Los agentes de Policía que se presentaron el mes pasado a la puerta de donde vivía Elliot Rodger para verificar su estado mental desconocían los videos que él había difundido en internet en los que amenazaba con suicidarse y realizar actos de violencia, aunque los padres del joven habían alertado a las autoridades sobre esos contenidos.
Para cuando autoridades vio los videos era demasiado tarde: el joven tímido y de buenos modales que según los agentes no representaba amenaza alguna había matado el viernes a varias personas.
La Policía "no conoció los videos hasta después de la matanza", dijo la portavoz del organismo del Condado Santa Bárbara, Kelly Hoover.
El jefe de policía, Bill Brown, ha defendido el proceder de los agentes, pero el caso pone de relieve los desafíos que enfrenta la agencia cuando evalúa la salud mental de los adultos, en particular de quienes no tienen un historial de violencia, delitos serios o ingreso en instituciones psiquiátricas.
"Obviamente, si miramos hacia atrás, se trata de una situación muy trágica; ojalá pudiéramos echar el tiempo atrás y cambiar las cosas", dijo Brown el domingo al programa Face the Nation de la cadena CBS.
"Cuando los agentes conversaron con él, logró convencerlos de que estaba bien", afirmó.
Se desconoce por qué los agentes no estaban al tanto de los videos.
El abogado Alan Shifman dijo que la familia de Rodger había llamado a la policía alarmada por los videos que había colocado su hijo en YouTube "en los que hablaba de suicidarse y matar personas".
Doris A. Fuller, directora ejecutiva del Centro de Defensa de Tratamientos, con sede en Virginia, dijo que la ley en California permite la realización de evaluaciones psiquiátricas de emergencia a individuos que representen una amenaza, pero nunca la solicitaron.
La familia de Rodger ha dicho que su hijo era atendido por terapistas.
"Una vez más, lamentamos las muertes y devastación que causó un joven que estaba enviando señales que no llevaron a la intervención oportuna para evitar una tragedia", dijo Fuller en un comunicado.
"En este caso, las señales de alerta eran tan fuertes que los padres del homicida habían llamado a la policía... y, sin embargo, falló el sistema", agregó.
En un manifiesto escrito, Rodger dijo que sintió tranquilidad de que su apartamento no fuera registrado porque los agentes habrían descubierto las armas que después utilizaría en su ola de homicidios del viernes, en los que mató a seis personas y se suicidó, según las autoridades.
Rodger difundió al menos 22 videos en YouTube. Escribió en su manifiesto que subió la mayoría de los videos en la semana del 26 de abril, cuando tenía previsto efectuar los ataques. Pospuso sus planes porque se había resfriado.
En los videos, el joven expresa su desprecio hacia muchas personas, desde sus compañeros de habitación hasta la humanidad, y reserva un odio especial hacia dos grupos: las mujeres que dice lo mantuvieron virgen y los hombres a las que ellas eligieron en lugar de él.
Las autoridades identificaron a uno de los tres hombres muertos a puñaladas en el apartamento de Elliot Rodger como Cheng Yuan Hong, de 20 años. No se han dado a conocer las identidades de los otros dos hombres muertos en el apartamento.
La familia de Hong fue notificada de lo sucedido, dijo Joyce Dudley, fiscal de distrito de Santa Bárbara, según el canal KSBY-TV (http://bit.ly/1gu9W00 ).
Dudley afirmó que Hong estaba implicado en un caso de robo de velas. Funcionarios policiales mencionaron ese caso en la conferencia de prensa del sábado cuando afirmaron que Rodger había denunciado que su compañero de cuarto había robado velas.
Hong fue acusado de robo menor y Dudley dijo que se había declarado culpable.
Updated: mayo 26, 2014 11:26 a. m.