Alcanzó vientos de hasta 216km/h, que derribaron ramas de árboles. Unos 700 japoneses tuvieron que buscar refugios en albergues.
En imágenes de las televisiones locales, se veían ramas de árboles caídas que bloqueaban una calle de la ciudad de Naha y grandes olas rompiendo contra diques, mientras la lluvia se abatía de forma casi horizontal.
Policías intentaban retirar las ramas, pese a los violentos vientos, que consiguieron volcar un camión, y destrozar los cristales de las ventanas de un banco.
Más de 200.000 hogares se quedaron sin electricidad, indicó la televisión pública NHK.
Al menos 386 vuelos fueron anulados, principalmente en el oeste de Japón. Por su parte, los ferrocarriles japoneses anunciaron la suspensión de todos sus trayectos en la región de Osaka, y ello hasta el domingo a mediodía.
Diecisiete personas resultaron ligeramente heridas en accidentes vinculados con el paso del tifón en Okinawa, y varias casas resultaron dañadas, pero no hubo muertos, según declararon responsables locales.
Updated: septiembre 29, 2018 03:13 p. m.