Vestidas de blanco, y “armadas” con rosas y pancartas, salieron a las calles para rechazar la represión y pedir el fin de la violencia.
Fueron miles las mujeres que protestaron este sábado para mantener la presión contra el mandatario venezolano Nicolás Maduro, que respondió con una movilización de sus partidarias en rechazo a la "violencia terrorista" de las manifestaciones opositoras.
Las opositoras, encabezadas por varias diputadas, intentaron llegar al ministerio de Interior y Justicia en el centro de Caracas.
Aunque un cordón de militares y policías impidió el avance de la marcha, la viceministra Rosaura Navas, de la cartera de Interior y Justicia, se acercó hasta la barrera militar y escuchó las exigencias de las parlamentarias.
"La única solución a este conflicto es que permitan que los venezolanos voten (...) Queremos que se comprometan a cesar la represión", le dijo a Navas la legisladora Marialbert Barrios.
La viceministra escuchó a las diputadas unos minutos, recibió los carteles que condenan la "represión" y se retiró.
Varias mujeres mostraron los senos en señal de protesta.
"No tenemos escopetas, nuestras armas son las tetas": pacífica marcha...
A los minutos de que se retirara la viceministra, las opositoras también se fueron sin que se generaran incidentes.
"No vamos a dejar las calles hasta lograr la libertad de Venezuela. A los militares pedimos: no disparen contra el pueblo desarmado", expresó la dirigente María Corina Machado.
Manifestaciones similares fueron convocadas en otras ciudades, como San Cristóbal (oeste), donde miles se unieron.
Las protestas contra Maduro, que exigen elecciones generales como solución a la grave crisis política y económica, dejan 36 muertos y centenares de heridos y detenidos, según la Fiscalía.
"Justicia para terroristas"
En tanto, miles de mujeres simpatizantes del gobierno marcharon hasta la Defensoría del Pueblo, en el centro de la capital, adonde las protestas opositoras no han podido llegar.
Allí entregaron un documento en rechazo a lo que denuncian como la "violencia terrorista" de la oposición.
"Venimos a pedir que se haga justicia contra aquellos que están estimulando el odio y la rabia (...) Quieren crear las condiciones para una guerra civil", dijo a periodistas la ministra de la Mujer, Blanca Eekhout, al salir de la Defensoría.
Como suele ocurrir cuando la oposición intenta llegar al corazón de la ciudad, este sábado 30 estaciones del metro fueron cerradas y había fuerte presencia de militares y policías en vías estratégicas.
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¿Reconciliación?
Maduro descarta de plano unas elecciones generales. En su lugar, entregó el miércoles último al poder electoral un decreto de convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente "popular" para reformar la Carta Magna.
La mitad de los 500 asambleístas serán elegidos por sectores -que la oposición afirma están controlados por el gobierno- y la otra mitad por votación municipal.
Según el líder opositor Henrique Capriles, con su Constituyente Maduro sólo busca evitar elecciones.
El año pasado debieron realizarse las de gobernadores, pero fueron postergadas por el poder electoral -al que la oposición acusa de servir al gobierno- y aún no tienen fecha. Este año corresponden los comicios de alcaldes y en 2018 los presidenciales.
La Constituyente "no termina siendo una elección democrática, universal, directa y secreta", expresó Capriles.
Maduro, a su vez, sostiene que la Constituyente permitirá "reconciliar" al país y frenar lo que llama la "arremetida de la derecha opositora", que según él busca derrocarlo y propiciar una intervención de Estados Unidos para apropiarse de la mayor reserva petrolera del mundo.
Elías Jaua, presidente de la Comisión Presidencial Constituyente, citó a la oposición para presentarle la propuesta el lunes en el palacio presidencial de Miraflores.
"No nos vamos a dar con la misma piedra con sus convocatorias para que nada cambie", declaró Capriles.
Presión internacional
Embajadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) afirmaron en Washington que se mantienen los planes de una reunión de cancilleres para discutir la crisis de Venezuela, a pesar de la decisión de Maduro de abandonar el bloque.
Julio Borges, presidente del Parlamento de mayoría opositora, se reunió el jueves con el secretario general de la OEA, Luis Almagro -duro crítico de Maduro- y con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, a quien, según dijo, le planteó "la grave situación que se vive en Venezuela por la ruptura del hilo constitucional y la violación de derechos humanos".
"Show de Almagro y Borges solo pretende abonar el camino en su plan de intervención de Venezuela", reaccionó la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en Twiter.
Otra batalla es la que se libra en las redes sociales:
Las redes sociales, otro campo de batalla en Venezuela | Noticias...
Updated: mayo 06, 2017 07:40 p. m.