Unas 50 personas, incluido su impulsor, el autor y anatomista nipón Takeshi Yoro, asistieron este jueves a una ceremonia en el templo Kenchoji para conmemorar la finalización del proyecto, informó la agencia local Kyodo.
El monumento está diseñado por el arquitecto Kengo Kuma, uno de los más influyentes del país asiático y responsable de la quinta reconstrucción del mítico Kabukiza, el teatro de kabuki más famoso de la capital nipona, y de proyectos como el Teatro de la opera de Granada (España).
"Espero que la gente llegue a ser consciente de qué tipo de vida tendríamos sin los insectos", dijo el autor de "Baka no Kabe" (The Wall of Fools) en declaraciones recogidas por la agencia japonesa.
Yoro, quien en su juventud se aficionó a coleccionar y exhibir especímenes de insectos, espera que el monumento no sólo consuele las almas de los que ha reunido durante años, sino que también anime a otros a reflexionar sobre el medio ambiente.
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La ceremonia se llevó a cabo coincidiendo con la celebración en Japón del "Día de los bichos", el 4 de junio, fecha escogida porque su pronunciación en japonés, "mu-shi", es la mismo que la del término nipón que significa bicho.
Durante el oficio un monje leyó Sutras budistas (textos sagrados) dentro de lo que parecía la coraza de un insecto gigante, indicó la agencia.
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