Este nuevo par de piernas significa que el robot experimental -que ahora está en un pedestal- va a tener movilidad en la Estación Espacial Internacional.
"Las piernas van a ampliar realmente los horizontes del robot", dijo Robert Ambrose, del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston.
Es el nuevo paso importante de la agencia en sus esfuerzos por desarrollar ayuda de robots para los astronautas. Con piernas, el robot de 2.44 metros (8 pies) de estatura va a poder trepar por cualquier parte de la estación, realizar labores mundanas de limpieza y agarrar objetos para los tripulantes.
Las piernas de Robonaut, las cuales pueden doblarse como las de un contorsionista, están empacadas a bordo de una nave de suministros de SpaceX que fue lanzada el viernes con más de un mes de retraso. Fue el cuarto embarque de la compañía privada a la estación y deberá arribar el domingo por la mañana.
Publicidad
Robonaut 2 -R2 para abreviar- ha estado esperando.
"¡Las piernas están en camino!", dice un mensaje en su cuenta en Twitter, (at)AstroRobonaut (aunque realmente es un portavoz del Centro Espacial quien está tuiteando).
Publicidad
La cápsula Dragon de Space Exploration Technologies Corp. lleva unas dos toneladas de suministros y experimentos, además de las piernas de Robonaut.
Hasta que una mochila con batería arribe en otro embarque este año, el robot necesitará un cable de extensión para poder utilizar sus piernas, lo que limitará el área de prueba al sector estadounidense de la estación. Las pruebas comenzarán en unos meses.
Cada pierna - de unos 1,45 metros (4,8 pies) de longitud - tiene siete articulaciones. En lugar de pies, cuentan con agarres, cada uno con una linterna, una cámara y un sensor para generar mapas en tercera dimensión.
"Imagínense pies de mono con ojos en la palma de cada pie", dijo Ambrose.
Publicidad
Ingenieros de la NASA basaron el diseño en las ataduras usadas por los astronautas en las caminatas espaciales. El desarrollo de las piernas costó seis millones de dólares y se requirieron otros ocho millones para construirlas y probarlas.
Las pinzas se agarrarán a pasamanos dentro de la estación espacial, lo que liberará las manos del robot para trabajar y llevar cosas. Se desplazará lentamente: apenas centímetros por segundo. Si Robonaut choca con algo, hará una pausa. Un buen empujón lo apagará.
Publicidad
Robonaut ha demostrado ya que puede medir el flujo en los filtros de aire, "una tarea realmente fastidiosa para humanos", dijo Ambrose. Una vez con movilidad, podrá hacerse cargo de esa tarea en toda la estación.
Este robot se quedará en el interior del puesto orbital mientras aprende a trepar. El modelo de próxima generación, actualmente en desarrollo y con posible lanzamiento en 2017, saldrá a caminatas espaciales. Allí es donde realmente desquitará lo invertido en él.
Un robot no necesita tanques de oxígeno ni sofisticados trajes espaciales. Nunca se cansa ni se aburre. Pudiera permanecer en el espacio exterior por días, semanas o meses, mientras que los astronautas están limitados a caminatas espaciales de ocho o nueve horas.