es decir que pueden ser elegidos pontífice, no afrontaron, según la SNAP, con el suficiente rigor los abusos sexuales cometidos por clérigos contra menores, quitaron importancia a los casos, rechazaron reunirse con las víctimas y criticaron las investigaciones periodísticas.
Al cardenal Sandri le acusan de estar "estrechamente ligado al contorvertido" cardenal Sodano (decano del Colegio Cardenalicio y que fue secretario de Estado con Juan Pablo II).
Sobre el cardenal Maradiaga recordaron que en una ocasión el purpurado hondureño dijo en referencia a los casos de curas pederastas que "iría con mucho gusto a la cárcel antes que hacer daño a mis sacerdotes, ya que yo no soy un policía".
De Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, señalaron que el canadiense mantenía que sólo el diez por ciento de las acusaciones contra los clérigos pederastas eran ciertas.
Acusaron asimismo a Scola de haber quitado importancia a esos casos y recordaron que, en 2010, en una homilía pronunciada en la basílica de San Pedro dijo que se daban "también en diferentes ámbitos y categorías diferentes de persona".
De Dolan dijeron que "ideó" un plan para pagar 20.000 dólares a los clérigos implicados en casos de pederastia para que abandonasen la iglesia y que "por lo menos doce sacerdotes recibieron dinero".
Según los dos representantes de la red Snap, los escándalos de clérigos pederastas conocidos son la "punta del iceberg" y aún deben salir muchos más.
Doris y Clossy afirmaron que los cardenales que preparan el cónclave deben preguntar a los doce, "sin temor", para saber la verdad y ponerles "bajo presión".
También dijeron que ya en el pasado citaron los nombres de algunos de estos cardenales y que la inclusión de algunos en esa lista "puede sorprender, al ser considerados incluso como reformadores, en lo que no estamos de acuerdo".
"La mayor parte merece un puesto en esa lista por lo que han hecho y otros por lo que han dicho. Nosotros decimos que los hechos y no las palabras son los que protegen a los niños y cuando los obispos hacen comentarios públicos que hieren y causan más dolor a las víctimas", precisaron.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, dijo este miércoles que la posición de la red Snap "la conocemos desde hace mucho tiempo" y sostuvo que no corresponde a esta asociación "decir quién debe entrar en el cónclave o calificar a los cardenales que se reúnen".
Roma (Italia)