
El colapso del techo de la discoteca Jet Set, una de las tragediasmás devastadoras en la historia reciente de República Dominicana, no fue producto del azar ni de un fenómeno natural. Así lo confirma el informe preliminar técnico revelado por el Ministerio Público y al que tuvo acceso el medio internacional CNN, que apunta a una cadena de errores humanos, remodelaciones no autorizadas y decisiones estructurales peligrosas como responsables directos del desplome ocurrido el 8 de abril. La catástrofe cobró la vida de 236 personas y dejó más de 180 heridas.
El estudio, elaborado por una comisión de ingenieros civiles, dos dominicanos y un experto internacional, revela que durante años se ejecutaron intervenciones sin supervisión técnica ni aprobación legal, lo que debilitó progresivamente la infraestructura del establecimiento. De acuerdo con CNN, el informe técnico detalla que entre 2011 y 2025 el techo pasó de tener 7 instalaciones visibles a 17, incluyendo luminarias, casetas técnicas, plafones, tanques de agua, sistemas de aire acondicionado y hasta cuatro capas de materiales de recubrimiento de un espesor de 37.5 centímetros, lo que generó una sobrecarga funcional crítica.
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Este último detalle, según indicaron los peritos en elinforme preliminar, sería la causa principal del colapso del techo. “Según un análisis cronológico de imágenes satelitales citado en la página 22 del informe, entre 2011 y 2025, el techo pasó de tener 7 instalaciones visibles a 17”, precisa el documento, al que tuvo acceso CNN. Esta evolución “generó un aumento en la sobrecarga funcional de la cubierta”, sumada al deterioro de elementos clave de soporte.
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Uno de los hallazgos alarmantes en la debilitación del sistema fue la eliminación de una columna estructural ubicada en el lado oeste del edificio, que fue sustituida por un perfil metálico soldado a una placa de acero y anclado a una pared de concreto. Además, conforme con el documento, en la zona este, donde se encontraba el bar, también se retiraron muros de mampostería que originalmente daban soporte a las vigas perimetrales.
El Ministerio Público también señaló en el informe que en 2014 se inició una evaluación estructural del edificio, pero el trabajo fue abandonado tras completarse apenas el 10 % del diagnóstico. El ingeniero a cargo declaró que nunca fue contactado nuevamente por los administradores del local. Pese a ello, en 2015 se realizaron nuevas remodelaciones que incluyeron una pista de baile, un segundo nivel VIP y la instalación de equipos técnicos sobre el techo, sin ninguna autorización ni revisión oficial.
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"El Ministerio de Vivienda (MIVED) y la Alcaldía del Distrito Nacional de República Dominicana dicen que no existe solicitud alguna de anteproyecto, remodelación o modificación estructural al local, señala el Ministerio Público", precisan en los datos.
El informe también indica que las vigas transversales del área sur del edificio presentaban niveles de deformación que superaban los límites permisibles, especialmente en los ejes estructurales que coincidían con la entrada principal. En otras palabras, los puntos más críticos de la estructura estaban visiblemente comprometidos antes del colapso.
Los peritos, por su parte, descartan que el colapso fuera causado por un fenómeno natural. Según el Instituto Dominicano de Meteorología, no hubo lluvias significativas ni acumulación de agua; el Centro Nacional de Sismología no registró movimientos telúricos relevantes, y la Policía Científica no encontró rastros de explosivos. Todo apunta a causas humanas y evitables.
Más aún, la Fiscalía asegura que Antonio Espaillat, propietario del establecimiento junto con su hermana Maribel, fue advertido un día antes del accidente sobre lacaída de fragmentos del techo, sin que se tomaran medidas inmediatas. Esta omisión es clave para la acusación de “grave negligencia” presentada por las autoridades.
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La solicitud del Ministerio Público sostiene hay "evidencia la imprudencia, torpeza, negligencia e inobservancia de parte de los imputados”, afirmando que las construcciones se hicieron “sin asistencia técnica necesaria, para ampliar sus ganancias”.
En declaraciones ofrecidas a Telesistema, afiliado de CNN, Antonio Espaillat se mostró conmocionado por los hechos. “Desde que esto sucedió, no he tenido vida. (…) Estoy completamente devastado”, afirmó. También aseguró que no piensa abandonar el país: “No me voy a ir a ningún lado; estaré aquí, y todo lo que esté a mi alcance y todo lo que pueda hacer, lo haré”.
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¿Qué ha pasado con los dueños de la discoteca? Quedaron libres
Luego de semanas de audiencias, la Oficina de Servicios Judiciales de Atención Permanente del Distrito Nacional resolvió no imponer prisión preventiva a los hermanos Espaillat. En cambio, ordenó una garantía económica de 50 millones de pesos dominicanos (unos 8.300 dólares), impedimento de salida del país y presentación periódica ante la Fiscalía.
La decisión fue emitida este jueves 19 de junio, tras una audiencia que se prolongó por más de doce horas. El Ministerio Público, que había solicitado prisión preventiva para Antonio y arresto domiciliario para Maribel, anunció que apelará la decisión, al considerar que el tribunal “no valoró adecuadamente el daño causado a la sociedad”.
“Los elementos de prueba del Ministerio Público llegan a la conclusión de que la acusación es por homicidio involuntario... No soy muy dado a la aplicación de esta medida, pero ante la cantidad de víctimas y el impacto social que esto ha causado, procede la prisión preventiva para los dos”, dijo el abogado Plutarco Jáquez, quien representa a varias familias querellantes.
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Hasta el momento, la defensa de los hermanos ha evitado referirse directamente al informe técnico, aunque ha reiterado que sus representados están colaborando con las autoridades y no representan riesgo de fuga.
Las denuncias de las hijas de Rubby Pérez
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Decenas de querellas han sido interpuestas por familiares de víctimas y sobrevivientes. Entre los fallecidos se encuentran figuras públicas como el exlanzador de Grandes Ligas Octavio Dotel, el diseñador Robert Polanco, y el propio Rubby Pérez, ícono del merengue dominicano, quien cantaba su tema “De color de rosa” en el momento exacto del colapso.
Dos de las hijas del legendario merenguero, Casiey Aileen Pérez Lebrón y Ana Beatriz Pérez Reynoso, presentaron una querella formal contra los propietarios y socios de la discoteca Jet Set, acusándolos de negligencia y homicidio involuntario.
La acción legal, respaldada por el resto de la familia y sus asesores legales, no busca, según afirman, protagonismo ni compensación económica, sino un acto de memoria y justicia. Esta querella "no nace del rencor ni del protagonismo", sino de "un duelo profundo, de una pérdida irreparable y de la necesidad de que este país enfrente una verdad incómoda: hemos fallado como sociedad cuando el entretenimiento puede más que la vida y cuando el Estado no cumple su rol esencial de cuidar, fiscalizar y prevenir”, declararon.
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LAURA NATHALIA QUINTERO ARIZA.
NOTICIAS CARACOL DIGITAL.
LNQUINTE@CARACOLTV.COM.CO