¿Por qué no le creyeron? Médico chino que dio alerta del coronavirus había sido censurado

Fue acusado por el Gobierno chino de propagar información falsa y fue detenido. Ahora lucha por su vida tras ser contagiado por la enfermedad.
Li Wenliang, un médico de 34 años, lanzó en un grupo de chat de amigos médicos la advertencia sobre una extraña enfermedad que había sido diagnosticada a siete pacientes que estuvieron en el mercado local de mariscos y que fueron puestos en cuarentena en el hospital donde trabaja.
En lo que pudo indagar, se dio cuenta de que se trataba de un coronavirus parecido al SARS, la enfermedad que entre 2002 y 2003 mató a 349 personas en su país y otras tantas afuera.
Los pantallazos de su mensaje empezaron a llegar a decenas de personas y, de paso, a la Policía, que lo acusó de sembrar pánico con una noticia falsa. Lo detuvo y, tras firmar una declaración en la que reconoció un delito menor y prometió no cometer más actos ilegales, fue dejado en libertad.
En la red social china Weibo circulan los documentos que prueban la censura.
Pronto terminó contagiado con el mismo virus sobre el cual intentó alertar y ahora lucha por su vida.
Pese a la censura aplicada, esta historia es tendencia. En Weibo circulan los documentos que soportan el testimonio de Wenliang y que comprobarían que el gobierno intentó contener la propagación, no del virus, sino de la información.
Cuando el brote se salió de las manos del gigante asiático, el gobierno chino pidió ayuda al mundo con tapabocas, gafas y trajes de protección, que a ese punto ya estaban agotados.
China tomó nuevas medidas de confinamiento en regiones cercanas a Shanghái, su corazón económico. En consecuencia, 12 millones de personas estarán aisladas y se suman a 56 millones que ya estaban en cuarentena. Entre tanto, Macao, una especie de Las Vegas en Asia, cerró sus casinos.
Por su parte, la OMS acusó a los países ricos de no compartir información sobre el virus y ahora intenta atajar el pánico y poner la enfermedad en sus justas dimensiones.
Sylvie Briand, directora de Prevención de Infecciones de la OMS, afirmó que “actualmente no estamos en una pandemia. Es una epidemia con múltiples focos y estamos intentando extinguir la transmisión en cada uno de estos focos”.
Pero el coronavirus sigue avanzando y se ha cobrado la vida de 427 personas y ha contagiado 20.704 personas.