Joven fingió su secuestro y fue descubierto por un pequeño detalle: errores ortográficos

Las autoridades de Inglaterra descubrieron que un joven de 23 años fingió su secuestro y exigió dinero a sus amigos y conocidos para su supuesta liberación. Se conoció que alcanzó a robarse 10 mil libras esterlinas, más de 50 millones de pesos.

Conforme a lo revelado por The Sun , el hombre empezó a mandar mensajes a sus amigos asegurando que un grupo de criminales lo había secuestrado. No contento con eso, también se tomó fotografías. En una de ellas aparece con una cuchilla de afeitar en la garganta.

En los mensajes de texto, los inexistentes captores exigían gruesas sumas de dinero por su liberación y no hacerle daño.

En primera instancia, el grupo de amigos pagó mil libras. El joven que fingió su secuestro exigió más plata y les envió una foto suya con una pistola en la boca, pero no logró su cometido.

Así la situación, procedió a amenazar a sus amigos, asegurando que les haría daño y que conocía las direcciones de sus casas.

Cuando vieron que la situación se estaba tornando violenta, los jóvenes llamaron a la Policía.

Tras no recibir más respuesta por su grupo de amigos, se tomó otras fotos con cuchillas en diferentes partes del cuerpo y pistolas en su rostro. Su osadía fue tal que grabó un video fingiendo que alguien le sumergía la cabeza en un balde con agua.

Las amenazas del joven que fingió su secuestro hicieron mella en el grupo de amigos, que terminaron desembolsándole 10 mil libras esterlinas.

Mientras eso ocurría, un grupo de detectives ya se encontraba investigando el caso. Las pesquisas arrojaron que el supuesto secuestrador y el secuestrado cometían los mismos errores de ortografía.

Tras un allanamiento a la vivienda del joven, los oficiales encontraron las armas que eran usadas para tomar las fotografías.

Al descubrir el chantaje, las autoridades capturaron al joven y lo sentenciaron a 2 años y 4 meses de cárcel. Su exnovia, que sería cómplice, recibió una condena de 18 meses.

“El joven mostró un espantoso abuso de confianza hacia quienes se preocupan por él, fingiendo su propio secuestro y tortura por dinero para gastar en ropa deportiva y comida para llevar", manifestó Edward Pegg, agente de Policía.